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Frontera sin ley

Western John Tobin (John Wayne) trata de salvar a una joven y a su abuelo de un asesino y de paso vengar la muerte de sus padres, asesinados por el mismo hombre. (FILMAFFINITY)
Críticas 4
Críticas ordenadas por utilidad
25 de marzo de 2007
15 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Extremadamente FLOJA,

"Frontera sin ley" ha sido tachada como "probablemente, la peor película en la que John Wayne tiene un papel protagonista". La filmografía del 'Centauro del desierto' es prolifíca, pero visto este film... la afirmación tiene muchos visos de ser verdad.

Una historia facilona, un capítulo de 53 min. de "las aventuras del héroe". El guión es tramposo, el director se saca descaradamente ases de la manga para solucionar situaciones bastante sencillas y... sólo nos queda sonreir. Es el héroe, y todos esperamos que Wayne acabe con los malos.

Si cae en tus manos y te planteas verla (1), creo que sólo merece la pena:
si lo que te mueve es la curiosidad de conocer cómo era un western de serie B de menos de una hora en los años 30, y de ver a un Wayne veinteañero corriendo y dando saltos por el desierto;
o si quieres entretenerte matando el rato con una peli mala pero corta. ¡Yo la volvería a ver!

Absténganse aquellos que sólo desean ver buen cine.

Con todo, debo reconocer que la banda sonora es exquisita.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
diego_dgc
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2 de diciembre de 2010
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
John Tobin (John Wayne) intentara salvar la vida de una familia de un asesino sin escrúpulos y lujurioso, además es el que mato a sus padres. El film nos presenta abundantes escenas de largas cabalgatas, en la escena final de la cabalgata en el desierto, la actriz Sheila Terry parece más una modelo francesa de revista, que una mujer de la época.

En este film vemos nuevamente a John Wayne junto a George 'Gabby' Hayes, un icono de la época en el género de los “western”, el conocido Earl Dwire que filmo más de 150 películas entre 1921 y 1940 como actor de reparto y el famoso “stutman” de “Gone with the Wind” (1939) y “Spartacus” (1960), el actor Yakima Canutt.

“The Lawless Frontier” (1934) es un film de 59 minutos, y es parte de la colección “John Wayne-Ultimate Collection 25 Movies”. Esta colección tiene las veinte películas que filmo John Wayne desde 1933 al 1937, que no superaban la hora de duración y sus presupuesto excedían por muy poco los $10,000. En ocasiones los actores de reparto hacían dos personajes diferentes.

Estos filmes eran parte de las dobles o triples tandas que se presentaban los fines de semana en los cines, en algunos casos eran mejores que el film principal de la cartelera. Sus tramas eran básicamente parecidas, el protagonista de la película busca al maloso culpable de la muerte de algún familiar, novia o amigo suyo, pero encuentra a alguna familia, pueblo o comunidad que está siendo acosada por una banda de maleantes, cuyo jefe es por lo general el hombre al que busca nuestro héroe.
operez
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12 de octubre de 2019
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Pandro Zanti es un bandido y un asesino, que junto a su banda, aterroriza a toda una región.
Buscado por las autoridades, sé ofrece una recompensa de 5.000 dólares por su captura.
En una de sus correrías, asesina a los padres de John Tobin (John Wayne).
En otra ocasión, pretende raptar a la nieta de un buscador de oro (George "Gabby" Hayes) y hacer desaparecer a éste. Sus planes son escuchados por la nieta [ llamada Rubí (Sheila Terry)]. Y ambos deciden abandonar el lugar e irse a la ciudad. En el camino conocerán a John Tobin.

Es un western de bajo presupuesto (Serie B), uno de los muchos que hizo John Wayne en los años 30.
El que espere ver al John Wayne de Centauros del Desierto, al de Río Rojo, Rio Bravo...Ó una historia parecida, no va a encontrar ni lo uno ni lo otro.
Es una película con muy pocos diálogos y mucha acción y Wayne da el perfil perfecto del protagonista, un hombre de acción, atlético y decidido.
Le acompaña George "Gabby" Hayes, con él que Wayne protagonizó muchas películas de esta época, al igual que con el famoso especialista de cine Yakima Canutt, que también aparece en la película como secuaz de Pandro y cuya influencia, está muy presente, según mi opinión, en esta película, pues hay muchas persecuciones a caballo y muchas peleas.
La película tiene alguna que otra "casualidad" que llevan a la trama a un "final esperado".
Pero siendo sinceros, a lo mejor aquí, son un pelín descarados, pero hay muchísimas películas en las que también lo hacen.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Airam
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27 de enero de 2021
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El argumento casi es lo de menos. La banda del malvado Pandro Zanti (Wilsey), que se hace pasar por mejicano pero no lo es, quiere secuestrar a la bella Rubi (Terryl) y matar a su abuelo (hayes), sin darse cuenta que por allí anda un jovencísimo John Tobin (Wayne). No tiene nada que hacer.
La novedad en todo caso es que nos encontramos con un sheriff torpe, torpe y mal pensado como nunca habíamos visto. Y mira que en el western hay variantes de sheriffs.
Como ocurre en los inicios del cine sonoro, estas cintas menores están todas cortadas por un mismo patrón. Largos silencios, música de vez en cuando y frases sintéticas muy similares a los subtítulos que aparecían en la mudas. Eso sí, se conserva todavía bastante la expresividad en los rostros y en los gestos en los actores.
También se mantienen sus dotes gimnásticas, con saltos, cabriolas, caídas y peleas en los caballos como ya no veremos en el western posterior. Hay una escena que hemos visto repetida en varias películas (¿o es la misma en todas?), donde Wayne es perseguido por varios jinetes, llegan a un árbol grande y salta sobre una de las ramas bajeras mientras su caballo sigue corriendo, pasan a toda velocidad sus perseguidores pero cuando llega el último salta sobre él, lo derriba y continúa con su caballo persiguiendo ahora por la espalda a sus perseguidores. Otra escena parecida es una especie de "snowboard" o de esquí acuático descendiendo en una tabla por un plano inclinado por donde cae el agua o hay simplemente un terraplén de tierra. Como un tobogán infantil, como los "esbarizaculos" de nuestra infancia. No necesitaban muchos gimnasios entonces en el Oeste, donde por cierto ya tenían línea telefónica.
La cinta no es gran cosa, hay que reconocerlo. ¿Qué queremos en poco más de tres cuartos de hora? Ahora, aunque solo sea por ver el ingenioso mecanismo que se inventa John con una cuerdecita para disparar a distancia a los malos, vale la pena verla.
Lafuente Estefanía
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