Digging Up the MarrowDocumental
2015
265
Documental. Terror. Fantástico
Un documental que estudia el género artístico basado en los monstruos toma un nuevo, y extraño, rumbo cuando los realizadores son contactados por un hombre que asegura que puede probar que los monstruos son reales. (FILMAFFINITY)
27 de febrero de 2015
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Adam Green es el director y guionista de varías películas de terror como la trilogía Hatchet o la serie Holliston, también suele actuar en las mismas en papeles secundarios o en otros filmes de colegas del mundillo, todo con una fuerte esencia de serie B o alternativo. Estos trabajos le han proporcionado una fuerte legión de fans en Norte América, así empieza esta película camuflada en un falso documental.
El director de cine Adam Green y su fiel productor Will Barratt reciben una carta de un admirador afirmando que conoce de la existencia de monstruos reales y que sabe cómo encontrarlos. Deciden rodar un documental con la esperanza de que no sea un loco. Jamás esperarían lo que les está por venir.
El “momentum” es completamente realista, Adam Green aparece en su casa, con su mujer real, junto a su verdadero equipo trabajando en su siguiente producción, incluso conocidos del mundo del cine como Lloyd Kaufman, Tony Todd o Mick Garris se apuntan a la fiesta. En ningún momento te crees que la premisa es, en modo alguno real, pero se aprecia el esfuerzo y dedicación para ambientar la historia en su vida privada, algo que seguro sus seguidores apreciarán.
El verdadero mérito de todo es la creatividad de su historia, sin ser el paradigma de la originalidad consigue crear, literalmente, un mundo nuevo en 90 minutos justitos, que con tres trazos y dos descripciones construyen una historia absorbente, divertida y por momentos, terrorífica. La historia tiene un potencial increíble que da hasta rabia que apenas se rasque la carcasa, y apostaría a que esto está hecho completamente adrede. Los momentos de comedía o, por lo menos, divertidos son bastante más numerosos que los de terror, pero amigo, te garantizo que cuando lleguen te vas a acordar un tiempo después de los botes que pegaste.
Adam Green se interpreta como una persona divertida y cabezota, que disfruta con su trabajo hasta que se involucra demasiado en su documental. Ray Wise (Twin Peaks, Jeepers Creepers 2) interpreta a William Dekker, un ex policía que lleva investigando la posible existencia de monstruos en algunos puntos del país. Un personaje misterioso del que no sabes si fiarte. Quizás queden un par de cabos sueltos en su historia, hay cierta explicación pero a mi entender, no acabe de comprender.
Película muy entretenida que por lo pronto, me acerca mucho más a ver el resto de trabajos del director, del que sabía muy poco. Mucha creatividad creando un folklore propio y algo de lástima por lo poco explotado de su planteamiento. Mirar la película, que no se os hará larga y entenderéis porque no he explicado casi nada de ella.
http://www.terrorweekend.com/2015/02/digging-up-marrow-review.html
El director de cine Adam Green y su fiel productor Will Barratt reciben una carta de un admirador afirmando que conoce de la existencia de monstruos reales y que sabe cómo encontrarlos. Deciden rodar un documental con la esperanza de que no sea un loco. Jamás esperarían lo que les está por venir.
El “momentum” es completamente realista, Adam Green aparece en su casa, con su mujer real, junto a su verdadero equipo trabajando en su siguiente producción, incluso conocidos del mundo del cine como Lloyd Kaufman, Tony Todd o Mick Garris se apuntan a la fiesta. En ningún momento te crees que la premisa es, en modo alguno real, pero se aprecia el esfuerzo y dedicación para ambientar la historia en su vida privada, algo que seguro sus seguidores apreciarán.
El verdadero mérito de todo es la creatividad de su historia, sin ser el paradigma de la originalidad consigue crear, literalmente, un mundo nuevo en 90 minutos justitos, que con tres trazos y dos descripciones construyen una historia absorbente, divertida y por momentos, terrorífica. La historia tiene un potencial increíble que da hasta rabia que apenas se rasque la carcasa, y apostaría a que esto está hecho completamente adrede. Los momentos de comedía o, por lo menos, divertidos son bastante más numerosos que los de terror, pero amigo, te garantizo que cuando lleguen te vas a acordar un tiempo después de los botes que pegaste.
