La última locura de Claire Darling

La última locura de Claire Darling es la adaptación de una novela estadounidense de Lynda Rutledge, "Faith Bass Darling's last garage sale"que originalmente ocurre en Texas en el que se integra los recuerdos del pasado con los olvidos del presente. La historia se ha llevado a Verderonne un pueblecito francés, en un guión firmado conjuntamente por Julie Bertuccelli y Sophie Fillières.
Deneuve de 75 años es una madre desorientada, con síntomas de alzheimer, que vive sola en una casa grande donde tiene una maravillosa colección de objetos de arte que ha coleccionado durante su vida. Una mañana decide vender todo a un precio de ganga en su jardín, convencida de que este será su último dia.
Avisada por una amiga de la infancia, aparecerá en escena su hija Marie (Chiara Mastroianni) después de 20 años de no saber nada de su madre por motivos que iremos conociendo. La venta improvisada provoca visiones entre las tres mujeres que recuerdan la infancia y la juventud de Claire, asi como la perdida de un hijo y la de su marido.
Julie Bertucelli la directora de "El Árbol" una interesante película de 2010 interpretada por Charlotte Gainsbourg regresa después de realizar un par de documentales, seleccionando a Catherine Deneuve para el papel de esta vieja burguesa.
Pero después de un prólogo prometedor y conmovedor, la película se pierde en un laberinto de ida y vuelta que termina aburriendo a pesar de sus buenas intenciones. Las intérpretes se esfuerzan con el difícil desafío de un relato melancólico sobre el paso del tiempo, pero no se si falla el guión o una torpe dirección lo que no consigue llevar a buen puerto esta historia. 
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"La última locura" de Claire Darling tiene como atractivo principal contar con la presencia de la icónica actriz francesa Catherine Deneuve, en esta ocasión acompañada de su hija Chiara Mastroianni, que a la vez será hija también en la ficción. Esta comedia dramática francesa viene a ser el tercer largometraje de la directora de cine y guionista Julie Bertuccelli, realizadora de las películas "Cartas de París" (2003) y "El árbol" (2010).

La historia trata sobre Claire Darling (Deneuve), una mujer de edad avanzada con claros problemas psicológicos que la aquejan, que despierta una mañana de verano con la idea fija de que ese será el último día de su vida. Lo primero que decide hacer entonces, es sacar de su casa la mayoría de los objetos que formaron parte de su vida, y ponerlos a la venta, sin importar en absoluto el dinero que le ofrezcan por ellos, con la idea central de liberarse de todo lo posible. Esta peculiar locura llamará la atención de los vecinos y otros cercanos, entre los cuales se encuentra Martine (Laure Calamy) una amiga de la infancia de su hija Marie (Mastrtoianni) que le hará saber la noticia, y quien tras enterarse de la misma, decide regresar a ver a su madre, con quien no se ven desde hace unos 20 años. Tanto su regreso, como los objetos que circulan en escena, traerán recuerdos y mostrará parte de las historias que atormentan desde hace tiempo a Claire, y que a su vez también visibilizan el distanciamiento entre madre e hija.

El tener como protagonista a la inmensa Catherine Deneuve es claramente la razón principal para ver este nuevo filme de Julie Bertuccelli, que vuelca en los hombros de la actriz de clásicos como "Belle de Jour" o "Repulsión" todo lo que se puede pedir. La idea central está clara, lo que permite que "La última locura de Claire Darling" tenga una primera parte a la altura, ciertamente entretenida y con un foco claro. Bertucceli acierta bastante en la forma que decide traer al presente los viejos recuerdos, intercalando con momentos de la actualidad, imprimiendo una dinámica muy favorable a la película. Pese a esto, la segunda parte decae a causa de un guión un tanto confuso, y sin la fuerza inicial, lo que hace que el atractivo se diluya progresivamente. No obstante, sin ser una cinta fuera de serie, las actuaciones de Denueve y Chiara Mastroanni le dan un plus, y la historia en si es aceptable y un poco más, dejando entrever un análisis más que interesante, pese a su cierre no tan convincente.

