Ruby en el paraíso

Se deben tener las ideas muy claras para hacer una película de este calibre. Independiente, solitaria y tremendamente personal, Ruby en el paraiso está destinada a ser película de culto sólo para aquellos que capten su extraña belleza, encuentren calma y libertad en ese abandonado pueblo de playa y hayen un tesoro en Ashley Judd. Ella estaba destinada al cine comercial, era obvio, pero desde luego la película no sólo se sustenta con ella. El entorno, una especie de Twin Peaks a lo playero, da un clima en la película que afinará bien con espíritus a la deriva en busca de sí mismos. Los abuelos comprando en la tienda no son sólo tristes figurantes, sino los fantasmas de un pueblo que ha perdido su esencia, pero que se la devuelve a la película en forma de estado espiritual.

Ruby es un estado del alma, aquel en el que se deja todo para buscarse a uno mismo, escrita con un guión agradecidamente mínimo donde casi lo mejor es el silencio y la buena intuición del que observa. Para ver solo o con alguien que realmente sepa lo que va a ver.

No sé como llegué a ella, pero la busqué porque quería verla; intuí que tenía un mensaje para mí, algo tranquilo que contarme... una especie de encuentro de navegante hacia la deriva...

Y lo encontré durante la primera media hora, o tal vez un poco más. Hasta que las ideas se agotaron y sufrió una transformación hacia esa mirada autocomplaciente y despistada.
De manera global deja un buen sabor de boca.

Ashley Judd, bellísima.

Película menor, con intenciones buenas, dignas y respetables, pero no lo suficientemente notable como para obtener el premio de mejor película en el festival de Sudance 1993, claro que cuando no hay productos que destacar la suerte suele recaer en los que simplemente no son malos sino sólo medianos o menores. Y este es un caso obvio.

La actriz Ashley Judd es sin duda deliciosa de ver, su rostro además de hermoso tiene un carisma y una simpatía muy particular, gusta verla interpretar. Así mismo pasa también con su compañera de reparto la actriz negra Allison Dean, quien cuenta con una belleza muy exótica, una cara encantadora y mucha madurez en su manera de actuar.

Esta película de Víctor Núñez toca la búsqueda personal de una joven mujer; búsqueda de liberación, búsqueda de independencia, búsqueda de trascendencia acá en la Tierra, también de amor, de estabilidad, de poder sobrevivir sin grandes pretenciones salvo el ser libre y hacer con su vida lo que ella en consciencia ha decidido, no la que otros quisieran para ella.

He visto... Ruby en el paraíso...
https://www.filmaffinity.com/es/film328777.html

Un 6. Por casualidad he dado con esta película menor, primera protagonizada por Ashley Judd, que es una actriz que aunque no se haya convertido en estrella a mí me gusta mucho.

La película en la que más me hace disfrutar es en Doble traición, de 1999, donde su personaje es el de una mujer florero que es traicionada por su marido con pretensiones, al punto de que ella termina perdiendo la custodia de su hijo y en la cárcel, acusada de un asesinato que no cometió. El ver a un ser delicado sobreponerse y llegar al límite de su capacidad, me conmueve y despierta toda mi simpatía. Pero esta es otra película.

En esta película, la actriz tenía 25 años, aunque, por apariencia, casi parece una teenager.

Interpreta a una mujer que huye de su vida, y va a parar a una zona turística, donde encuentra trabajo de dependienta en una tienda se souvenires.

La película es sencilla y no da para mucho, pero a mí me ha encantado. Y es que me ha tocado la fibra con algo que siempre me conmueve: lo cotidiano, y el paso de la vida. Aunque tampoco es que pase mucho, porque la película llega como mucho a un año de relato.

Pero me toca la fibra sensible viendo como acepta su vida, y con personajes como sus compañeras de lavandería, que me enternecen un montón, con la aceptación de su situación, su alegría como actitud vital, y su generosidad.

En fin, que para mí ha sido un delicioso bocado, que no descarto ver dentro de un tiempo, pero que no me parece una película recomendable, porque lo que valoro de ella son cosas que son personales y forman parte de mi yo íntimo. No tengo claro que estas cosas conmuevan como a mí al resto de la gente. De hecho, mi prejuicio es que no lo hacen.

Ashley, ha ido por ti.