Sublime

Lo que más me atrae en el cine, es la coherencia con lo que estoy viendo. Para mi es fundamental que la orientación sea clara, con todos los giros necesarios, pero bien definidos.

Sublime, es un largometraje donde se juega con la ambigüedad, algunas escenas están construidas con indiscutible sensibilidad, al lado de otras cuyo destino no conseguí encuadrar.

No sigue una línea bien definida, y eso, tal vez es lo que más peso tiene, a la vez que funciona como lastre. Nunca conseguí entrar del todo en ella. Su magnífica fotografía, lo más destacable en el apartado técnico.

En mi opinión escasea velocidad. interés, cautivar al espectador, variedad y originalidad. Se han hecho cientos de películas con el mismo o parecido argumento y en ésta no encontrarás nada nuevo, que destaque. Los críticos le dan dado un aprobado justo, pero pienso que es por compromiso. Realmente nadie sabe dónde está la magia que hace referencia al título.

Los guiones sobre adolescentes y su iniciación siempre son muy recurrentes, pero dependiendo del enfoque que se le quiera dar, pueden resultar entretenidas o soporíferas. En este caso, no hay variaciones interesantes en la vida del protagonista. Es la vida de un chico normal, que tiene un grupo de música, que le encanta no hacer nada y como a la mayoría de los jóvenes, no les preocupa el paso del tiempo porque creen que tienen toda la vida por delante.

Una cinta que nos cuenta la historia más vieja del mundo, enamorarse de quien no nos puede corresponder o que se enamoren de nosotros sin poder corresponder. Una emoción que todos hemos sentido desde ambas posiciones y que supone un gran dolor y desagrado en ambos casos.

Los personajes de esta historia, con sus aristas y su complejidad nos enseñan una forma madura de gestionar estas emociones.

Unas interpretaciones muy emocionales, expresivas, sin grandes diálogos, los justos para la conducción de la historia.

Muy acertado usar como banda sonora al grupo de música de los propios personajes, con una calidad musical mejorable pero que le da una personalidad magnífica a la cinta.

A nivel técnico correcta sin pretensiones.

Mariano Biasin, en su debut como director, nos atrapa con una historia nada fácil de contar.
Con suaves pinceladas logra mezclar la post adolescencia, la música y el amor.
Este drama de los tiempos que corren muy bien interpretado por Martín Miller y Teo Inama Chiabrando, quienes logran darle a la historia, el equilibrio perfecto entre el amor y la amistad.-