*En la vieja mansión de Claire Darling

La adaptación cinematográfica de la primera novela de la texana Lynda Rutledge, oscila con sus principales personajes desdoblados en el tiempo. Claire (Catherine Deneuve) es la solitaria mujer madura con vida insatisfecha que se debate sufriendo con sus recuerdos, En torno a ella están las referencias a un matrimonio fracasado y dos hijos ausentes. Esta soledad afectiva se muestra en la nebulosa de su presente no asumido y sus fantasmas del pasado.

La última locura de Claire Darling simboliza esta vivencia global enlazando el pasado de la pesadilla nocturna de una niña con el despertar sobresaltada de la protagonista en la madrugada. La música original de Oliver Daviaud une en el comienzo de la trama este paralelismo que continuará a lo largo de la película. Todo ello con el trasfondo de la llegada al pueblo de Verderonne, anexo a París, de un circo para celebrar el primer día del verano. La melancolía de la vida contrastada con la Feria de Diversiones y Fuegos Artificiales.

Claire está convencida de que será su último día de vida por lo que decide deshacerse de todas sus posesiones. Monta un mercadillo en el jardín de su casa para malvender a precio de ganga los objetos y muebles acumulados durante años. Confusa en sus recuerdos cree ver a su hijo Martin en uno de los cuatro jóvenes que le ayudan a vaciar la casa.

Vuelve de nuevo la inspiradora banda sonora para evocar el pasado infantil con el mágico mundo de los muñecos autómatas. Imágenes decadentes acompañan ésta puesta en escena para situarnos en un alicaído clima emocional envuelto en difusas ensoñaciones.

*La llegada inesperada de la hija de Claire

Lentamente, siguiendo el parsimonioso ritmo literario de La última locura de Claire Darling, la directora Bertuccelli va poco a poco dejando pequeños datos para componer el puzzle. Después de veinte años vuelve su hija Marie (Chiara Mastroianni) a la vieja mansión. Hija con la que mantiene una relación de reproches mutuos con gran distanciamiento emocional. También se muestran algunas discusiones en el pasado con su marido y padre de Marie. Una acusación de robo en torno a un anillo familiar enfrenta desde hace más de veinte años a ambas mujeres.

Por si fuera poco, la hija acaba descubriendo que su madre nunca abrió las muchas cartas que le envió durante años. La pesada carga del pasado las enfrenta con sus abundantes heridas afectivas sin cicatrizar. Martine, una amiga de colegio de Marie, es utilizada por la directora para ser testigo paciente del largo conflicto desde la adolescencia entre madre e hija.

Las escenas del atestado interior del viejo caserón de dos plantas asfixian literalmente a la protagonista. El exterior diáfano del jardín lleno de muebles y objetos de coleccionista en venta como gangas representa la tan necesaria gran bocanada de aire fresco. A través de los apegos y las relaciones ambivalentes con los objetos se muestran las contradicciones de las crisis de las dos mujeres.

El trasfondo nocturno de la alegría del Circo Benzini contrasta con la alternancia de la niñez, juventud y adultez. La película debe seguirse con mucha atención por los frecuentes flashbacks que en ocasiones nos hacen dudar de las percepciones de Claire.

*Los nenúfares del pastor evangélico

Sutilmente, La última locura de Claire Darling introduce una relación del pasado de Claire con George (pastor religioso) en torno a un pequeño cuadro de nenúfares que ella desea tener. Ella ansía disfrutar el cuadro porque “Los objetos hermosos elevan el alma”. El pastor le ofrece que venga a ver el cuadro cuantas veces desee. Hasta que un día, ella encuentra el cuadro en la puerta de su mansión con una dedicatoria. “Que esta belleza te sirva de consuelo. Consérvalo todo el tiempo que quieras”.

