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Críticas ordenadas por utilidad
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8
14 de abril de 2015
14 de abril de 2015
19 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
Joel Schumacher se pone detrás de las cámaras por segunda vez y la saga de Batman se va a la basura. Ocho años después se retoma el personaje y se le hace el reboot que merece causando una fiebre gótica desmedida. Ahora bien, ¿quién iba a pensar que esto volvería a pasar con nada menos que Daredevil? Si en 2003 Ben Affleck se encargó de enterrar bien profundo a este superhéroe, ahora Netflix, contra todo pronóstico, lo ha resucitado para llevarle a lo más alto.
Lo más extraño de todo es el sello de Marvel. Su estética, argumento y sobre todo seriedad parece más propia de DC. Y sabemos que no son lo mismo. A diferencia de otros muchos productos de la factoría, sus personajes y resolución de las tramas no son previsibles. La comparación más justa sería con la muy inferior "Agents of SHIELD", la cual parece partir de la base de que no hemos visto ninguna serie en nuestra vida y puede darnos el mismo material de siempre con un par de personajes de Los Vengadores. Aquí esto no pasa, todo esta bien cuidado, no se resuelven las cosas mágicamente y es fácil apreciar el cuidado por parte de sus creadores. Podemos dar gracias de no tener que decir otra vez el típico "es mala pero entretiene". Es buena, como serie de superhéroes y lo que es más importante, como serie en general. Escenas de acción magistralmente rodadas que van más allá de la simple coreografía a la que nos tienen malacostumbrados en TV. Mención especial sin duda la secuencia del episodio 2, que tanto recuerda a la querida "Oldboy" y que no dejó indiferente a Kevin Smith en Twitter.
Quizás debemos dar gracias al revolucionario sistema de Netflix. Por una parte el hecho de estrenar los 13 episodios con los que cuenta al mismo tiempo, suprimiendo las esperas basadas en la publicidad. Por otra y más importante, el no tener que rendir cuentas ante ninguna cadena con un público ya establecido. La violencia y el clima general de la serie no tiene por qué tener un filtro que no hace otra cosa que entorpecer hipotéticas buenas producciones, sino que desarrolla los acontecimientos a placer y bien enfocados con respecto a lo exigido. La fotografía es impecable, complementando esa estética más propia de la competencia. La banda sonora ilumina todo lo dicho anteriormente y consigue que los pelos se nos pongan de punta en las secuencias que se lo proponen.
Mediante flasbacks nos cuentan diferentes momentos de su crecimiento (tanto personal como heroico) para ver como el abogado ciego se pudo convertir en el justiciero nocturno que es. Todos justificados y aportan su grano de arena a un todo que culmina en un último capítulo realmente adrenalítico que nos deja un muy dulce sabor de boca.
Tal vez la única pega que puedo encontrar en esta primera tanda de episodios es el personaje de Foggy, el amigo gordito y gracioso. No sé si se trata del guión, del actor o una mezcla de ambos, pero sin duda desentona en el mundo creado en Hell's Kitchen.
Habrá que esperar para ver el resto del plan que han preparado para este universo, faltando aún tres series más por estrenar, pero sin duda las vibraciones son buenas. "Daredevil" se ha coronado como la mejor serie de superhéroes, alejada de la adolescente "Arrow" (por no hablar de su spin-off, "The Flash") y de sus compañeras de franquicia. Lo único que espero es que no se sature la parrilla televisiva, pero parece que esto es inevitable. Aunque bueno, si todas las que se acercan son la mitad de buenas, ¡bienvenidas sean!
