Mur murs

Varda cuenta que le fascinaron los grafitis de Los Ángeles. “Collages” en las paredes. Siempre fascinada por lo que ve alrededor, la cineasta se rinde ante las pinturas murales enormes que la sorprenden en cada esquina, así que empieza a fotografiarlas y recolecta cientos, desconociendo la autoría en la inmensa mayoría de ellas.

Se entretiene en preguntar a los vecinos si saben quién las pintó, y en un caso la ponen en contacto con alumnos de bellas artes dedicados a la pintura mural. “Algunos sólo lo hacen para reaccionar contra el sistema capitalista de las galerías de arte. La idea es que se muestra pintura gratis para todo el mundo”

Capítulo aparte son las de la zona latina, al otro lado del río. Arte chicano en grandiosos murales que filmó con devoción palpable, trabando amistad con Willie Herrón que creció en esas calles donde escribir en las paredes era una forma de vida. No había nadie que no escribiera siu nombre, más tarde o más temprano en alguno de sus muros.

Herrón cuenta que… “Una noche, volviendo a casa, vi a mi hermano en un callejón, desangrándose. Tenía 16 años. Una pandilla rival le había atacado, y estaba allí, desangrándose. La pandilla vivía al otro lado del puente. De camino al hospital, fui reuniendo todas esas imágenes y se me pasaron varias cosas por la cabeza. Decidí que una posible manera de vengarme podría ser a través del arte. Muros, música, actuaciones… Con 19 años era una forma distinta de expresar esa presión que sentía dentro. la violencia creció mucho a principios de los 70’s y muchos de mis amigos murieron. Sucedía por todas partes. Así que es como un mensaje sin fin… que he escogido expresar mediante el arte.

“Mur murs”, dice Varda, “es la película de L.A. extrovertido. La gente se expresa mediante los muros, mediante la indumentaria, mediante todo lo que dice…”