¡Por fin solos!

Irregular comedia que daba para mucho más, desaprovechada por un director tan mediocre como Antonio del Real ( con la sempiterna crisis del cine español no sé cómo le dan tantas oportunidades. Mirad si no las puntuaciones de sus comedias en filmaffinity..).

Yo me imagino esta película dirigida por Berlanga y sería una gran comedia, pero me da pena ver a un pedazo de actor como Landa llevando él solo el peso de este tostón. Y eso que la idea no era mala: una comedia costumbrista sobre un tema tan español como la permanencia de los hijos adultos en casa de sus padres ( "como en casa de mamá no se está en ninguna parte") desvaría con personajes de cartón piedra, situaciones llevadas al límite y diálogos pobres.

Curiosamente dos de los actores saldrían luego en una serie costumbrista de gran éxito, "Aquí no hay quien viva": Luis Merlo, que aquí es el novio tímido de la hija menor, y Eva Isanta, la novia hippy del hijo.

Comedia bastante descafeinada de los 90, envejecida con el tiempo, y de un absurdo difícil de empatizar. El reparto es normalito, gustándome Ayanta, la hija de Dragó, finalista del premio Planeta y presentadora de un programa de radio actualmente.

Sorprende el cameo que hace Chencho Arias, el cual se ha relacionado muy bien con estos cameos, sobre todo con Garci, mientras hacía las veces de embajador en NY. Por lo demás, todo muy previsible y carente de interés. No hay nada peor para una comedia que no hacer gracia… Y eso le pasa a este producto.

La película no es cine. Es teatro filmado. Se apoya en los actores. Sólo el trabajo de Alfredo Landa y Amparo Larrañaga ya justifican por sí solos el film. Aceptando estas premisas se puede disfrutar de la función. Hay que ver la obra como si se fuera al teatro, no con ojos de cinéfilo sino como de aficionado a la dramaturgia. Cambiando el chip, se puede pasar bien con la sátira en torno a los hijos que no se van de casa, ni a empujones, habiendo llegado a la madurez, dadas las dificultades para situarse.