Lo más extraño de todo es el sello de Marvel. Su estética, argumento y sobre todo seriedad parece más propia de DC. Y sabemos que no son lo mismo. A diferencia de otros muchos productos de la factoría, sus personajes y resolución de las tramas no son previsibles. La comparación más justa sería con la muy inferior "Agents of SHIELD", la cual parece partir de la base de que no hemos visto ninguna serie en nuestra vida y puede darnos el mismo material de siempre con un par de personajes de Los Vengadores. Aquí esto no pasa, todo esta bien cuidado, no se resuelven las cosas mágicamente y es fácil apreciar el cuidado por parte de sus creadores. Podemos dar gracias de no tener que decir otra vez el típico "es mala pero entretiene". Es buena, como serie de superhéroes y lo que es más importante, como serie en general. Escenas de acción magistralmente rodadas que van más allá de la simple coreografía a la que nos tienen malacostumbrados en TV. Mención especial sin duda la secuencia del episodio 2, que tanto recuerda a la querida "Oldboy" y que no dejó indiferente a Kevin Smith en Twitter.
Quizás debemos dar gracias al revolucionario sistema de Netflix. Por una parte el hecho de estrenar los 13 episodios con los que cuenta al mismo tiempo, suprimiendo las esperas basadas en la publicidad. Por otra y más importante, el no tener que rendir cuentas ante ninguna cadena con un público ya establecido. La violencia y el clima general de la serie no tiene por qué tener un filtro que no hace otra cosa que entorpecer hipotéticas buenas producciones, sino que desarrolla los acontecimientos a placer y bien enfocados con respecto a lo exigido. La fotografía es impecable, complementando esa estética más propia de la competencia. La banda sonora ilumina todo lo dicho anteriormente y consigue que los pelos se nos pongan de punta en las secuencias que se lo proponen.
Mediante flasbacks nos cuentan diferentes momentos de su crecimiento (tanto personal como heroico) para ver como el abogado ciego se pudo convertir en el justiciero nocturno que es. Todos justificados y aportan su grano de arena a un todo que culmina en un último capítulo realmente adrenalítico que nos deja un muy dulce sabor de boca.
Tal vez la única pega que puedo encontrar en esta primera tanda de episodios es el personaje de Foggy, el amigo gordito y gracioso. No sé si se trata del guión, del actor o una mezcla de ambos, pero sin duda desentona en el mundo creado en Hell's Kitchen.
Habrá que esperar para ver el resto del plan que han preparado para este universo, faltando aún tres series más por estrenar, pero sin duda las vibraciones son buenas. "Daredevil" se ha coronado como la mejor serie de superhéroes, alejada de la adolescente "Arrow" (por no hablar de su spin-off, "The Flash") y de sus compañeras de franquicia. Lo único que espero es que no se sature la parrilla televisiva, pero parece que esto es inevitable. Aunque bueno, si todas las que se acercan son la mitad de buenas, ¡bienvenidas sean!

5,2
7.866
4
11 de enero de 2016
11 de enero de 2016
10 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si hay una saga literaria que haya marcado mi infancia esa es la de Pesadillas. Con una gran cantidad de publicaciones a sus espaldas, R.L. Stine se abría un hueco en las estanterías de millones de niños. Ahora bien, en el mundo del celuloide nunca llegó a triunfar, y es que su serie televisiva no le llegaba ni a la suela de los zapatos. Ahora llegaba una nueva oportunidad a la gran pantalla, lástima que se quede en eso, oportunidad.
En esta ocasión no estamos ante una adaptación más de las cientos que se podían hacer. Sin duda es el primer y principal punto a favor del largometraje, recoger todas esas historias para crear una nueva aventura independiente. Siguiendo este esquema hay que decir que el clima que envuelve a la saga no se pierde, un riesgo que consiguen esquivar. Pero podría decirse que hasta aquí llega su parte positiva.
Desde el comienzo ya te han introducido más clichés que cualquier otra cinta actual que recuerde. Los personajes están demasiado estereotipados, así como los problemas sociales que les envuelven. No hay nada nuevo, pero lo que es peor, lo que hay no está ni bien contado.
Tal vez no llegue a aburrir en ningún momento gracias al dinamismo con el que cuenta el filme. Desde el primer monstruo es un no parar que llevará a los protagonistas por una odisea que concluye como toda historia infantil debe concluir. Pero esto no es ni de cerca suficiente para ganarse a una audiencia cada vez más exigente.
