You must be a loged user to know your affinity with Lorentz
Críticas ordenadas por utilidad
Movie added to list
Movie removed from list
An error occurred

6,2
38.410
4
3 de febrero de 2024
3 de febrero de 2024
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Demasiado talento cinematográfico, demasiada imaginación, demasiado dineral invertido en la producción, demasiado embrollo argumental... para al final hacer una película estándar de propaganda feminista, y ecolojeta.
Como artefacto no me disgusta, es interesante buscarle el sentido y en gran medida lo tiene. Aunque el abuso de la paradoja temporal, pese a reconocerla abiertamente, no deja de desacreditar un poco la obra. La hipótesis de la destrucción del mundo está pillada por los pelos, pero un buen fan de la ciencia ficción puede hacer la vista gorda. Lo peor no es su complejidad narrativa, porque está bien elaborada y justificada, y al desentrañarla todo encaja más o menos bien, una vez hechas las concesiones a esa relativa falta de celo científico. Pero aunque se reconozca como meritoria, lo más importante es otra cosa, el fondo, y ahí es donde está lo maligno. Algo que hasta esta cinta no estaba en el cine de Nolan (con ese grado de fanatismo sin duda que no), y que no es un desliz pasajero, dado que se confirmó después en Oppenheimer.
En unos tiempos en los que en Occidente el robo de los hijos a los padres varones, se ha convertido en una epidemia, resulta que lo que hay que hacer es lloriquear por una madre a la que le han robado el suyo (eso sí que es fantasía loca). Y en unos tiempos en los que los telediarios de los mass mierda tienen dos tercios de su espacio dedicados a la violencia de jánero, resulta que lo que hay que hacer es regocijarse con la ejecución de un hombre por parte de su mujer. Y semos muy malos porque hemos secado el mundo. No hay agua, pero por lo visto ya no es necesaria para el ser humano, dado que el número de habitantes mundial no deja de crecer (el progretizado pueblo europeo es la excepción, claro).
Púdrete Christopher. Que te den muchas paguitas multimillonarias para tus, a partir de aquí, peliculejas.
Fue un gran artista, llegó a la obra maestra con "El caballero oscuro", pero se ha acomodado y aborregado, hasta convertirse en un propagandista de la tiranía que nos domeña.
Pero Dios no cierra una puerta sin abrir otra, y mientras muere Nolan, nace Ilya Naishuller.
Como artefacto no me disgusta, es interesante buscarle el sentido y en gran medida lo tiene. Aunque el abuso de la paradoja temporal, pese a reconocerla abiertamente, no deja de desacreditar un poco la obra. La hipótesis de la destrucción del mundo está pillada por los pelos, pero un buen fan de la ciencia ficción puede hacer la vista gorda. Lo peor no es su complejidad narrativa, porque está bien elaborada y justificada, y al desentrañarla todo encaja más o menos bien, una vez hechas las concesiones a esa relativa falta de celo científico. Pero aunque se reconozca como meritoria, lo más importante es otra cosa, el fondo, y ahí es donde está lo maligno. Algo que hasta esta cinta no estaba en el cine de Nolan (con ese grado de fanatismo sin duda que no), y que no es un desliz pasajero, dado que se confirmó después en Oppenheimer.
En unos tiempos en los que en Occidente el robo de los hijos a los padres varones, se ha convertido en una epidemia, resulta que lo que hay que hacer es lloriquear por una madre a la que le han robado el suyo (eso sí que es fantasía loca). Y en unos tiempos en los que los telediarios de los mass mierda tienen dos tercios de su espacio dedicados a la violencia de jánero, resulta que lo que hay que hacer es regocijarse con la ejecución de un hombre por parte de su mujer. Y semos muy malos porque hemos secado el mundo. No hay agua, pero por lo visto ya no es necesaria para el ser humano, dado que el número de habitantes mundial no deja de crecer (el progretizado pueblo europeo es la excepción, claro).
Púdrete Christopher. Que te den muchas paguitas multimillonarias para tus, a partir de aquí, peliculejas.
Fue un gran artista, llegó a la obra maestra con "El caballero oscuro", pero se ha acomodado y aborregado, hasta convertirse en un propagandista de la tiranía que nos domeña.
Pero Dios no cierra una puerta sin abrir otra, y mientras muere Nolan, nace Ilya Naishuller.

