Habla con Jane

¿Quién hubiera pensado que sería necesario otro movimiento "Call Jane" en 2023?

Si esto saliera a la luz hace un par de años, sería irrelevante o alarmante. Con la reciente sentencia judicial, esto ha adquirido nueva relevancia.

Es Chicago de 1968. El abogado criminalista Will (Chris Messina) y su esposa embarazada Joy (Elizabeth Banks) son reservados políticamente. Su salud se deteriora y necesita un aborto con medicamentos. La junta del hospital rechaza su solicitud y ella busca ayuda en un callejón sin salida. Encuentra un folleto de "Call Jane", una organización de mujeres encabezada por Virginia (Sigourney Weaver).

La película, si bien no es perfecta, transmite el mensaje de que las mujeres no tienen el control de sus propios cuerpos, no pueden interrumpir un embarazo incluso cuando sea médicamente necesario y la vida de la mujer esté en peligro.

Es una historia ficticia clara y sincera, pero muy real, sobre cómo eran las cosas en los años 50 y 60, una vida incruenta, bastante pura y simplista como debe ser una vida natural, presentada audazmente por un elenco de actores conocidos que se atreven a elegir bando en esta niebla de guerra para proteger los derechos individuales, en este caso de las mujeres.

Es una vista obligada. Es difícil no sentirse muy conmovido por esta historia de mujeres valientes que toman el control de sus propios cuerpos y de su futuro frente a la opresión. La actuación central de Elizabeth Banks es majestuosa, interpreta a un personaje con el que es fácil simpatizar y conectarse. La historia es atractiva y está bien contada, si no demasiado llamativa.

Dependiendo de tu forma de pensar determinará si te "gustará" lo que veas aquí o no. La cuestión es que las personas que no están en condiciones de tomar ciertas decisiones (sobre otras personas y sus cuerpos) generalmente, la mayoría de las veces sienten la necesidad de hacerlo de todos modos. Ya sean políticos, vecinos o personas de fe.

No es una producción elegante, llamativa y de gran presupuesto. Es una película modesta que cuenta una gran historia. Una muy importante. Y también hace un muy buen trabajo al hacerlo. Esta película se sintió como contó la historia de la manera correcta. No está aquí para ganar mucho dinero, solo está aquí para iluminar y difundir un mensaje. La actuación de Banks y Weaver es de primer nivel habitual/esperada, no hay sorpresas, y Banks a veces cuenta una historia completa con solo un ligero cambio en su rostro.

Una película con cierta demagogia. En un momento donde en los Estados Unidos hay una tendencia de los movimientos pro vida frente al aborto libre, se recurre a contar una historia de un grupo de mujeres en 1968, cuando el aborto no estaba permitido salvo en alguna situación calificada de terapéutica.

Jane Collective, o “las Janes”, fue un servicio clandestino en Chicago, Illinois afiliado a la Unión de Liberación de la Mujer que operó desde 1968 hasta 1973, una época en la que el aborto era ilegal en la mayor parte de los Estados Unidos. Las bases de la organización se sentaron cuando Heather Booth ayudó a la hermana de una amiga a obtener un aborto “seguro” en 1965. Otras mujeres con embarazos no deseados comenzaron a contactar a Booth después de enterarse que podía ayudarlas.

El largometraje se basa en la historia ficticia, pero que pudo ser real, de Joy. Se empieza con la dicotomía de “elegir” entre la vida del bebé o de la madre, pero curiosamente después del aborto no se hace ninguna mención a la enfermedad de Joy y sigue una vida absolutamente saludable. Por ello coge un tono más documental; se hace más ahínco en aportar información y datos del grupo de mujeres que de la historia de cada una.