Mientras pasaban los minutos, no podía evitar que se me viniera a la memoria "Jumanji", una película infantil que, con lo que esto conlleva, sabe llegar a todo el mundo. Porque volvemos a distinguir entre literatura y cine, si bien la primera goza con la ventaja de poder dirigirse a niños exclusivamente, la segunda es bien sabido que tiene que aspirar a más. No es cuestión de hacer Pesadillas en el cine, es cuestión de contar una buena historia en sí. Ni siquiera mi añorado Slappy consigue rescatar la película.
No, no es lo peor que voy a ver este año, y cualquier niño de 6 años va a pasárselo bien en el cine. Pero cuando el cine infantil está plagado de productoras como Pixar que no solo hacen entretenimiento sino cine de verdad, no me creo que se haya perdido esta oportunidad para rescatar esta saga que tantos nostálgicos puede llevar a las salas. Pero bueno, espero que esto inspire a algún directivo de Hollywood y tire a la basura el remake que se está preparando de "Gremlins", porque si esta es la fórmula a seguir, es que el mundo está peor de lo que pensaba.
En esta ocasión no estamos ante una adaptación más de las cientos que se podían hacer. Sin duda es el primer y principal punto a favor del largometraje, recoger todas esas historias para crear una nueva aventura independiente. Siguiendo este esquema hay que decir que el clima que envuelve a la saga no se pierde, un riesgo que consiguen esquivar. Pero podría decirse que hasta aquí llega su parte positiva.
Desde el comienzo ya te han introducido más clichés que cualquier otra cinta actual que recuerde. Los personajes están demasiado estereotipados, así como los problemas sociales que les envuelven. No hay nada nuevo, pero lo que es peor, lo que hay no está ni bien contado.
Tal vez no llegue a aburrir en ningún momento gracias al dinamismo con el que cuenta el filme. Desde el primer monstruo es un no parar que llevará a los protagonistas por una odisea que concluye como toda historia infantil debe concluir. Pero esto no es ni de cerca suficiente para ganarse a una audiencia cada vez más exigente.
Mientras pasaban los minutos, no podía evitar que se me viniera a la memoria "Jumanji", una película infantil que, con lo que esto conlleva, sabe llegar a todo el mundo. Porque volvemos a distinguir entre literatura y cine, si bien la primera goza con la ventaja de poder dirigirse a niños exclusivamente, la segunda es bien sabido que tiene que aspirar a más. No es cuestión de hacer Pesadillas en el cine, es cuestión de contar una buena historia en sí. Ni siquiera mi añorado Slappy consigue rescatar la película.
No, no es lo peor que voy a ver este año, y cualquier niño de 6 años va a pasárselo bien en el cine. Pero cuando el cine infantil está plagado de productoras como Pixar que no solo hacen entretenimiento sino cine de verdad, no me creo que se haya perdido esta oportunidad para rescatar esta saga que tantos nostálgicos puede llevar a las salas. Pero bueno, espero que esto inspire a algún directivo de Hollywood y tire a la basura el remake que se está preparando de "Gremlins", porque si esta es la fórmula a seguir, es que el mundo está peor de lo que pensaba.
12 de enero de 2015
12 de enero de 2015
9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Iñárritu, después de sus tres obras dramáticas que no dejan indiferente a nadie, decide ponerse con la comedia. Pero cuando este director toca algo, lo hace con magia. Tras innumerables elogios, "Birdman" llegó a España y en una mezcla de ilusión y escepticismo me planté en la sala de cine para comenzar dos horas de auténtico deleite cinematográfico.
Cuando el espectador cree haberlo visto todo ya demasiadas veces es cuando los genios deben poner cartas en el asunto y mostrar sus capacidades. Bien, pues aquí se ponen a lo grande. Grabado a modo de falso plano secuencia, se nos cuenta la historia de un actor que se esfuerza por desmarcarse del papel que en su día le dio la fama mediante una obra de teatro que el mismo escribe, dirige y protagoniza. Todo esto rodeado por su círculo y un inesperado actor encarnado por Edward Norton.
