Misery

Brutal. Directa. Oscila entre emocionante y asfixiante. Bates hace el papel de su vida, encarnando a una psicópata de mal gusto literario capaz de todo por resucitar a la protagonista de sus novelitas de pacotilla. James Caan nos conmueve haciendo de escritor medio tullido metido en una situación kafkiana a más no poder. La contundencia del film garantiza que uno no le quite el ojo. Se sufre, pero se disfruta. Lo recomiendo.

El argumento es algo previsible sin embargo lo que le hace ganar enteros a esta película son sus dos actores principales, sobre todo Kathy Bates.
Stephen King nunca me ha gustado especialmente aunque reconozco que esta historia no está tan mal comparándola con otras suyas y quizás la estoy juzgando veinte años después de hecha comparándola con otras cuyos argumentos te mantienen en vilo hasta el final. Realmente en aquella época se hacían películas así, con ese desenlace que ya podías imaginar desde hacía rato, y gustaban. Quizás esta sea una crítica bastante subjetiva porque reconozco que lo que me impulsó a ver esta película fue Kathy Bates.

Alguna vez escuche que los pensamientos son energía creadora, si se asume que de alguna misteriosa manera esto es así, de paso solucionando una de las más convenientes contingencias de todo el script fílmico; obviamente estaríamos ante el principio y fin de tantos problemas. Paul Sheldon (extraordinario James Caan) nunca imaginó que la muerte de su ficticia “Misery” deviniera tan perturbadoramente real como tampoco la taimada Annie “Misery” Wilkes (impagables Katty Bates y la chancha) se figuró el “amparo” que habría de proporcionar al arquitecto de su alienación. Por supuesto que este cósmico encuentro se desarrollará y terminará en una de las más brutales y cerebrales confrontaciones del terror moderno… eso sí; diestramente contrapunteado por la amorosa relación del sheriff y su esposa (cuyo abrupto fin atesora más odio por Annie) e incluso por el paisaje mismo; casi de Antología y bastión en la cinematografía de éste film.

Y como uno va al cine a ver lo que quiere ver, claro! cuando la obra lo permite (Gracias Misery!), creo que uno de los puntos fuertes de la obra, sino el central; es ese visionado de las consecuencias y ataduras (proyectadas en Paul….Haber!) que manifiesta la muy deschavetada psicología de la protagonista, en gran parte supongo; debido a esa descontrolada penetración de la irrealidad literaria a través de las oquedades de la vida y por las que se emancipan en cuerpo ajeno; los irreales personajes de su escritor, al punto de – colapsando la psique de la leedora – querer destruirle. Aunque parezca simplista; si quisiera categorizar el argumento de la película y hasta su contraparte escrita imaginaría un letrero con algo así como: “ENAJENACIÓN Y DIOSES DE BARRO”. Sea como sea; ahora justifico un poco más ese miedo muy Norteamericano a la gente de las afueras que tan bien ha sabido ordeñar el celuloide, pero que limita o como en excepcionales ocasiones – para la muestra este botón – enriquece una narrativa por demás, muy jugosa en niveles hermenéuticos sobre la miseria humana y que conduce con maestría las emociones; inclusive integrando alguno que otro espacio para la risa y no nerviosa.

Si en porcentajes tuviese que aproximar la fidelidad de la película respecto a la obra original rondaría el 85%

Y eso que soy una persona que no se siente muy atraída por las adaptaciones idénticas, soy de los que piensan "si me leí una obra, ¿para qué quiero ver exactamente lo mismo?"

Y partidario de que siempre absolutamente siempre la mente y la imaginación estarán por encima de aquello que veamos, y en consecuencia siempre absolutamente siempre encontraremos cosas no de nuestro agrado en películas como esta.

Porque esta no es una excepción.

Misery es la mejor adaptación que he visto de una película, puesto que incluso lo que recreaba mi mente al leer el libro se aproxima mucho a lo que he visto.

Los papeles son geniales, transmitiendo la angustia, la rabia, el miedo y el dolor.
Sobre todo eso último, con momentos bastante duros.

El tema de que también se le de importancia a la investigación me parece un gran acierto.

En definitiva, respecto a adaptaciones al cine, y respecto a lo que he visto, esta película se lleva el premio.

"Misery" da mucho más de lo que aparenta. Bajo la apariencia de una película de intriga convencional se esconde una reflexión sobre la relación entre el escritor y sus seguidores más acérrimos y también de cómo el horizonte de expectativas de los lectores puede acabar condicionando el desarrollo de una novela.

Basada en una historia de Stephen King (que confieso no haber leído, además de que el autor no es precisamente un santo literario de mi devoción), la película mezcla de forma muy acertada los momentos de terror con otros en los que aparece una fina ironía e incluso el humor negro. Todo ello en un espacio que se ciñe, las más de las veces, a las cuatro paredes de una habitación.

Mención aparte merecen las actuaciones de Kathy Bates y de James Caan. La primera realiza una actuación antológica, recreando a una psicópata totalmente obsesionada con el autor de sus novelas favoritas. Sus cambios de humor están magníficamente logrados y graduados, pasando muchas veces de ser adorable a mostrarse totalmente despiadada. No desentona, ni mucho menos, James Caan, unas veces sufriendo con estoicismo, y con cierto sentido desdramatizador del humor, lo que el destino le ha deparado, y otras veces presa de la desesperación ante el secuestro al que está siendo sometido.

El suspense es otra de las bazas que juega la película, mostrándose Rob Reiner en este aspecto como un digno discípulo de Alfred Hitchcock. Pueden servir como muestra dos escenas que cito en el spoiler.

En resumen, que "Misery" es un claro ejemplo de que, a pesar de que en el cine de intriga y de terror ya está casi todo inventado, se puede hacer una notable película con talento detrás de la cámara, con un buen guion y con dos excepcionales actores.