Las lagunas perceptivas confusionales de la protagonista están cristalizadas en la añoranza de su quebrado pasado familiar. El guion avanza, aunque siguiendo dejando huecos para completar la historia. Un nuevo personaje Amir, amigo de la hija Marie, nos da otra pieza más para entender otro vértice del triángulo dramático de Claire, la muerte de su hijo Martin.

A medida que La última locura de Claire Darling transcurre hacia su final diferentes nuevos datos van aclarándonos el gran drama del fracaso familiar. Todo ello hace que recomendemos estar muy atentos a cualquier detalle y que no hagamos suposiciones precipitadas. El anillo familiar de la discordia, el reloj de mesa del elefante, el manojo de cartas sin abrir, entre otros objetos, son muy significativos.

A la brusca suspensión del rastrillo se suceden una serie de acontecimientos que obviamos contar para no quemar su interés y que acabarán precipitando un final sorpresivo. El pastor George prepara un exorcismo por encargo mientras los juegos artificiales dan el contrapunto hedonista y vital.

Un final inesperado muy estético rodado a cámara lenta por la directora de fotografía Irina Lubtchansky pone el broche final de la acción al aquelarre emocional de la protagonista.

*Conclusión

En La última locura de Claire Darling se realiza una buena dosificación de la apertura de la trama a lo largo del film. Una madura Catherine Deneuve interpreta bien con acierto su papel de madre atormentada por la disgregación de su familia. El resto de los personajes, los hijos Marie y Martin, el marido, Martine la amiga de la hija y George el pastor evangélico son los vértices acertados del caleidoscopio familiar.

Equilibrada película que en ocasiones puede confundir por el uso frecuente y a veces algo de abuso de la simultaneidad de tiempos. Su ritmo lento puede resultar excesivo o pesado para algunos espectadores. En cualquier caso película interesante de ver con gran atención especialmente por su estudio familiar.

Escrito por Fernando Gálligo Estévez

La directora Julie Bertuccelli ganó el Gran Premio de la Semana de la Crítica de Cannes, así como el César a la mejor ópera prima, con su primer trabajo Depuis qu’otre est parti.

La última locura de Claire Darling –su tercer largometraje y una adaptación de la novela de Lynda Rutledge– supone el reencuentro de madre e hija en la vida real (Catherine Deneuve y Chiara Mastroianni). Un reencuentro, en el film, dominado por viejos rencores pero que, en el fondo, va reconstruyendo la trágica historia familiar de estas dos mujeres, con sus problemas personales y una relación interrumpida durante más de veinte años como consecuencia de aquellos acontecimientos.

En el transcurso de la película, la cámara retrocede a veces con el fin de justificar actos y situaciones anteriores que validen, de alguna manera, aquel largo período de separación parental. Esta circunstancia, en las que ambas son interpretadas por otras actrices, mueve ocasionalmente a confusión dificultando a veces el seguimiento argumental de la acción.

Siempre supone un acontecimiento para los amantes de la gran pantalla el reencuentro con una figura del cine en una nueva aparición estelar. Por eso, celebremos su reaparición y confiemos en que esta no sea su última locura. De nuevo, Deneuve.

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Lo siento por Catherine Deneuve, que ha hecho muchas películas y algunas muy buenas, pero esta que, por desgracia, parece que es de las últimas, es muy floja. Una historia que se cuenta a trompicones, a base de flash back que no engranan bien. Como la madre está un poco Alzheimer no hay diálogos que puedan esclarecer mucho.
Tampoco Chiara Mastroianni, hija de Catherine y de Marcelo (tiene los mismos ojos de este) puede lucirse mucho en un papel dibujado a retazos.
La película no es larga pero resulta aburrida.
Lo único destacable es la cantidad de cachivaches que han tenido que acumular en esa casa donde no cabía ni una cosa más.