Partiendo de la base de que cada escena debe ser clavada a la perfección, el elenco de actores, encabezado por Keaton, nos regala un derroche de calidad interpretativa. Nuestro querido Bitelchús se ha marcado probablemente el papel de su carrera, Norton consigue que nos sea inevitable reirnos en cada frase, Emma Stone suprime sus lazos con Spiderman y Watts en su línea dramática que no me canso de ver. Podría seguir hasta nombrar a cada uno de ellos, porque realmente consiguen con creces iluminar la gran pantalla; pero bueno, es lo que tiene un buen director.
Una comedia negra que va creciendo en cada minuto que pasa. Un guión que se planta delante de todas esas cintas "hughgrantieras" que se hacen llamar comedias para darles una clase de cómo hacer reír mediante la calidad fílmica. No concibo un "Birdman" mejor hecho, es todo lo que podía ser y eso es decir mucho. Desde luego no esperaba comenzar el año tan a lo grande, mis expectativas (que ya estaban altas debido al reconocimiento que se le había dado estos meses) ni se acercaban al resultado final. No hay palabras que consigan definir la bomba que el padre de Amores perros nos ha soltado sin avisar. Ícaro alza el vuelo hacia el sol para encontrarse una reverencia bien merecida.
Cuando se apagaron las luces y aparecía la frase "directed by" solo pude parpadear un par de veces y quitarme el sombrero. Cine de verdad. Acababan de regalarme un producto que solo me creó una pregunta: "¿Cuándo puedo volver a verla?".
Cuando el espectador cree haberlo visto todo ya demasiadas veces es cuando los genios deben poner cartas en el asunto y mostrar sus capacidades. Bien, pues aquí se ponen a lo grande. Grabado a modo de falso plano secuencia, se nos cuenta la historia de un actor que se esfuerza por desmarcarse del papel que en su día le dio la fama mediante una obra de teatro que el mismo escribe, dirige y protagoniza. Todo esto rodeado por su círculo y un inesperado actor encarnado por Edward Norton.
Partiendo de la base de que cada escena debe ser clavada a la perfección, el elenco de actores, encabezado por Keaton, nos regala un derroche de calidad interpretativa. Nuestro querido Bitelchús se ha marcado probablemente el papel de su carrera, Norton consigue que nos sea inevitable reirnos en cada frase, Emma Stone suprime sus lazos con Spiderman y Watts en su línea dramática que no me canso de ver. Podría seguir hasta nombrar a cada uno de ellos, porque realmente consiguen con creces iluminar la gran pantalla; pero bueno, es lo que tiene un buen director.
Una comedia negra que va creciendo en cada minuto que pasa. Un guión que se planta delante de todas esas cintas "hughgrantieras" que se hacen llamar comedias para darles una clase de cómo hacer reír mediante la calidad fílmica. No concibo un "Birdman" mejor hecho, es todo lo que podía ser y eso es decir mucho. Desde luego no esperaba comenzar el año tan a lo grande, mis expectativas (que ya estaban altas debido al reconocimiento que se le había dado estos meses) ni se acercaban al resultado final. No hay palabras que consigan definir la bomba que el padre de Amores perros nos ha soltado sin avisar. Ícaro alza el vuelo hacia el sol para encontrarse una reverencia bien merecida.
Cuando se apagaron las luces y aparecía la frase "directed by" solo pude parpadear un par de veces y quitarme el sombrero. Cine de verdad. Acababan de regalarme un producto que solo me creó una pregunta: "¿Cuándo puedo volver a verla?".

5,0
6.512
8
10 de febrero de 2015
10 de febrero de 2015
13 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Terror? ¿Comedia? ¿Y si combinamos las dos? De esta satisfactoria premisa parte "Tusk", la última película del director que nos hizo reír a carcajadas con "Clerks". Porque así es Kevin Smith, no importa lo bueno o malo que sea su producto, siempre nos va a dejar alguna frase o situación que recordaremos con una sonrisa en nuestra cara.