7,5
54.123
9
28 de enero de 2023
28 de enero de 2023
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un samurai contra un ronin; respeto entre abnegados rivales, implacables pero también honorables. Vidas sacrificadas por el bien y el mal, resultando confuso a qué representa cada cual.
Las escenas de acción están magistralmente rodadas, al nivel del mejor Raoul Walsh. No se abusa de ellas, pese a que la del robo al banco es larga, y yo creo que una obra maestra en sí misma. Artesanía en grado de excelencia, como un stradivarius o el décimo dan.
Otra escena compite con una de "Blade runner", que utilizaba una pieza especialmente conseguida de Vangelis, para lograr pura poesía conjuntándola con una alcoba todavía humeante de amor, y una mirada por la ventana; en este caso la sensibilidad exquisita de Michael Mann se ayuda de la música de Terje Rypdal.
Las escenas de acción están magistralmente rodadas, al nivel del mejor Raoul Walsh. No se abusa de ellas, pese a que la del robo al banco es larga, y yo creo que una obra maestra en sí misma. Artesanía en grado de excelencia, como un stradivarius o el décimo dan.
Otra escena compite con una de "Blade runner", que utilizaba una pieza especialmente conseguida de Vangelis, para lograr pura poesía conjuntándola con una alcoba todavía humeante de amor, y una mirada por la ventana; en este caso la sensibilidad exquisita de Michael Mann se ayuda de la música de Terje Rypdal.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Tres parejas destruidas por la fatalidad; en dos, tiene algo que ver el feminismo. Sobre todo en la del policía, al que se castiga por dedicación al trabajo (lo que es quejarse por vicio, literal y figuradamente). Una hija que intenta suicidarse, infeliz en su vida desestructurada. Otra de las mujeres, de un atracador, traiciona y también acaba recibiendo su merecida traición, por parte de un frívolo sustituto. Al final, tiene un gesto de fidelidad con su hombre, en parte arrepentida aunque ella también sea víctima. El director mantiene un punto de vista neutral, no se moja, pero eso facilita la inmersión en la trama, no es cine de arte y ensayo.
Sólo el líder de los atracadores vive una historia bonita, con una recién conocida. Con él es con quien más empatiza el espectador, y por eso se sufre más ante su destino, del que siempre quieres escapar por más veces que veas la película. Y no es raro que sean varias, porque estamos ante cine de género de la mejor calidad.
Ambos lados de la ley comparten la tragedia de nuestro tiempo.
Desde "Atraco perfecto" de Stanley Kubrick, no se hacía una película de policías y ladrones tan buena. Se le queda corta la etiqueta.
Sólo el líder de los atracadores vive una historia bonita, con una recién conocida. Con él es con quien más empatiza el espectador, y por eso se sufre más ante su destino, del que siempre quieres escapar por más veces que veas la película. Y no es raro que sean varias, porque estamos ante cine de género de la mejor calidad.
Ambos lados de la ley comparten la tragedia de nuestro tiempo.
Desde "Atraco perfecto" de Stanley Kubrick, no se hacía una película de policías y ladrones tan buena. Se le queda corta la etiqueta.
9
12 de marzo de 2024
12 de marzo de 2024
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Cuántos cineastas pueden sorprender de verdad? Pocos tienen una obra tan imaginativa, en el sentido más auténtico; no se trata de simplezas sepultadas bajo toneladas de farfolla supuestamente ingeniosa, como en las películas más autocomplacientes de Miyazaki o Burton, por poner ejemplos decentes. Por el contrario, el cine del danés suele ser formalmente espartano, a veces minimalista, para desechar todo lo sobrante y recrearse en lo que importa. En eso Anticristo es una excepción, un cambio, pero cada extravagancia, cada centelleo flamígero, tiene su sentido. Se usa para reforzar y no para estorbar.
A diferencia del de género, donde Michael Mann puede repetir lo mismo varias veces sin que deje de rendir, especialmente si tienes la suerte de desconocer la autoría antes de ver la película, en el cine de autor es necesaria la novedad. Por eso, Lars von Trier es uno de los mejores autores posibles.