'Todas somos Jane' plantea el dilema moral de convertir el tema de los abortos en un negocio para ganar dinero, como se ve con la figura del falso médico. También ahonda en las diferentes causas por las que acuden las mujeres. ¿Están al mismo nivel una mujer violada que la chica que aborta cada vez que se queda embarazada de su amante casado? Ellas mismas lo debaten. Aquí es curiosa la intervención de una monja en el equipo de “Janes”, que matiza la hipocresía moral de algunos sectores de la sociedad.

Asimismo, la ambientación sesentera del film está muy bien lograda, tanto en vestuario como en decoración y estilismo. En las escenas explícitas de los diferentes abortos se consigue trasmitir el dolor, el sufrimiento, y la cutrez y falta de higiene en las instalaciones.

Curioso ver a una Sigourney Weaver, con retoques estéticos, en un papel tan poco relevante, aunque sea coprotagonista, después de haber sido una de las grandes de los años 90.

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El derecho de una mujer a decidir sobre un aborto es lo que plantea este film que se basa en una historia real. Un tema bastante comprometido, ya que la división de opiniones es bastante evidente entre los ciudadanos.

Estamos en 1968, Joy es una ama de casa de unos cuarenta y tantos años que vive en un barrio a las afueras de Chicago. Cuando se le niega un aborto que evitaría la insuficiencia cardíaca congénita que tiene y que podría acabar con su vida, se pone en contacto con un colectivo de mujeres que realizaba clandestinamente interrupciones de los embarazos en un momento en que eran ilegales en todo Estados Unidos. Pronto comenzará a colaborar con la organización de Jane y su vida comenzará a dar un vuelco inesperado.  

Phyllis Nagy, que escribió la magnífica película de Todd Haynes "Carol" rueda su ópera prima con bastante acierto. La ha filmado en celuloide para darle ese aspecto de los años 60 con el grano característico de la época. También es la música una baza importante con canciones bien seleccionadas. 

Rápidamente, empatizas con el papel de Joy, interpretada por la actriz y directora Elizabeth Banks, su impotencia y desesperación queda bien reflejada en la pantalla, la acompaña la magnifica Sigourney Weaver como Virginia, la cabeza más visible de la organización. También destacables son los papeles de Chris Mesina como el marido de Joy y Kate Mara.

Hay también cierta crítica a como se les trataba a la población de color, que era más denostada en la sociedad y con menos poder adquisitivo para costearse la operación. El drama que compone esta historia no está tratado de forma "demasiado seria", tomándose ciertas licencias de humor para que se vea con agrado. El resultado es un film reivindicativo de aquella época más oscura y sirve de recordatorio poderoso y oportuno para la legalidad de esta toma de decisiones tan importante en la vida de una mujer. 
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*Un asunto de mujeres

Resulta sorprendente que un asunto tan femenino como la concepción y el posible derecho a la interrupción del embarazo, estuviera y siga estando en manos de hombres.

Call Jane ofrece la oportunidad de concienciar y dar visibilidad a este asunto. Cuando Joy (Elizabeth Banks), un ama de casa de clase acomodada queda embarazada y con el peligro de perder la vida si continúa adelante con la gestación, se presenta un difícil dilema.

¿Qué es más importante? ¿La vida de ella? ¿La interrupción del embarazo? Se trata de una decisión que tienen que tomar millones de mujeres en el mundo. Si ya debe de ser penoso decidir abortar, todavía es más complicado cuando las leyes no amparan. Cuando se deben de realizar clandestinamente.

Para Will, el esposo de Joy, abogado de profesión e interpretado por Chris Messina, tampoco será sencillo aceptar la decisión tomada por un grupo de médicos del centro donde la asisten. Por unanimidad decretaron que, por encima de todo, estaba la vida del feto.

*Un colectivo llamado Jane

Definitivamente, Joy toma una decisión que consiste en llamar a una tal "Jane" para ayudarla. De una forma fortuita, en ese tipo de anuncios donde el número de teléfono viene para poder arrancarlo con una zona punteada, de los que a veces están en en las paradas de buses, lo encuentra.