Adam Green se interpreta como una persona divertida y cabezota, que disfruta con su trabajo hasta que se involucra demasiado en su documental. Ray Wise (Twin Peaks, Jeepers Creepers 2) interpreta a William Dekker, un ex policía que lleva investigando la posible existencia de monstruos en algunos puntos del país. Un personaje misterioso del que no sabes si fiarte. Quizás queden un par de cabos sueltos en su historia, hay cierta explicación pero a mi entender, no acabe de comprender.
Película muy entretenida que por lo pronto, me acerca mucho más a ver el resto de trabajos del director, del que sabía muy poco. Mucha creatividad creando un folklore propio y algo de lástima por lo poco explotado de su planteamiento. Mirar la película, que no se os hará larga y entenderéis porque no he explicado casi nada de ella.
http://www.terrorweekend.com/2015/02/digging-up-marrow-review.html
24 de mayo de 2015
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Entrañable "found footage" de la factoría arieScope (Adam Green y amigos) que aprovecha bien las posibilidades de la propuesta (a medio camino entre el "found footage" y el documental) para contarnos la historia de este director de cine de terror (el propio Adam Green) que cree haber encontrado un monstruo real gracias a la carta de un fan. Como buen amante del terror, cuando encuentras material como este, rodado con mimo e inteligencia, siempre es una delicia. Puede que para el espectador medio, esta sea una película de terror que no da miedo (realmente no lo da) pero parece mas una película por y para fans que un producto para el gran publico. No esperéis pasar terror pero si pasarlo de maravilla con todo ese desfile de famosos relacionados con el cine de terror y como interactúan con Adam y ayudan a construir esta historia a medio camino entre lo absurdo, el terror y el humor. No es una gran película pero he pasado un gran rato. Solo para fans.
13 de setiembre de 2016
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay que empezar diciendo que estamos ante un producto un tanto inusual. Esto no implica que sea malo o bueno, pero le otorga un interés especial.
Es inusual porque en un giro más de tuerca nos presentan el documental dentro del documental. El famoso “mockumentary” mezclado con el tan utilizado últimamente “found footage” hecho película para amantes y detractores de este controvertido género.
No es que sea difícil de entender, es que yo me explico mal. Es tan sencillo como que el director de la peli se interpreta a sí mismo rodando un documental. Un tipo llamado Adam Green cuyos mayores logros son la saga “Hatchet” (2006) y “Frozen” (2010), productos de serie B con más pena que gloria.
Eso sí. Con esta película tal vez consiga uno de los espacios promocionales más largos jamás visto. Una interminable sucesión de camisetas, pósters y demás merchandising donde nos muestra todas sus creaciones. Sí señor. Con dos cojones.
Y antes de pasar a la película en sí misma, otro par de detalles para mérito del figura este. Cuando digo interpretándose a sí mismo, lo digo literalmente. Le podemos ver en la Comic-Con de San Diego en imágenes reales hablando con directores más contrastados como Mick Garris o Tom Holland, o le podemos ver en su verdadera casa con su verdadera mujer en ropa interior… Lo dicho, todo un crack.
Lo que no es tan crack, ya metiéndonos en el tema, es la película en sí misma.
Partiendo de una premisa que me llamó la atención, la sinopsis en definitiva, el film va dando bandazos entre la comedia y el terror más light, con lo que no consigue definirse hasta los últimos minutos del metraje.
Demasiado lenta e insustancial para mi gusto durante su primera hora. Tienes ganas de ver cosas y eso casi nunca pasa. La espera se hace demasiado larga. Y cuando llega lo interesante la peli se acaba. Unos últimos 20 minutos que se decantan por el terror y que, aparte de ver algunas caracterizaciones de los “monstruos” cuanto menos curiosas e inquietantes, nos genera esa tensión que tanto se echa de menos el resto del metraje.
También habría que destacar la interpretación de Ray Wise en el papel del loco que cree en los monstruos, un actor irremediablemente conocido por ser el padre de Laura Palmer en la inigualable serie de tv “Twin Peaks” (1990 – 1991). Le da caché a la película.