Por otro lado, el danés es también un valiente y hábil desobedecedor de los mandamientos progres. No por mera rebeldía, sino con una complejidad fascinante. Los aficionados a comisarios éticos tardaron bastante tiempo en empezar a enterarse del sentido de su obra, aunque era lógico que poco a poco fuesen vislumbrándolo. Con cuentagotas, pero acabaron siendo tantos los que odian al genio, que fue abucheado en Cannes. Qué mejor homenaje, dados los motivos. Está claro que cuando lo admiraban era por mero esnobismo, en su mayoría. Los engañaba con una primera capa de supuestas interpretaciones izquierdistas, de trazo mucho más grueso, que los apaciguaba como un filete a un perro guardián. Esa es la principal clave de su genialidad, la burla de la censura: no han podido cargárselo y sepultarlo, como a Theo Van Gogh.
A partir de Dogville (quizás la mayor obra maestra del siglo XXI) tuvieron la mosca detrás de la oreja, pero ya con Anticristo no pudieron mantener la compostura. Podría ser la mejor crítica del feminismo (una nueva religión) que se ha hecho en el cine de arte y ensayo.
Pero hablando de esnobs, a cineastas-diva tipo Lynch o Cronenberg no les vendría nada mal extraer una lección de Anticristo: sí se puede hacer una obra maestra de corte tenebroso y extraño. No posando, para empezar. El continente ha de reforzar el contenido, en lugar de servir para desfilar por una pasarela imaginaria de directores-modelo. Y continuando por mostrar algo de rebeldía o pensamiento genuinos, no de todo a cien como los de “Promesas del este”, o “Una historia verdadera”.
Resumamos algunas de las esencias contenidas en la obra de von Trier:
- Europa (1991): apuntes para una revisión del nazismo.
- Los idiotas (1998): sátira del borreguismo.
- Bailar en la oscuridad (2000): denuncia de la inmoralidad actual.
- Dogville (2003): defensa de la pena de muerte; crítica al pacifismo. Cuestionamiento de la supuesta bondad de los proletarios, económicos y culturales.
- 5 condiciones (2003): crítica al cine del establishment.
- Manderlay (2005): apuntes para una revisión del esclavismo en América.
- Querida Wendy (2005): defensa del derecho a portar armas.
- El jefe de todo esto (2006): sátira de la corrupción.
- Anticrist♀ (2009): crítica al feminismo, centrada en el aborto.
- Melancolía (2011): exaltación de la destrucción de sociedades decadentes.
- Nymph()maniac (2013): crítica al feminismo, centrada en la fornicación y la promiscuidad.
Todas ellas, estocadas propinadas en momentos especialmente difíciles, cuando casi nadie se atrevía, y en ámbitos muy hostiles (la crítica de cine ha estado dominada por una guardia pretoriana, del sistema edificado en torno a la religión progresista), demostrando una habilidad excepcional para dificultar la labor de los censores (tanta que los más alelados todavía no se han percatado de sus intenciones). Algunos espectadores nos regocijamos en el descubrimiento del secreto de este artista, y sentimos alivio al ver que existían otras personas disidentes, gente inteligente que había visto que el emperador estaba desnudo (por entonces no era tan común el acceso a medios alternativos en internet).
Contenidos tan altamente inflamables contra el sistema, como originales e intelectualmente valiosos.
La decadente civilización occidental merece los sutiles pinchazos que le propina Trier. Él, y en buena medida algunos de sus colaboradores de Zentropa, son los artistas geniales inmediatamente posteriores al esplendor, inevitablemente pesimistas, como lo fueron Quevedo o Calderón de la Barca respecto al imperio español.
Lo que también presagia que a la muerte de aquellos, los mejores quizás haya que buscarlos ya en otras culturas.
A diferencia del de género, donde Michael Mann puede repetir lo mismo varias veces sin que deje de rendir, especialmente si tienes la suerte de desconocer la autoría antes de ver la película, en el cine de autor es necesaria la novedad. Por eso, Lars von Trier es uno de los mejores autores posibles.
