La vida es un pastel

Quiere ser fresca y dinámica durante la primera parte... con unos personajes que se manejan con esa soltura impuesta y artificiosa... la he visto tantas veces, con idénticos resultados, que continúa pareciéndome una obscenidad emocional, dado hacia donde deriva.

Corinne tiene cáncer y ambas amigas manejan el momento, con una superficialidad donde tratan de adoptar, de alguna manera, la negación de una situación que siempre desborda. Nunca llega a ser profunda; la comedia solapa otro resultado, así como las frases grandilocuentes, en los momentos de tensión, siempre vacías de contenido real.

Bette Midler muy mayor para interpretar con 77 años, un pequeño papel de jefa que continúa en activo.