La casa maldita

4 chiquitas muy guapas y atractivas en minifalda de esas de Mary Quant en el Londres de 1969, el Austin 1100 y el Jaguar Mk.II en el que se mueven los jóvenes, el Ford Zodiac MkIV de un tipo que se da un aire a Vinnie Jones (mas bajito y con más años), Richard O'Sullivan (el Robín de “Un hombre en casa”) asomando la gaita como el graciosillo del grupo y alguna que otra toma de Carnaby Street, eso es todo lo que puede tener un mínimo de interés (para mí) de esta lenta y aburrida película.
En fin, ya que el terror (será por la pinta de julais de la parte masculina del grupo de jóvenes, que la verdad da dentera) pre slasher (3 muertecillas piojosas y mal filmadas) y sangre (4 brochazos de minio) que leí por la red antes de verla que contenía, es una burda mentira o un error de apreciación de algún soplagaitas, tampoco es moco de pavo lo reseñado en el primer párrafo.

Un verdadero proto slasher.
Lo peor: La primera parte, en lo que luego se convertiría en una de las fórmulas del slasher, es pura presentación de personajes, aburrida y monótona, además de molesta porque casi todos son desagradables e insulsos.
La historia vaga entre diferentes elementos, el thriller, un coqueteo con lo fantástico, el policial clásico, etc. Todos esos elementos no confluyen bien.
Lo mejor: representa bien a la juventud de finales de los 60 en grandes ciudades del primer mundo. Hay una especie de irónica en que lo más importante suceda en una casa abandonada, trata de emular en cierta manera el gótico pero de modernizándolo, primero transcurriendo en el presente y que el monstruo en cuestión no tenga nada de sobrenatural.