Un sutil caso de asesinato (TV)

Tiene el mismo nombre que una antigua comedia de E.G. Robinson (años 30s) pero no es secuela ni remake de la anterior.

La frase: Sin duda alguna, de esto me voy a arrepentir…

La escena: El policía visita a Terry pero al ver que hay ropa de mujer y alguien en la habitación lo deja discretamente sin saber que la mujer que está en la habitación es su esposa.

El momentazo: Terry tiene en la mano un objeto para matar a su novia cuando el vecino entra a disculparse porque lo había confundido con el asesino, el galimatías de explicaciones que acababa de dar a la novia es un poema.

La actuación: Si bien los actores de reparto son muchos y lo hacen realmente bien la cinta es casi un monólogo de Terry Thorpe (William Macy) que en ocasiones incluso voltea a hablar al espectador, él es el protagonista pero a la vez el narrador y lo hace estupendamente.

Solo tres años después de su exitosa película “Fargo” Macy repite su personaje ambiguo, malo pero con cara de bueno, tranquilo pero peligroso y en una trama que de nuevo lo va llevando poco a poco camino del desastre, la mayor diferencia entre ambas películas es que la primera es un drama (basado en una historia verídica) y la segunda es una comedia negra ligera y realmente entretenida.

Un critico de arte que se da buena vida y que por accidente mata a una amiga trata de borrar las pistas que lo ligan al crimen pero la historia se complica con la aparición de un detective poco honesto (James Cromwell, el mismo que vimos desde “El cerdito valiente” hasta “La milla verde”), un policía tranquilo pero persistente (Adam Arkin, afamado actor sobre todo de miniseries) y peor aún, la mujer de este último, Patricia Stapelli (Julia Campbell) que decide acostarse con Terry.

Buena ambientación en escenarios neoyorquinos y un guion muy ágil y entretenido (en parte fue del mismo Macy y en parte de Steven Schachter, director de la cinta).