Un año más

Lo siento pero esto me pasa por haber intentado sacarle algo, despues de tanta buena crítica que había leído antes de verla y tantos premios que le han querio dar. Me la he tragado hasta el final, ahora tendré pesadillas.
Es soporífera como la vida misma de sus aburridos personajes, sera real como la vida misma, pero en la vida hay otros momentos y otras cosas tan reales como los de estos amargados.
Las interpretaciones puden ser extraordinarias, pero desperdiciadas en unos seres que no tienen nada que contar que valga la pena. el director puede que sepa reflejar estos sentimientos de una manera sublime, aunque sería mejor que acudiera a un buen siquiatra o probara a hacer una cosa que se llama divertirse.
Por cosas como estas y críticas como las que tiene esta cinta cada día me aparto mas de este tipo de cine tan aclamado por los llamados cineastas.
Para dejarlo claro, es como, esos cuadros de Tápies que son en negro y con un manchurrón blanco y los "entendidos" se quedan mirándolos sacando conclusiones maravillosas, mientras tu hijo de 10 años te dice, papá que feo y Tápies se sonríe al fondo con la mano en la cartera.

Esta peli es como una sesión de diarrea, seguida por otra en la que, en vez de tomar agua con limón, uno le da por tomar otro vaso de agua, pero sin limón, perpetuando así la diarrea, a propósito. Disturbing, uncomfortable, etc., y supposedly 'insightful' como colofón, madre de dios, está la chica vejezuela 'creativa', la familia 'creativa', y el público que se somete, también 'creativo'. Es como Lola Montés en el siglo 19, celuloide al que evitar porque al diseñarse como víctima, en plan victimista y tal, como secuela y legado de su incapacidad para impartir hostias físicas, siempre se ha de estar pendiente de sus cambios de humor, enarbolando así su poder y su capacidad para diseñar su propia libertad y arrastrar al fango a quien sea con tal de conseguirla. Es como un mundo sin Remurx. Es como la réplica a Rayon Vert, ¡zaca! todo en plan ¡mierdoso!