El filme cuenta la historia de un locutor de podcast que realiza un viaje a Canadá con el objetivo de entrevistar a un singular personaje, pero que debido a su reciente suicidio acaba en la mansión de un anciano desconocido, empezando así una odisea de horror y perversión de la cual él será protagonista. Un psicópata retorcido y una víctima expuesta a las ideas más descabelladas que a este se le ocurran. La comparación con "El ciempiés humano" es inevitable, no obstante esta cuenta con el sello de Smith, lo que significa diálogos ingeniosos y personajes totalmente desternillantes.
Desde el minuto 1 se puede apreciar que no va a ser un largometraje convencional destinado a las grandes salas. El público puede considerarla (y con toda la razón) de muy mal gusto. Pero ahí reside su encanto. Porque cualquier situación, por absurda que sea, puede dar un resultado más que satisfactorio para aquellos que no buscan únicamente lo corriente. Porque pasar de estar partiéndome a sentirme mal por la raza humana en un instante, no es algo que me suela pasar constantemente.
Un Michael Parks encarnando al villano de una manera formidable hace que la locura sea mucha locura, un aplauso por esta psicótica interpretación. El resto de los papeles están en la línea del largometraje, sin destacar pero divertidos. Aunque de digna mención es la participación de Johnny Depp, que sin lugar a dudas es uno de los motivos por los que acabé de tan buen humor cuando comenzaron los títulos finales. Eso y la conversación en la que el director cuenta la bizarrada que estaba preparando y el absurdo de la situación.
Mucho tiempo ha tardado en llegar a nuestras salas y evidentemente no lo ha hecho a todas, sino que se queda en ese rincón más oscuro de la cartelera donde solo unos pocos se aventuran a investigar. Un humor negro que combinado con escenas que rozan el gore dan como resultado un producto que odiarás o amarás. Yo definitivamente lo amo; porque "el hombre es un animal salvajer sr. Bryton. Mejor ser una morsa".
El filme cuenta la historia de un locutor de podcast que realiza un viaje a Canadá con el objetivo de entrevistar a un singular personaje, pero que debido a su reciente suicidio acaba en la mansión de un anciano desconocido, empezando así una odisea de horror y perversión de la cual él será protagonista. Un psicópata retorcido y una víctima expuesta a las ideas más descabelladas que a este se le ocurran. La comparación con "El ciempiés humano" es inevitable, no obstante esta cuenta con el sello de Smith, lo que significa diálogos ingeniosos y personajes totalmente desternillantes.
Desde el minuto 1 se puede apreciar que no va a ser un largometraje convencional destinado a las grandes salas. El público puede considerarla (y con toda la razón) de muy mal gusto. Pero ahí reside su encanto. Porque cualquier situación, por absurda que sea, puede dar un resultado más que satisfactorio para aquellos que no buscan únicamente lo corriente. Porque pasar de estar partiéndome a sentirme mal por la raza humana en un instante, no es algo que me suela pasar constantemente.
Un Michael Parks encarnando al villano de una manera formidable hace que la locura sea mucha locura, un aplauso por esta psicótica interpretación. El resto de los papeles están en la línea del largometraje, sin destacar pero divertidos. Aunque de digna mención es la participación de Johnny Depp, que sin lugar a dudas es uno de los motivos por los que acabé de tan buen humor cuando comenzaron los títulos finales. Eso y la conversación en la que el director cuenta la bizarrada que estaba preparando y el absurdo de la situación.
Mucho tiempo ha tardado en llegar a nuestras salas y evidentemente no lo ha hecho a todas, sino que se queda en ese rincón más oscuro de la cartelera donde solo unos pocos se aventuran a investigar. Un humor negro que combinado con escenas que rozan el gore dan como resultado un producto que odiarás o amarás. Yo definitivamente lo amo; porque "el hombre es un animal salvajer sr. Bryton. Mejor ser una morsa".
