Tucson, Arizona

"Arizona" es uno de esos muchos westerns de colonos que se hicieron en la década de los 30 y principios de los 40, posteriormente el género mejoraría muchísimo.

El dúo protagonista hacen un papel para olvidar, Holden no aporta nada más que su apuesto rostro, más tarde el también mejoraría mucho. Jean Arthur de "marimacho" no me gustó nada, un papel similar al de "Buffalo Bill".

Estuvo nominada a dos oscar, uno a mejor dirección artística y otro a mejor banda sonora. No sé como se les pasó por la cabeza nominarla, sin duda es un western para olvidar.

En el camino hacia el Oeste, a la altura de 1860 Tucson es en la cinta apenas un almacén de provisiones, algunos carros de transporte y un corto vecindario con el juez Bogardus (Buchanan) y Phoebe Titus (Arthur), una mujer de empuje, inteligente, dispuesta a trabajar de firme para formar un gran rancho y una gran ciudad.
Por allí cae un día un joven aventurero, Peter Muncie (Holden), que le ayudará en el proyecto y se enfrentará al malvado Jeff Carteret (William) que se opone a los proyectos de la chica.
Lo cierto es que la ciudad es mucho más antigua de lo que nos dicen. De hecho Tucsón es una palabra española tomada de los indios pápagos que empieza a usarse hacia 1700. Al conseguir la independencia en 1821 pasó a México, hasta que en 1853 la vendieron a los EEUU. Como veremos en la película, en 1861 se inclinó por los Confederados para ser ocupada un año después por la Unión a la que se integró dentro del estado de Arizona.
La película nos cuenta el "nacimiento" de la ciudad con una trama un tanto simple. Un guion en el que hay una sucesión de aventuras bastante pueriles, con buenos muy buenos y malos malísimos. La realización presenta unos personajes superficiales en los que únicamente destaca Phoebe, "¡Qué mujer, toda acero, de la cabeza a los pies!" Falla el ritmo y falta tensión dramática.
Sin embargo tiene también aspectos muy positivos. Como la fotografía, las imágenes de las caravanas surcando los caminos, la llegada a la ciudad, el ambiente de la misma, los movimientos de las personas con cientos de extras o de los ganados, la banda de música local, la feria de atracciones.
La ambientación en general está muy lograda. Lo mejor de todas formas es Phoebe, "La primera mujer norteamericana prueba del avance de la civilización hacia el Oeste".
Se alude en cierta crítica a la ausencia de mujeres como Phoebe en las novelas que llevan nuestra firma. Conviene recordar al respecto que en los cerca de tres mil títulos publicados bajo el nombre que usamos como seudónimo, no faltan unas cuantas auténticas heroínas como valerosas protagonistas. Aunque hay que reconocer que, lo mismo que en el western en general, el hombre suele ser el personaje central de las novelas.
Película interesante recomendable a los amantes del género y a los que no lo son tanto.

Jamás una mujer hubiera la protagonista en una novela de Marcial Lafuente Estefanía, en todo caso sí que no podía faltar la figura amorosa del hombre duro, rudo, noble y guapo.

Si no fuera por eso, por ese protagonismo femenino diríase que nos encontrábamos leyendo una de esas novelas. Jean Arthur encarna a una valiente y carismática mujer, lista y audaz, y muy respetada por todos y querida por casi todos los que la acompañan en esa ciudad del Oeste. A ella se le une un William Holder muy joven y entonces es cuando nos damos cuenta de que también ella es una mujer que tiene un corazón enamoradizo.

En el lado contrario, Warren William, el traidor, el usurero, el avaro, el mentiroso, el que dirige una pequeña banda de lacayos que, siempre por la espalda, tratará de apoderarse de lo ajeno. Y como, no, no podían faltar los sioux, indios poco amigos de los de buen corazón y que solo se relacionan con quien les proporcione armas, que a estas alturas, ya podemos suponer quien es. Son los auténticos atraca caravanas en connivencia con aquel.

Y por último, cientos de cabezas de reses gobernadas por un Holden con barba de 15 días, polvorienta y sudorosa. Enormemente bien parecido.

Después de esta vendrían muchas más, pero pocas con una mujer empuñando el revólver como el ''starring'' de turno. Por supuesto, si alguien me puede corregir sobre lo de Marcial Lafuente, estaría encantado, pero no creo. Entretenida y agradable western. Un 7.