La impetuosa

Me resulta difícil creer que la mezcla de talento de George Cukor por un lado, y el tandem Hepburn-Tracy por el otro, que tan grandes momentos han dado a la historia del cine, perpetren una película sin argumento, sin gracia y sin lógica.
El film trata del encuentro de una deportista con un manager que la entrena para que triunfe en el tenis y en el golf, y por otro lado un novio que pone nervioso a la chica que se acaba enamorando del manager. Contado así el argumento resulta bastante tonto, pero es que la ejecución de la historia no mejora tan flojas espectativas.
La mitad de la película, y no exagero, consiste en ver las dotes atléticas de Hepburn disputando partidos de tenis, de golf y entrenando, y entre medias, una trama tontorrona, poco elaborada, nada graciosa, y en ocasiones muy mal interpretada.
La única curiosidad es ver a Hepburn competir con deportistas de verdad, y algunas escenas donde se ve una clara complicidad personal de esta con Tracy, entrañables, pero significativas de la escasa motivación de un film flojo, pobre, poco trabajado, donde Cukor hace de vidoaficionado para la pareja y las aficiones, reales, de Hepburn.
Lo dicho, floja, pobre, sin gracia, no me estraña que sea uno de los títulos más olvidados de la pareja y su director.

Atrevida, torpe, pasajera, previsible, insulsa, dinámica y ajustada comedia de enredo que se nutre y beneficia de su pareja protagonista, Katharine Hepburn y Spencer Tracy.

Los responsables de la película, van directos al grano y presentan de una forma sencilla y eficaz, las personalidades e intenciones de sus protagonistas.

George Cukor, toma los mandos en la dirección de una historia que desarrolla de una forma un tanto descarada y chapucera, pero que consigue despertar el interés y mantenerlo para seguir los pasos de sus atléticos protagonistas.

Tiene un toque desenfadado y pasajero que se agradece, pero dudo que hubiera funcionado de la misma manera, de no contar con los fabulosos, Katharine Hepburn y Spencer Tracy. Me atrevo a decir que son los grandes fichajes, para salir victoriosos en semejante epopeya deportiva.

El mensaje que traslada la película merece ser rescatado y llevarlo metido en la cabeza: digan lo que digan, vive tu vida.

La impetuosa, queda como una rompedora e ingeniosa comedia de enredo que ofrece una sutil crítica al mundo del deporte y las apuestas.

Tengo todas las pelis que interpretaron juntos esta pareja. Son mis favoritos, creo que Spencer era el mejor actor del mundo, y el trio que hacian con George Cukor lo más soberbio.