En resumen, algo inusual que tal vez tratado de otra manera hubiera conseguido llegar a cotas más altas. Algo sólo para ver si eres de los raros a los que nos gusta este género.
Por cierto, he obviado el final porque o vuelve a dar un giro hacia la comedia (cosa que no me gusta) o es una tomadura de pelo. O tal vez sea la comedia dentro de la comedia. La metacomedia ha nacido.
https://laklaketa.wordpress.com/
Es inusual porque en un giro más de tuerca nos presentan el documental dentro del documental. El famoso “mockumentary” mezclado con el tan utilizado últimamente “found footage” hecho película para amantes y detractores de este controvertido género.
No es que sea difícil de entender, es que yo me explico mal. Es tan sencillo como que el director de la peli se interpreta a sí mismo rodando un documental. Un tipo llamado Adam Green cuyos mayores logros son la saga “Hatchet” (2006) y “Frozen” (2010), productos de serie B con más pena que gloria.
Eso sí. Con esta película tal vez consiga uno de los espacios promocionales más largos jamás visto. Una interminable sucesión de camisetas, pósters y demás merchandising donde nos muestra todas sus creaciones. Sí señor. Con dos cojones.
Y antes de pasar a la película en sí misma, otro par de detalles para mérito del figura este. Cuando digo interpretándose a sí mismo, lo digo literalmente. Le podemos ver en la Comic-Con de San Diego en imágenes reales hablando con directores más contrastados como Mick Garris o Tom Holland, o le podemos ver en su verdadera casa con su verdadera mujer en ropa interior… Lo dicho, todo un crack.
Lo que no es tan crack, ya metiéndonos en el tema, es la película en sí misma.
Partiendo de una premisa que me llamó la atención, la sinopsis en definitiva, el film va dando bandazos entre la comedia y el terror más light, con lo que no consigue definirse hasta los últimos minutos del metraje.
Demasiado lenta e insustancial para mi gusto durante su primera hora. Tienes ganas de ver cosas y eso casi nunca pasa. La espera se hace demasiado larga. Y cuando llega lo interesante la peli se acaba. Unos últimos 20 minutos que se decantan por el terror y que, aparte de ver algunas caracterizaciones de los “monstruos” cuanto menos curiosas e inquietantes, nos genera esa tensión que tanto se echa de menos el resto del metraje.
También habría que destacar la interpretación de Ray Wise en el papel del loco que cree en los monstruos, un actor irremediablemente conocido por ser el padre de Laura Palmer en la inigualable serie de tv “Twin Peaks” (1990 – 1991). Le da caché a la película.
En resumen, algo inusual que tal vez tratado de otra manera hubiera conseguido llegar a cotas más altas. Algo sólo para ver si eres de los raros a los que nos gusta este género.
Por cierto, he obviado el final porque o vuelve a dar un giro hacia la comedia (cosa que no me gusta) o es una tomadura de pelo. O tal vez sea la comedia dentro de la comedia. La metacomedia ha nacido.
https://laklaketa.wordpress.com/
9 de abril de 2015
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuadragésimonovena película de terror narrada al estilo "falso documental" o "found footage" que se han diseminado como una plaga por los cuatro costados del género. No hay que olvidar que es una forma barata y poco orginal de realizar una película, y además tiene la excusa perfecta para olvidarse de encuadres, fotografía, edición y hasta efectos especiales. Aquí ya se sabe que lo que interesa es que la criatura aparezca en primer plano inesperadamente durante medio segundo y ya está; el resto, paja.
Pues aquí es el propio director el que hace de director de un documental sobre un chalado que dice haber encontrado una entrada al inframundo lleno de criaturas deformes e indescriptibles (si Lovecraft levantara la cabeza). Resulta curioso cierto aire de autocomplacencia de Adam Green, como si en realidad fuese un director a tener en cuenta en el mundo del horror, cuando si vemos su producción de lo único que puede regodearse es de estar casado con esa belleza llamada Rileah Vanderbilt (de hecho también lo hace, a juzgar por la poca ropa con la que aparece la chica en los pocos planos donde se muestra). También resulta descarada la autopublicidad de este joven director, mostrando continuamente posters, camisetas y demás autoreferencias sobre sus películas que lastimosamente pocos conocen.
