La línea invisible (Miniserie de TV)

Nos enseña los inicios de ETA como lo que fue, sin tintes épicos ni fuegos artificiales. Crea así un relato que se aleja del discurso colectivo que ha imperado tantos años en nuestro país, el cual presentaba a la banda como una fuerza diabólica y no dejaba lugar para el análisis político y social, algo que esta serie sí permite. Más que asesinos, franquistas o etarras, lo que se muestran son personas presas de su contexto y de discursos y realidades políticas que les ha tocado vivir. Pero que al final no son más que eso, personas.

Buena historia, sin estridencias, bien rodada y dirigida, Tiene más importancia el historia que a la acción o a la sobre-actuación de los personajes.
Se hace amena y es informativa, posiblemente aburrida para amantes del cine de acción made in usa.

A estas alturas no vamos a descubrir a Mariano Barroso como solvente director en el medio televisivo que conoce a la perfección. Este proyecto sobre algunos de los protagonistas de los inicios de ETA, unos desafortunadamente, tiene ese sello televisivo a medio camino entre la ficción televisiva más tradicional y esa nueva ficción  que compite sin complejos aprovechando sus peculiaridades con el cine. Barroso y su equipo aborda el tema con profesionalidad, sin grandes alardes formales y sobre todo con pies de plomo; con una mirada, como se ha escrito, "higiénica", sin cargar las tintas en ninguno de los bandos, intentando no levantar la alfombra más de lo necesario para que el espectador esté entretenido e interesado con los personajes y los hechos. Es una mirada más a los primeros que a lo segundos, con esbozos psicológicos que apuntan motivos más allá de los ideológicos para explicar comportamientos. Pero a mi juicio se queda escaso, no profundiza y simplifica y sintetiza momentos y personajes que si bien es cierto que alargarian el metraje y darían otro tono escamotean información para entender el conjunto  con mayor claridad.

Obviamente dado el tema que trata la serie se presta a polarizaciones de todo tipo. Hay que asumir una vez más que la ficción basada en personajes y hechos reales es eso, una ficción que maneja la información y la documentación al respecto con fines dramáticos y que no tiene ni puede ser una fotocopia de la realidad y que en función de la libertad de expresión puede interpretar dicha realidad. Queda en manos del espectador interesado investigar, documentarse y acudir a fuentes que le acerquen en mayor o menor medida a los hechos que le interesen. Y como es cierto que la mayoría no lo hacen queda para otro momento un ensayo exhaustivo de como las ficciones ya sean literarias o cinematográficas han influido positiva y negativamente a lo largo de la historia en la propia historia.

Por último resaltar el capítulo emotivo dedicado a la primera víctima José Antonio Pardines y romper una lanza por los actores jóvenes que a mi juicio defienden sus personajes con dignidad actoral. Antonio de la Torre ya empieza a estar por encima del bien y del mal.

cineziete.wordpress.com 

Entretenida miniserie de 6 episodios con trazos de imaginación dentro de la historia real del nacimiento de la banda terrorista E.T.A., con sus primeros idealistas hasta llegar a sus primeros asesinatos.
Te quedas con ganas de que la cosa siguiera pero solamente muestra la revolución estudiantil detrás de ella.

No suele ser habitual encontrar filmografías y series españolas de tan buen calibre la verdad. La mayoría de las producciones se centran en comedias fáciles y vacías, o dramones lacrimógenos... todo muy sobreactuado. Las series de calidad como esta, salen a cuentagotas. Creo que se debe incentivar más este tipo de contenido.

A su buen juicio por elegir esta historia, se suman las grandísimas actuaciones (que según creo que fueron muy metódicas, sobre todo porque muchos de los actores no eran vascos), la fotografía brillante (como nos tiene acostumbrado el paisaje del norte) y el sazón de jugar con las luces y sombras de los buenos y malos.

Creo que es complicado llegar a tratar el tema de ETA con tacto y sin caer en posicionamientos. Sin embargo, en todo momento se humaniza a los jóvenes miembros pues está claro que aunque estaban emprendiendo un camino oscuro, aún no daban pistas de lo que la banda haría durante muchos años después. Las dimensiones de lo que empezaron. Lo que está claro es que nada bueno surge de vivir sometido a una dictadura. Hay que comenzar por ahí a plantearse de porqué esta historia. Por ello, también, se deja ver que los "buenos" (porque ya sabemos que los terroristas son los malos) no eran tan buenos.

Al final todo esto se lleva de tal forma que, al igual que en Patria, hace que se nos abran las carnes en algunos momentos y finalmente nos deja con una reflexión que buenamente también se podría haber continuado filmando echando más episodios. Bravo.