Los tres cerditos (C)

Uno de los clásicos de Disney y una clásica historia que conocía pero que no había visto el corto de este año y ni siquiera sabía que había sido premiado.
Es un placer ver estos cortos de estos años pues a uno le sirven para recordar la inocencia de la animación de aquellos años, una animación hecha con papel y mano y donde la música estaba totalmente ligada a la historia.
Los tres cerditos es una historia clásica, conocida por todos nosotros y no se si por los niños de ahora pero la historia como todas las de Disney tiene su moraleja.
De los cortos de la época es quizás el que menos me gustó pero no dejo de reconocer su gran labor y el mérito del mismo.
Entretenido y divertido en algunos detalles como los cuadros de la casa de ladrillo, un poco de ironía tienen esos cuadros y sino mírenlos otra vez.

Con este cortometraje animado, ganador del Oscar, Disney popularizó mundialmente la fábula homónima del siglo XVIII, una historia cargada de moraleja y de alto poder pedagógico. Cuentan que cuando Walt Disney mandó la historia a la distribuidora de Nueva York no gustó la idea, porque sólo eran cuatro personajes los que participaban de la misma. Adaptando a cada cerdito unas cualidades propias, el resultado fue una película cargada de carácter y personalidad: los cerditos de las casas endebles eran más rechonchos y el cerdito de la casa de ladrillo tenía unas características más fuertes. El lobo realmente expresaba aquello para lo que se le tenía ideado: era feroz y terrible, despiadado y hambriento, pero también tenía la tenacidad necesaria para seguir intentando darle caza a los cochinitos por medio de disfraces y estratagemas.

La moraleja es sencilla y fácil de asimilar: el trabajo duro da sus frutos frente a los que no lo creen y quieren acabar rápido. Pero tiene otro trasfondo asimilable: la ayuda a los que se equivocaron en sus decisiones. El cerdito mayor representa todas esas cualidades inteligentes mientras que los dos más pequeños son ejemplo de la inocencia y de la prisa.

Mítico y envolvente cortometraje que siempre perdurará en nuestras memorias...

Qué recuerdos me trae este corto... que a mi, a la edad con la que lo vi, me pareció larguísima, me sentí adulto e importante. Qué inocente.

Hace unos meses lo rescaté en DVD y lo volví a disfrutar, junto con otros cortos clásicos de la Disney. La animación es simple pero efectiva, con una música espléndida y un final que representa muy bien la fábula que nos quiso transmitir un anónimo del S.XVIII.

Ahora bien... siempre me quedaron las ganas de saber por qué, en aquellos tiempos, la música, por ejemplo, era tomada como algo ocioso (y hasta al parecer odioso), valorándose más los trabajos de sudar la gota gorda ;-)

Adaptación de Diney del clásico del cuento de los tres cerditos bastante lograda. Siempre apoyado por la música Disney añade a cada personaje un instrumento, poniendo asi su firma personal en este corto. Quizás al ser tan conocida la historia nos resulte floja, pero hay que reconocer que consigue plasmar con exactitud lo que cada uno de los personajes representa.

Corto trigésimo sexto de Silly Symphony y y segundo Oscar de esta serie. Es uno de sus más famosos por méritos propios. Adapta el clásico cuento 'los tres crecidos', como siempre con mucha música y esta vez también con voz.

Personalmente a mí esta etapa de Silly Symphony ya me empezó a gustar más, ya que realmente nos contaban una historia y no se limitaban a hacer una exhibición técnica con dibujos aleatorios bailando de forma extravagante. Los personajes están bien definidos a pesar de ser una historia muy corta. Todos conocemos la personalidad de los tres cerditos ,pero además le añaden el distintivo del instrumento que tocan.

Y por supuesto no podemos olvidar que de este corto sale la archiconocida canción "quién teme al lobo feroz". Canción que casi debería formar parte de el cancionero popular, aunque estando Disney detrás de esto sabemos que es imposible.

Este corto tiene de todo en apenas ocho minutos. Incluso su toque racista con el lobo disfrazándose de judío con todos los estereotipos posibles de la época (esto lo leí en un artículo, yo no entiendo tanto de esteriotipos racistas de EEUU de la década de los 30, aunque algo sí se nota).

En resumen es un clásico de la infancia de millones de niños y uno de los mejores cortos de Silly Symphony. Imprescindible.