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De mendigo a millonario

Comedia Dos hombres de negocios sostienen distintas tesis sobre las condiciones de la naturaleza humana. Para uno es cuestión de genética, para el otro es cuestión de educación. Para corroborar sus teorías hacen una apuesta para lo cual cambian los destinos de dos personas socialmente antagónicas. (FILMAFFINITY)
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Críticas 42
Críticas ordenadas por utilidad
30 de junio de 2015
12 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un buen reparto en una comedia bastante estimable del señor Landis, responsable entre otras de The Blues Brothers, Un hombre lobo americano en Londres, Espías como nosotros, Tres amigos y El príncipe de Zamunda. Todas ellas puros productos de su década pero que han resistido con cierta dignidad el paso del tiempo. Humor fresco, con gotas de inteligencia y en la que nos ocupa hasta una pizca de denuncia social.
El trío protagonista está perfecto, reconociendo que el cargante Murphy todavía no había alcanzado el presunto status de estrella con tics cargantes por minuto. Aykroyd y Curtis son estupendos y lo demuestran sobradamente. Los veteranos Ameche y Bellamy cumplen como dolar tiranos que juegan a ser dioses. Elliot como mayordomo y Gleason como brazo ejecutor -quién no le recuerda como el rector inflexible en la notable "El Club de los cinco"- también estupendos. Y James Belushi...pues eso, eterno.
Obtuvo un Oscar por la banda sonora, y hasta le dieron un Globo de oro a Murphy por su interpretación.
En definitiva, esta divertida película de cambio de papeles -hombre rico hombre pobre- os hará pasar un rato agradable y entretenido que no es poca cosa.
Nota: 7,25
Feldon
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30 de junio de 2009
11 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Siendo francos, Landis es un director bastante regular en la mediocridad, y se hizo un nombre en la comedia americana por motivos no muy claros. En cualquier caso, no se puede negar que tiene un puñado de películas muy elegantes y con golpes de genio, y esta es una de ellas. Aunque parezca mentira, Murphy y Aykroid están perfectos en sus papeles y no dan ganas de asesinarlos como de costumbres; cierto es que el acompañamiento es de lujo, destacando a Jamie Lee, mostrando carne, y al adorable par de millonarios que montan todo el cirio. El guion no tiene grandes pretensiones, pero desarrolla el intercambio de puestos vitales entre un ejecutivo y un tirado de la vida con ritmo, buen gusto y con un par de gags memorables. En definitiva, comedia muy reseñable de los 80 y que no suele defraudar.
Tio Penthal
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9 de mayo de 2010
9 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una gran comedia del nada desdeñable Landis, de lo mejor que se haya hecho en el género en los últimos 30 años en USA. Planteada a partir del antagonismo intercambiado de un rico y petulante ejecutivo (Aykroyd) y un pobre y artista mendigo (Murphy) logra un convincente y notabilísimo equilibrio ente la "srew ball" clásica y un ajustado argumento moderno, pareciendo y siendo en todo momento una película muy elaborada y trabajada, francamente divertida y merecedora de su éxito comercial.
"Entre pillos anda el juego" esconde tras su libertina y desenfadada fachada de comedia una parábola social acerca de la relatividad de las cosas, de los estados, del lugar que ocupa cada cual en el universo, tan liviana y divertidamente, como consecuente y nítidamente.
Con muy apropiados actores, Landis logra de Murphy su mejor trabajo y obtiene un excelente trabajo coral de actores.
kafka
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12 de marzo de 2014
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Entre pillos anda el juego es una de las comedias más brillantes y representativas de los 80. El argumento es de lo más original: dos avariciosos hermanos especuladores de la bolsa deciden realizar una curiosa apuesta. Quieren comprobar hasta que punto las circunstancias determinan el comportamiento del individuo. Uno de ellos cree que detrás de un brillante empleado hay una sólida formación universitaria y un buen ambiente familiar. Mientras que el otro cree, que el éxito en la vida no viene del ambiente en que uno se cría sino que se lleva en los genes. Al mismo tiempo consideran que si a una persona que lo tiene todo, la dejas en la más absoluta miseria, sin familia ni amigos y trabajo, será capaz de robar y asesinar con tal de sobrevivir.

De esta manera deciden llevar a cabo su experimento con uno de sus mejores empleados Dan Aykroyd. Para ello arruinan su vida sumiéndolo en la miseria y por otro lado, acogen a Eddie Murphy, un pícaro ratero de la calle, para instruirle y comprobar si es capaz de manejarse en el mundo de las finanzas. Sin embargo, cuando Murphy descubre por casualidad lo que traman sus jefes decide reunirse con Akroyd y preparar la venganza.

Fue muy oportuno el estreno de esta gran película en plena era Reagan cuando la brecha entre pobres y ricos aumentó considerablemente. No se pretende demonizar a los ricos y santificar a los pobres, porque el personaje interpretado por Akroyd, que en un principio resulta cursi y pijo, acaba por convertirse en un tipo de lo más enrollado demostrando ante todo que es una buena persona. Lo mismo ocurre con el de Murphy. Al principio sobrevive a base de engaños y trucos. Sin embargo, cuando cambia de estatus social su comportamiento es más educado y civilizado. Por un lado, la película critica el comportamiento de personas pudientes como son los amigos de Akroyd, egoístas y vanidosos al igual que su mujer, que le da la espalda sin confiar en su inocencia cuando le tienden la trampa. Y la actitud de sus jefes, que no dudan en utilizarlo como conejillo de indias para su cruel experimento. Y por otro lado, está el comentario despectivo que hace Murphy de algunas de las personas pobres que no hacen más que vivir del cuento. Y el inolvidable personaje de la atractiva Jamie Lee Curtis, una prostituta trabajadora y de buen corazón que se apiada de Akroyd después de comprender que la han utilizado para hundirle.

La película constituyó otro importante éxito en la filmografía de Eddie Murphy cuyas muecas y aspavientos no son lo único que hace gracia puesto que el guión es muy divertido y plantea situaciones muy jocosas.
Harold Angel
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8 de noviembre de 2008
9 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película tiene el interés de las comedias de enredo, en este caso derivado del intercambio de dos personas de sus respectivas posiciones sociales: el rico pasa a ser pobre y el pobre, rico. Los causantes son dos hermanos millonarios que quieren realizar un experimento acerca de la voluntad de las personas. A resultas queda una comedia con débiles tintes de crítica sobre las desigualdades sociales. El cambio de personalidades es entre dos adultos y no entre dos niños como en Príncipe y Mendigo de Mark Twain; ya que esta película puede decirse que es una versión de la novela.

El ritmo es llevadero, curioso, fresco y entretenido. Tiene a Jamie Lee Curtis de joven que es espectacular en un papel muy agradecido y generoso lo mires como lo mires. Excelente su picante papel. Para estas cosas, los americanos no se cortan y ellos mismos se denuncian, así que vemos como los tiburones de las finanzas mueven el mundo a su gusto sin deparar en las crisis económicas que pueden ocasionar. Aquí, los hermanos intentarán gozar de información privilegiada sobre la cosecha de fruta para dominar el mundo bursátil.

El contraste está servido en el ambiente navideño y con Jamie están esos dos actores expertos de la comicidad que son Dan Aykroyd y Eddie Murphy. Recomendable película con un desenlace acorde con el mensaje navideño de felicidad continuada en el tiempo para dar la sensación de éxito total en esas fiestas.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
floïd blue
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