Fin de semana

Típico ejemplo de la comedia costrumbista española de los 60 que, si bién, no se pueden considerar obras maestras, cuentan siempre con un elenco de actores que llegaron a ser populares y que hacian un trabajo digno que, con el tiempo se ha sabido valorar.

Nombres como los de Lopez Vazquez, Ozores, Gomez Bur, Orjas, Quintillá, Merlo o Puente son de sobra conocidos, y defienden esta historia coral sobre el fin de semana de los empleados de una oficina. Intranscendente pero divertida.

Destacar el debut de un chavalín llamado Enrique San Francisco.

Aquí encontramos la gracia que siempre caracterizó al cine de Lazaga, que retrataba con talento a los colectivos humanos. Todos los personajes de la película tienen su encanto y sus peripecias están contadas con un estilo narrativo muy ágil en el que ninguna escena se alarga dotando pues a la obra de un ritmo dinámico con el que el espectador se siente cómodo. Lazaga volcaba su talento y su finísima intuición en este tipo de historias en las que se narraban las relaciones laborales y sentimentales de un grupo de personas que se movian en el mismo ámbito como pasaba en "Las muchachas de azul" que fue la película en la que se definió de verdad su estilo o en "Las secretarias" y "Los chicos del Preu". "Fin de semana" tiene el mismo encanto que muchas de las películas que dirigió posteriormente aunque aquí el nivel de pretenciosidad es muy inferior al que tenian algunas de las que produjo Masó. Del reparto destaca especialmente José Orjas que en el cine tenía papeles amables como aquí siendo comprensivo con el personaje que interpreta con inteligencia Manuel Manzaneque. Orjas sorprenderia luego con su papel de "La casa sin fronteras" totalmente opuesto al que tiene aquí. Vicky Lagos, Elvira Quintillá, Soledad Miranda y Ángela Bravo tienen simpáticos papeles que agradan bastante.

Comedia convencional, de talante ingenuo, porte suavecito, algo rutinaria, previsible, sin sorpresas y adscrita a un sentido del humor de intensidad baja.
Puede reseñarse su vocación costumbrista, la descripción psicológica de los personajes -sencilla pero eficaz- y cierto carácter moralizador.

Pero el auténtico valor de la película que dirige P. Lazaga radica en la nómina de actores.
Es un privilegio contemplar sus actuaciones en un largometraje que se estrenó 1964.

Típico producto sesentero de Pedro Lazaga; comedia amable, inocente, superficial, bien dirigida e interpretada, con algo de moralina y moderadamente divertida. ¿Suficiente para recomendarla? Yo creo que merece la pena verla una vez, aunque quizá no más de una.

Guión algo sosito pero con algunos gags muy potables, buen plantel de actores encabezados por los excelentes José Luis López Vázquez y Elvira Quintillá, bien secundados por José Orjas (uno de mis secundarios favoritos del cine español), Antonio Ozores, Manolo Gómez Bur, Ismael Merlo, Venancio Muro, Jesús Puente y una guapísima Soledad Miranda (otra de mis grandes debilidades). Añadimos las breves apariciones de Luis Sánchez Polack (Tip), Fernando Rey, Mari Carmen Prendes, Laly Soldevilla, Guadalupe Muñoz Sampredo, Ángel de Andrés, Vicky Lagos, Tota Alba, Lola Lemos ... Casi nada, oiga.

En fin, ya digo, evidentemente rancia y muy pasada, pero aun con algo de encanto. Merece la pena darle una oportunidad.

Los empleados de una oficina madrileña sucursal de una empresa catalana esperan como agua de mayo la llegada del fin de semana.Pero ya se sabe que el hombre propone y Dios dispone. Casi nada sale igual y los planes de nuestros simpáticos empleados no arriban a buen puerto. La película navega entre el bien y el mal la inocencia y la crueldad. Todo está tratado con un humor que no viene mal pero los personajes tienen bastante más enjundia que una somera mirada de película sueca de un domingo por la por la tarde.Ver a Ozores haciendo de Tarzán de los monos o a un niño sorprendente de unos 6 años interpretado por Quique San Francisco no tiene precio. José Orjas Gómez Bur... La terna femenina va sobrada de trapío y belleza y buen hacer actoral.Me ha salido algo de los 50 xd o algo parecido. Soledad Miranda Elvira Quintillá y Angela Bravo son sus mejores exponentes. Una curiosa película donde se van entremezclando historias de celos, cuernos, antiguos amores de todo un poco. De visión agradable.