Los últimos días de Lehman Brothers (TV)

Es de agradecer que el cine, aun en su vertiente televisive, sirva de crónica inmediata de los acontecimientos más importantes de la actualidad, y en esta ocasión, la BBC, referente televisivo de todos los tiempos, da respuesta a lo que podemos calificar como el acto que inagura nuestra crisis actual, que es la quiebra de Lehman Brothers.

Lamentablemente, su ejecución, aunque posea algunas dosis de interés, ni se acerca a conmover, se narran los 3 últimos días de Lehman Brothers antes de su bancarrota, y uno presupone un dramatismo y tensión en lo que ocurrio, con tintes de tragedia Shakespiriana, y nada más lejos de lo que vemos, el film es frío, las interpretaciones no transmiten, y lo que tendría que haber sido una crónica del fin de una época, y el retrato de una codicia desmedida, se nos presenta como una fábula desenfadada, en un contexto de no muy fácil comprensión.

Una pena, valorable el intento, pobrísimo su resultado.

Lo que más me ha sorprendido de la película es esa fina ironía, ese humor inglés que casi convierte en la película en una sit com. Como decían en la crítica de arriba, quizá te esperas una peli muy del estilo americano: momentos dramáticos, tensión, todo muy épico, un gabinete de crisis de 1000 personas... Y no, lo que muestra la película es que un grupito de directores generales de bancos, que muchos de ellos no saben ni de contabilidad, decidieron sobre el futuro de la economía de EEUU y del resto del mundo. Un grupo de no más de 20 personas, que buscaban más salvar su culo que otra cosa. Un grupo de gente que sabía que sus bancos tenían todo tipo pufos pero que preferían mirar a otro lado. Creo que el enfoque casi cómico ayuda a ridiculizarlos y satiriza sobre esta gente que tiene el poder pero ni un ápice de ética.

Este film para televisión de la BBC inglesa, de poco menos de una hora, retrata los pormenores que gatillaron la crisis económica que se gestó en 2009 y que incluso hasta nuestros días nos mantiene complicados o que por ejemplo, tiene por las cuerdas a Europa.

Lehman Brothers, una gigantesca compañía de inversiones vivió por esos días el peor y último fin de semana de su existencia. Este drama basado en hechos reales con James Cronwell dándole peso al reparto, adentra al espectador poco habituado a estas cintas, a una trama más ‘técnica’ o con un ineludible ingrediente de densidad propia de las materias financieras, por lo cual la dirección intenta hacer más didáctico parte de este lenguaje. Un intento no muy logrado, principalmente por la complejidad del tema.

La radiografía de lo sucedido en Wall Street se queda más que nada en eso. Quizás muy fiel a lo sucedido pero que cinematográficamente no luce. Una lástima para lo que se podría esperar de esta obra pero que si lo analizamos es fiel al modelo BBC, sin mucha interpretación y más documentalista que nada.

:s
Conclusión:
Da la impresión que fue hecha por cumplir. Una oportunidad perdida de enseñar y educar.

Al terminar la película deja una sensación de obra fallida. Hasta cierto punto era algo esperable cuando se antemano se sorprende el espectador del escaso metraje. Unos 60 minutos, y la magnitud de los hechos que se tratan de narrar cinematográficamente. Si se pensase simplemente en una quiebra ficticia de un banco ficticio no sería arriesgado afirmar que era imposible plasmar un guion simplemente mediano que tuviese una duración de una hora.

Claro es que se puede argüir que en este último caso sería preciso plantear la situación previa a la crisis y sus causas, el estallido de la crisis y sus consecuencias y efectos. Y en el caso de la quiebra de Lehman Brothers puede en teoría ahorrarse lo primero y lo último, porque todos tenemos alguna idea de la crisis económica mundial. Pero ese ahorro deja a la película sin un planeamiento y sin una conclusión, porque evidentemente no basta un vergonzante pasaje en el que una señorita habla de las hipotecas subprime mientras se ve algo así como un traslado.

Sin embargo la película es fiel a su título. Abarca únicamente tres días. Desde el viernes 13 de septiembre de 2008 en que el presidente del Banco de la Reserva Federal, Timothy Geithner convoca una reunión de banqueros para buscar soluciones a la crítica situación de Lehman Brothers, hasta el final del domingo 15 de septiembre de 2008 en que ésta se declara formalmente en quiebra. En medio, se ofrecen retazos de discusiones sobre dinero público o privado, sobre bancos malos y buenos, sobre cooperación interbancaria, cuestiones actuales de tanto calado que no pueden ser sino aludidas. Se apuntan también las líneas de negociación que existieron y en las que intervinieron Barclays, Merryl Linch o Bank of América entre otras entidades.

En lo demás, la película es correcta y las interpretaciones buenas en general. Pero estos aspectos positivos no compensan la desnudez de hechos que termina ofreciendo la película.