El guardián de las palabras

Viendo la nota media de esta página y los diseños de los personajes me la esperaba mucho peor pero estamos ante un film más que decente. Se queda a medias en muchos aspectos sin embargo es muy entretenida y la animación es buena. Hay que tener claro que no es un film que mezcle animación con personajes reales de forma simultánea; tiene una parte hecha con actores y otra de completamente de animación. Es una película muy corta, a penas dura una hora y diez minutos, lo que hace que no se profundice prácticamente nada en los personajes. Además está muy sobrecargada de eventos que duran demasiado poco lo que provoca que el ritmo de la película sea frenético. Apenas sabemos nada del personaje protagonista; es un niño cauteloso y supuestamente con miedos al cual unos niños macarras se meten con él y acaba en una biblioteca en mitad de la tormenta. Ese es todo el desarrollo del protagonista. A partir de ahí vive una aventura en un mundo de animación ayudado por sus nuevos amigos los libros de fantasía, aventura y terror. No hay nada más de trama. Lo interesante es que va pasando por diferentes clásicos de estos géneros como los dos grandes libros de Robert Louis Stevenson 'La Isla del tesoro' y el extraño caso de Dr. Jekill y Me. Hyde', 'Moby Dick', 'El cuervo', 'los viajes de Gulliver'... En algunos libros se detienen un poco pero el resto no dejan de ser ligeros homenajes a ellos. La animación es buena y los diseños no están mal aunque podían ser más llamativos. La banda sonora corre de la mano de James Horner al cual siempre es un placer escuchar. Lo más flojo es la trama ya que es una consecución de aventuras y personajes mientras Macaulay animado busca la salida de la biblioteca. No obstante, yo la vi con mi sobrina de casi 4 años y no solo consiguió entretenerla sino que además consiguió llamar su atención respecto a los libros y cuentos que iban apeteciendo, yo también hice por la labor ya que le iba contando quien era cada uno y de donde salía. Conseguir esto en niños a día de hoy me parece de un merito encomiable por lo que apelar de su falta de profundidad y de su sencillez se merece todos mis respetos. Vivimos días muy duros con tanto contenido mierdoso y hecho para enganchar a los que están expuestos los niños en las tablet. Tener películas que te ayuden a fomentar el interés por la lectura es todo un lujo hoy día.

¿Cómo se iba a permitir hoy en día que una película animase a los niños a dejar de "obsesionarse con estadísticas" y que "a veces hay que arriesgarse"? Inmediatamente surgirían voces críticas que acusarían a los guionistas de inconscientes y el Estado prohibiría la exhibición de la cinta por animar a los niños a ser irresponsables.

Se trata de un niño miedoso que está obsesionado con el peligro que acecha cualquier actividad. A través de una aventura en una biblioteca aprende que es mejor vivir con valor que esconderse y estar asustado. El mensaje principal no puede estar de más actualidad en un mundo en el que los padres ponen casco a sus hijos para que den una vuelta al jardín en bici con ruedines, y en el que la obsesión por la seguridad avanza imparable, absorbiendo cada vez más libertades. Los espectadores del siglo XXI ya no se identifican con los padres del protagonista, sino con el niño paranoico que no puede ir a la ferretería sin llevar chaleco reflectante.

La experiencia que le hará dejar atrás su miedo es la lectura, que en la película se describe como una aventura imaginaria de dibujos animados. Esta parte de la película es más floja y tiene menos sustancia que la parte con actores reales. A los niños les encantará, pero aburrirá a los adultos. Lo más importante es la moraleja: la ficción nos sirve de inspiración para ser valientes. El mensaje, potente y bien presentado hace que merezca la pena verla antes de que prohiban hacer saltos con la bici.

David Kirschner, productor de la saga de Chucky, produce y escribe esta película infantil de fantasía, El guardián de las palabras. A los mandos de la dirección, Joe Johnston, que realiza las secuencias de imagen real y las secuencias animadas están realizadas por Pixote Hunt. The Pagemaster es una combinación de carne y hueso mas dibujos animados, que transportará a un niño (Macaulay Culkin) a un mundo donde los personajes en pintura cobran vida y hará amistad con tres libros vivientes llamados Aventura, Fantasía y Horror. En este filme aparecen personajes muy conocidos de ficción, además de lugares clásicos de la literatura. The Pagemaster está animada por completo y en su gruesa totalidad es de dibujos animados, casi todo el metraje está cedido por Johnston a Pixote Hunt, un profesional de la casa de Mickey Mouse. La película es para ver con los niños por su mayoría de instantes infantiles, también destila un buen ritmo narrativo con moraleja incluida y más aún para la nueva generación de niños que no se paran a leer. Me he atrevido con esta película, ya que la animación no es lo mío, dándole la oportunidad que no le dí de joven, para comprobar si todavía tengo el espíritu apropiado para el género de animación y más aún tan infantil como es El guardián de las palabras. Mi observación hacia esta película es que gustará a los niños bien pequeños, pero no captarán la enseñanza de este maravilloso cuento y su lección quedará en el olvido de un insignificante recuerdo.

Aquí hay algo que no anda bien. A pesar de que el objetivo de la película es incentivar a los niños a leer, la cinta cojea demasiado (y no por pata de palo) en muchos aspectos.

Para empezar, nos presentan a un niño lleno de miedos, inseguro y temeroso a todo lo que lo rodea. Y la solución está en los libros. ¿Soy yo el único que no me trago esto? Dan un brinco terrible en la película, si el niño ya leía de antes: revistas con estadísticas que lo llenaron de temores. Ustedes disculpen, pero la solución a los miedos de uno no está en los libros.

Las referencias bibliográficas llegan a ser, en mi opinión, abrumadora. Yo no recordaba el filme muy bien, hacía mucho tiempo no la veía, pero estoy seguro que con los 8 o 9 años que vi la película, yo no conocía ni la mitad de las historias de esos libros. Si hasta me ericé cuando escuché el “Nunca más” del cuervo. Tampoco creo que la historia del Dr. Jekyll y Mr. Hide sea para un niño. Y es burlesco también lo que hacen con el mastín y el calamar.

No obstante, reconozco que cuando niño me encantó, y la volví a ver por la gran nostalgia que sentía; después de dar muchos tumbos, la película cumple con su objetivo, que es motivar a los niños a leer. Pero creo que debieron aprovechar la figura de Maculay, y la buena animación que tiene la película para hacer algo mejor.

La única cosa decente que hizo Macauley Culkin, tras la primera Solo en casa (la buena, vaya) y antes de perderse en el olvido y los excesos, fue El guardián de las palabras.
No es una gran película, no es nada del otro mundo, pero tiene un agradecido aire a filme ochentero de fantasía que se agradece mucho, y además es muy entretenida y simpática.

Lo mejor: Lo entretenida que es
Lo peor: Tampoco es una maravilla