La película no funciona como documental real porque, al contrario que otras producciones de este tipo, se nota que los protagonistas son actores (incluso conocidos, como el mítico segundón Ray Wise) y les falta ese punto de espontaneidad tan típico en el "metraje encontrado". La trama podría resultar interesante como cuento de terror, pero la puesta en escena y su desarrollo desaprovecha su potencial. Acaba con un desenlace que se supone impactante pero que resulta una excusa para sacar tajada de la cámara subjetiva de modo un tanto inverosímil (ver spolier).
Pues aquí es el propio director el que hace de director de un documental sobre un chalado que dice haber encontrado una entrada al inframundo lleno de criaturas deformes e indescriptibles (si Lovecraft levantara la cabeza). Resulta curioso cierto aire de autocomplacencia de Adam Green, como si en realidad fuese un director a tener en cuenta en el mundo del horror, cuando si vemos su producción de lo único que puede regodearse es de estar casado con esa belleza llamada Rileah Vanderbilt (de hecho también lo hace, a juzgar por la poca ropa con la que aparece la chica en los pocos planos donde se muestra). También resulta descarada la autopublicidad de este joven director, mostrando continuamente posters, camisetas y demás autoreferencias sobre sus películas que lastimosamente pocos conocen.
La película no funciona como documental real porque, al contrario que otras producciones de este tipo, se nota que los protagonistas son actores (incluso conocidos, como el mítico segundón Ray Wise) y les falta ese punto de espontaneidad tan típico en el "metraje encontrado". La trama podría resultar interesante como cuento de terror, pero la puesta en escena y su desarrollo desaprovecha su potencial. Acaba con un desenlace que se supone impactante pero que resulta una excusa para sacar tajada de la cámara subjetiva de modo un tanto inverosímil (ver spolier).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
7 de febrero de 2022
Sé el primero en valorar esta crítica
He aquí una pequeña película, de bajo presupuesto, que es resultona, entretenida y nada pretenciosa. Bajo el formato de falso documental el director de la cinta se interpreta a sí mismo en busca un agujero que supuestamente conduce a un submundo de monstruos.
Como es esperable, la mayor parte del metraje son entrevistas y conversaciones. De hecho, parece mezclar entrevistas reales (con fans en festivales de cine) junto a actores que interpretan su papel. Por suerte, rehúye de abusar de las típicas escenas de cámara nocturna corriendo a toda leche, en las que nada se ve. Las hay, pero son las justas y necesarias. Cómo he dicho, la gracia son las conversaciones entre personajes y en este caso están bien ejecutadas, no se hacen nada largas. Hay algún "susto" pero en su adecuada mesura, y se queda en un terreno contenido, sin gore ni griterío, ni cosas desagradables. No llega a despertar miedo en ningún momento, pero sí esa sensación de misterio que tanto nos gusta.
Parece el argumento de una partida de rol de esas que jugaban los jóvenes de los 80 y 90 en universos fantásticos a lo Lovecraft, pero en pulp. De hecho, toda la cinta transpira un ambiente socarrón, no se llega a tomar en serio a sí misma.
Como es esperable, la mayor parte del metraje son entrevistas y conversaciones. De hecho, parece mezclar entrevistas reales (con fans en festivales de cine) junto a actores que interpretan su papel. Por suerte, rehúye de abusar de las típicas escenas de cámara nocturna corriendo a toda leche, en las que nada se ve. Las hay, pero son las justas y necesarias. Cómo he dicho, la gracia son las conversaciones entre personajes y en este caso están bien ejecutadas, no se hacen nada largas. Hay algún "susto" pero en su adecuada mesura, y se queda en un terreno contenido, sin gore ni griterío, ni cosas desagradables. No llega a despertar miedo en ningún momento, pero sí esa sensación de misterio que tanto nos gusta.
Parece el argumento de una partida de rol de esas que jugaban los jóvenes de los 80 y 90 en universos fantásticos a lo Lovecraft, pero en pulp. De hecho, toda la cinta transpira un ambiente socarrón, no se llega a tomar en serio a sí misma.
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here