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Contrato en Marsella

Thriller Un agente de la brigada antidrogas es asesinado en Marsella. Las sospechas recaen en Jacques Brizard, un importante capo de la droga, pero resulta imposible imputarlo debido a sus influencias políticas. El jefe de la brigada antidrogas decide entonces contratar los servicios de un asesino a sueldo para acabar con él. (FILMAFFINITY)
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Críticas 7
Críticas ordenadas por utilidad
4 de octubre de 2013
20 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
Robert Parrish fue un magnífico exponente de la serie B americana, especialista en Noir (suyas son grandes películas como "The Mob" o "Cry Danger") y Western ("Fuego escondido" o "Llanura roja"), además de un especialista en montaje y en la edición, con anterioridad a su etapa de director. "Contrato en Marsella" (The Marseille Contract/The Destructors,1974), fue su último rodaje y un muy digno e ilustrativo punto y final a su carrera, creo que define perfectamente su cine, si bien ya quedaban lejos su etapa más interesante y de mayor inspiración (los 50). Cine directo y con un guión muy económico, ni una sola palabra de más para "adornar". Las escenas se van sucediendo con celeridad, aumentando el ritmo hacia el final y sin florituras, las dos escenas finales de la película en la que todo se precipita, en el muelle y el salón con la fiesta benéfica, apenas duran cinco minutos y todo transcurre en silencio (sólo esa frase final del personaje de Michael Caine, "algunas veces se necesita ayuda"). Las escenas de acción, persecuciones en coche/furgoneta, intento de asesinato de Ventura en el tren, son rudas y rodadas sin apenas recrearse en detalles con efectos especiales (una película así con el estilo actual, hubiera durado 50 minutos más sólo con explosiones, huídas interminables y señores agonizando). Quizá esta economía de medios le da un tono más realista al filme, como ocurre en la serie B, los puñetazos están mal lanzados y las huídas se producen de forma precipitada e insegura.

La contradicción viene de que para un filme como este, Parrish contara con tres estrellas del calibre de Michael Caine, Anthony Quinn y James Mason, los tres espléndidos. Es habitual ver a actores de esta talla recrearse en guiones mucho más brillantes e hilvanados, pero es que el estilo de Parrish se impone, muy poco importa otra cosa que no sea lo que se ve en pantalla, poco se sugiere y poco interesa el pasado de los personajes y el por qué de las cosas; el planteamiento está muy claro y el tiempo en el que transcurre la historia es lo único que importa (ni siquiera se nos da un detalle de por qué se conocía los personajes de Quinn y Caine, o alguna referencia para conocer mejor a las hijas de Brizzard).

Igualmente me parece curiosa y digna de mencionar la estructura de la película, que comienza con protagonismo absoluto del personaje de Anthony Quinn (Ventura ,el funcionario americano de la embajada en Francia), a los 25 minutos aparece por primera vez el asesino a sueldo Deray, interpretado por Michael Caine. El protagonismo recae en este personaje y en su viaje a Marsella para acabar con Jacques Brizzard (James Mason), para, inesperadamente, al final volver a asumir el protagonismo Ventura. Las tres partes son muy distintas, la primera (para mí la más costumbrista mejor), quizá se detiene un poco más en mostrarnos al personaje de Anthony Quinn, su decadente vida personal y laboral, su afición al alcohol y los problemas con el mafioso. En la segunda, cambia el ritmo y la estética, el juego de la carrera de coches con la hija de Brizzard así como la cínica relación con el malvado de la película, la relación con las chicas (con el uso de la palabra como medio directo para llegar a la cama, siendo la chica finalmente la que da el paso primero) y la entrada en la mansión, recuerda mucho a los largos de la serie Bond , y la tercera, en la que el final se precipita, es la que más se acerca a sus films negros de los 50s.

En fin, una peli bastante interesante, en mi opinión.
griffinjazz
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15 de marzo de 2006
15 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sinceramente, sólo se deja ver porque los protagonistas son Anthony Quinn y Michael Caine.La misma historia con el mismo guión, pero con Alec Baldwin y Ray Liotta... sería algo insufrible.
Scalibur
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10 de agosto de 2022
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Producto de su tiempo que se mantiene bien refrigerado. Cualquier aficionado al género policial debe conocer este contrato en Marsella para adquirir experiencia. Tres pesos pesados de la interpretación y aunque tal vez sea Anthony Quinn quien menos se ajuste a la trama (por su trayectoria dramática), destaca y cumple como el que más, que en este caso sería James Mason, el más Moriarty de los villanos. Evidentemente, Michael Caine no necesita piropos de nadie y su papel se ajusta a su personalidad como un guante de látex.

La película tiene su paralelismo a The French Connection (1971). Por desgracia no está al nivel, pero es que tampoco va por ahí, simplemente que los negocios estos de la compra venta de droga al por mayor por el ciudadano ilustre y millonario que todo el mundo cree que es un bendito, es patente que se desarrollan de este modo. Luego, cada uno tiene sus particularidades y este Contrato en Marsella tiene las suyas. Hay acción bien medida y no es de esperar nada con las películas de hoy día. Las películas de hoy día contarán con buenos actores pero el trío de Ases de aquí, metidos en sus papeles, también merecen la pena. Igual, un poquito más.
floïd blue
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12 de octubre de 2016
7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
El cierre de la filmografía de Robert Parrish se saldó muy dignamente con este correcto e impersonal thriller –un poco como buena parte de su carrera cinematográfica- sobre la labor del jefe de narcóticos de la embajada americana en Paris y, en particular, su encarnizada lucha contra el escurridizo traficante de drogas Jacques Brizard. Sin ser gran cosa, está rodada con bastante buen gusto, en atractivos escenarios entre Marsella y Paris, mediante una económica narración, deudora del cine clásico, de escasos 90 minutos y con un trío protagonistas de campanillas –Anthony Queen, James Mason y Michael Caine- que llevan a cabo una labor, si bien no excepcional, razonablemente competente. Ligera emoción, digna intriga, buen producto.
Gould
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24 de junio de 2021
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
El comienzo es algo lento y más que un thriller parece una comedia de costumbres, con un Anthony Quinn que más que un agente de alto nivel de la DEA , parece un currante de barrio que no se ha cambiado de ropa en toda la semana. Hasta que hace su aparición el personaje de Michael Caine, que con su maestría habitual nos deleita una vez más, como un sofisticado asesino profesional, que al contrario que el personaje de Anthony Quinn, se mueve como pez en el agua en distintos ambientes y por supuesto no tiene ningún remordimiento, manipular, engañar y asesinar a quien haga falta, esquivando a múltiples asesinos sin perder su característica flema inglesa. Por otro lado el siempre grande James Mason, que solía interpretar a los mejores villanos del cine, como en esta ocasión, su papel de malvado traficante camuflado como un rico burgués y por último el guaperas Maurice Ronet como un ambiguo policía.
zuriman
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