En realidad, Jane no era el nombre de una mujer, sino el nombre de un colectivo que asistía a mujeres que habían tomado esa decisión.

Debido a la ilegalidad entonces de practicar dicha intervención en Estados Unidos, existían antros clandestinos, sin ningún tipo de medidas de higiene ni de seguridad. En los que la "solución" se convertía en algo peligroso.

En Call Jane, aquel colectivo, bien organizado e incluso con asistencia psicológica posterior, está dirigido por Virginia, Sigourney Weaver. Aquí la vemos interpretando un magnífico papel de feminista y matrona al mismo tiempo, apoyando sin condiciones a las mujeres que a ella acuden, sin importar los motivos que les ha llevado hasta allí.

*Conclusión

Estupenda película que cuenta, sin tapujos, un asunto considerado tabú en algunas sociedades todavía, incluso inmoral. Absolutamente inconcebible en el ámbito religioso.

Un enfoque positivo a la importancia de la hermandad entre mujeres, a la colaboración para beneficio de todas. Quizás Call Jane peque de ser demasiado ingenua. Da la impresión de que la rápida transformación de la protagonista en activista, sea algo sencillo e incluso divertido para un ama de casa aburrida. Esto le resta relevancia y riesgo a dicha actividad.

Bajo el contexto de la era "hippy", es un viaje al pasado, con una música extraordinaria y una acertadísima recreación de aquel tiempo.

Escrito por Irene Abecia Navarro

Es una película que retrata una época crucial en la historia del aborto en Chicago. Basada en hechos reales relacionados con el Colectivo Jane, un grupo de mujeres valientes que proporcionaba abortos seguros y clandestinos en una época en la que el aborto era ilegal, la película aborda temas importantes como los derechos reproductivos de las mujeres, la lucha por la autonomía y la solidaridad femenina en un contexto social y legal adverso.

La trama de la película se desarrolla en Chicago a fines de los años 60 y sigue la historia de Joy, una ama de casa que se ve obligada a interrumpir su embarazo debido a una enfermedad asociada al mismo. A través de la narrativa, la película logra transmitir las emociones y los desafíos que enfrenta Joy, así como la fuerza y la determinación de las mujeres del Colectivo Jane que trabajan incansablemente para brindar ayuda y apoyo a otras mujeres en una situación similar.

En cuanto a la actuación y los personajes, Elizabeth Banks y Sigourney Weaver destacan en sus interpretaciones, transmitiendo de manera convincente la intensidad y complejidad emocional de sus personajes. Sus actuaciones profundizan la conexión con el público y reflejan la valentía y el sacrificio de las mujeres involucradas en la lucha por los derechos reproductivos.

La dirección de Phyllis Nagy logra capturar la atmósfera de la época y transmitir la tensión y la importancia de los eventos que se desarrollan en la trama. La película se sumerge en la historia y en la solidaridad femenina, recordándonos la valentía de estas mujeres que desafiaron las leyes y lucharon por sus derechos.

La partitura de la película complementa de manera efectiva las escenas, aportando emociones y creando la ambientación adecuada. La cinematografía y el diseño de producción recrean de manera precisa la estética de la época, transportando al espectador a un contexto histórico complejo y desafiante.

En cuanto a los efectos especiales, la película no se basa en ellos, ya que se centra más en la historia y en la actuación de los personajes. La edición y el ritmo son adecuados, manteniendo el interés del espectador a lo largo de la trama.

El diálogo de la película es sólido y auténtico, reflejando los dilemas y las emociones de los personajes. Cada interacción y conversación entre las mujeres del Colectivo Jane nos sumerge aún más en sus motivaciones y en la importancia de su misión.

La película nos recuerda que la lucha por la justicia y la igualdad nunca debe detenerse y que la solidaridad y la valentía pueden marcar la diferencia en la búsqueda de un mundo más justo y equitativo.