4
18 de febrero de 2016
18 de febrero de 2016
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hace poco más de diez años fuimos testigos de una ola de adrenalina y adicción a las series de televisión con productos como "Lost", "Prison Break" o "Heroes". Un capítulo semanal que nos dejaba con los ojos abiertos y un tambaleo incontrolable cuando llegaba a su fin. Eso sí, es indiscutible que todas pasaron a sobrecargarse y perderse en sí mismas. Estirar por estirar que se reflejó en los datos de audiencia. En el caso concreto de Heroes se produjo un insulto para todos los fans que seguían fieles, ya que el señor Tim Kring, sabiendo de su cancelación, decidió dejar todas las tramas abiertas y despedirse por todo lo bajo. Así pues, cuando en la Super Bowl de 2014 anunciaron el regreso en formato de mini-serie mis esperanzas volvieron a surgir, por no hablar del primer tráiler. Algo que duró hasta el estreno del primer episodio.
Personajes nuevos con cameos de los antiguos. Hasta ahí todo bien. El problema llega cuando ninguna de las incorporaciones tiene nada interesante que contar. La verdad es que la historia de la japonesa dentro del videojuego es bastante original, pero a parte de esta no hay nada más. Dos niños sin dotes interpretativas, un villano lejos (muy lejos) del nivel marcado por Sylar, una mujer amargada, un pringado dándoselas de malote y un Noah Bennet lejos de los misterios de sus inicios. De hecho ni siquiera los cameos están a la altura. Es decir, cuando recurren a la añoranza del tiempo pasado, en lugar de usarlo como un caramelo para los fans deciden destrozarlos por todos lados.
Por otro lado la trama principal resulta realmente floja en cuanto a sus anteriores entregas, algo que desde la primera era muy complicado. No obstante con unos efectos especiales de pacotilla y un guion de patio de colegio se consigue a la perfección. No hay ningún punto de interés y en el momento en el que parece que va a coger fuerza queda en un triste gatillazo que no sirve para otra cosa que para engañar. Porque los giros de guion son tan efectivos como peligrosos y aquí pasan con creces la línea que hay entre genialidad y timo magnificado.
Era una nueva oportunidad para traer una brisa de aire fresco a una serie que había terminado cargando, así como cerrar la historia que nos habían dejado en los labios. Pero ni una cosa ni otra. Es un producto más que la NBC ha usado para rellenar parrilla. No había necesidad de contar este epílogo que no han tenido ni la decencia de concluir. El lado positivo es que es prácticamente imposible que nos vuelvan a torturar de nuevo. Aunque bueno, quién sabe qué se les pasa por la cabeza a los "genios" que dirigen la televisión generalista.
Personajes nuevos con cameos de los antiguos. Hasta ahí todo bien. El problema llega cuando ninguna de las incorporaciones tiene nada interesante que contar. La verdad es que la historia de la japonesa dentro del videojuego es bastante original, pero a parte de esta no hay nada más. Dos niños sin dotes interpretativas, un villano lejos (muy lejos) del nivel marcado por Sylar, una mujer amargada, un pringado dándoselas de malote y un Noah Bennet lejos de los misterios de sus inicios. De hecho ni siquiera los cameos están a la altura. Es decir, cuando recurren a la añoranza del tiempo pasado, en lugar de usarlo como un caramelo para los fans deciden destrozarlos por todos lados.
Por otro lado la trama principal resulta realmente floja en cuanto a sus anteriores entregas, algo que desde la primera era muy complicado. No obstante con unos efectos especiales de pacotilla y un guion de patio de colegio se consigue a la perfección. No hay ningún punto de interés y en el momento en el que parece que va a coger fuerza queda en un triste gatillazo que no sirve para otra cosa que para engañar. Porque los giros de guion son tan efectivos como peligrosos y aquí pasan con creces la línea que hay entre genialidad y timo magnificado.
Era una nueva oportunidad para traer una brisa de aire fresco a una serie que había terminado cargando, así como cerrar la historia que nos habían dejado en los labios. Pero ni una cosa ni otra. Es un producto más que la NBC ha usado para rellenar parrilla. No había necesidad de contar este epílogo que no han tenido ni la decencia de concluir. El lado positivo es que es prácticamente imposible que nos vuelvan a torturar de nuevo. Aunque bueno, quién sabe qué se les pasa por la cabeza a los "genios" que dirigen la televisión generalista.
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