Sangre en la boca

El principal acierto de esta película reside en una conseguida caracterización de Leonardo Sbaraglia, tanto como boxeador que va por libre como cabeza de familia cosa de lo que también sabe ejercer. Transmite credibilidad y el resultado es que la historia se contempla de forma amena y con interés. Trata principalmente del abandono por parte de Sbaraglia a su mujer por su romance con una joven chica a la que vio entrenando en su gimnasio y por la que se sintió atraído nada más verla. En mi opinión, por lo que hemos visto en el filme tiene más en común con ella que con su propia mujer, que le sobreprotege y le dice constantemente lo que tiene que hacer. Pienso que si eso no ocurriera y la relación entre la pareja fuese mejor habría menos posibilidades de que Sbaraglia comenzase ese romance extramatrimonial.

Una de esas películas que pretenden contar una historia linealmente (en este caso la del boxeador en el ocaso de su carrera y su pasión por una mujer mucho más joven que lo desborda), sin sorpresas ni demasiada elaboración, pero que mantiene cierto interés más allá de sus altibajos.
La dirección es correcta y las actuaciones están bien, pero al film le falta algo. Alma tal vez, porque en ningún momento logra que el espectador sienta empatía o se identifique con alguno de los personajes o las situaciones. No conmueve: ese es el punto.
Lo positivo es que, si bien no nos llega, tampoco aburre (ni siquiera en las largas escenas eróticas que parecen inspiradas en Nueve Semanas y Media o bodrios similares y que no parecen tener mucho más sentido que mostrar la voluptuosidad de Eva De Dominici, o en las tomas de pugilato que no están mal pero distan de ser convincentes).
Pasable. No engrosará la lista de las películas memorables y tampoco la de las peores.

Ramón Alvia es un boxeador profesional que, si bien ha ganado varios campeonatos internacionales, ya tiene casi cuarenta años y está al final de su carrera. Su esposa y sus hijos pretenden que se retire y se dedique a otra actividad. Él se resiste, siente que es joven y que puede seguir con su carrera. En el gimnasio, Ramón descubre entre los jóvenes boxeadores a Deborah, una bella y joven mexicana.

Con el párrafo anterior ya sabés a lo que va esta película argentina de mierda que parece no tener final, porque es infumable. Ponemos una putita de moda "Eva De Dominici (Ex Chiquitas)", y que aparezca bien en bolas cada 10 minutos, y que se la coja Leonardo Sbaraglia. Qué me están quieriendo mostrar? Una película porno o un drama?

Pelotudez atómica con algunos actores desaprovechados.


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