Por otro lado, el danés es también un valiente y hábil desobedecedor de los mandamientos progres. No por mera rebeldía, sino con una complejidad fascinante. Los aficionados a comisarios éticos tardaron bastante tiempo en empezar a enterarse del sentido de su obra, aunque era lógico que poco a poco fuesen vislumbrándolo. Con cuentagotas, pero acabaron siendo tantos los que odian al genio, que fue abucheado en Cannes. Qué mejor homenaje, dados los motivos. Está claro que cuando lo admiraban era por mero esnobismo, en su mayoría. Los engañaba con una primera capa de supuestas interpretaciones izquierdistas, de trazo mucho más grueso, que los apaciguaba como un filete a un perro guardián. Esa es la principal clave de su genialidad, la burla de la censura: no han podido cargárselo y sepultarlo, como a Theo Van Gogh.
A partir de Dogville (quizás la mayor obra maestra del siglo XXI) tuvieron la mosca detrás de la oreja, pero ya con Anticristo no pudieron mantener la compostura. Podría ser la mejor crítica del feminismo (una nueva religión) que se ha hecho en el cine de arte y ensayo.
Pero hablando de esnobs, a cineastas-diva tipo Lynch o Cronenberg no les vendría nada mal extraer una lección de Anticristo: sí se puede hacer una obra maestra de corte tenebroso y extraño. No posando, para empezar. El continente ha de reforzar el contenido, en lugar de servir para desfilar por una pasarela imaginaria de directores-modelo. Y continuando por mostrar algo de rebeldía o pensamiento genuinos, no de todo a cien como los de “Promesas del este”, o “Una historia verdadera”.
Resumamos algunas de las esencias contenidas en la obra de von Trier:
- Europa (1991): apuntes para una revisión del nazismo.
- Los idiotas (1998): sátira del borreguismo.
- Bailar en la oscuridad (2000): denuncia de la inmoralidad actual.
- Dogville (2003): defensa de la pena de muerte; crítica al pacifismo. Cuestionamiento de la supuesta bondad de los proletarios, económicos y culturales.
- 5 condiciones (2003): crítica al cine del establishment.
- Manderlay (2005): apuntes para una revisión del esclavismo en América.
- Querida Wendy (2005): defensa del derecho a portar armas.
- El jefe de todo esto (2006): sátira de la corrupción.
- Anticrist♀ (2009): crítica al feminismo, centrada en el aborto.
- Melancolía (2011): exaltación de la destrucción de sociedades decadentes.
- Nymph()maniac (2013): crítica al feminismo, centrada en la fornicación y la promiscuidad.
Todas ellas, estocadas propinadas en momentos especialmente difíciles, cuando casi nadie se atrevía, y en ámbitos muy hostiles (la crítica de cine ha estado dominada por una guardia pretoriana, del sistema edificado en torno a la religión progresista), demostrando una habilidad excepcional para dificultar la labor de los censores (tanta que los más alelados todavía no se han percatado de sus intenciones). Algunos espectadores nos regocijamos en el descubrimiento del secreto de este artista, y sentimos alivio al ver que existían otras personas disidentes, gente inteligente que había visto que el emperador estaba desnudo (por entonces no era tan común el acceso a medios alternativos en internet).
Contenidos tan altamente inflamables contra el sistema, como originales e intelectualmente valiosos.
La decadente civilización occidental merece los sutiles pinchazos que le propina Trier. Él, y en buena medida algunos de sus colaboradores de Zentropa, son los artistas geniales inmediatamente posteriores al esplendor, inevitablemente pesimistas, como lo fueron Quevedo o Calderón de la Barca respecto al imperio español.
Lo que también presagia que a la muerte de aquellos, los mejores quizás haya que buscarlos ya en otras culturas.

6,4
1.353
8
3 de febrero de 2023
3 de febrero de 2023
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un país plagado de censores, empecinados en denunciar a los disidentes que ansían libertad, y en machacar a los que intentan sacar un legítimo provecho de sus habilidades o esfuerzo. Un país cada vez más opresivo y miserable.
Una vez difundido masivamente el aborregamiento, cambiarlo desde dentro no está al alcance de los pocos rebeldes que haya, y la mejor opción es escapar. Aunque sea muy complicado y peligroso.
¿Cómo se llega a una tiranía así? Controlando el poder judicial. El gobierno que lo consiga puede hacer lo que quiera; la democracia se acaba y empieza la dictadura. Lo consiguió Adolf Hitler, lo consiguió Hugo Chávez, y en España lo está intentando la izquierda, hasta ahora con éxito parcial.
Michael Herbig, una especie de potencial héroe zelenskiano alemán, no sólo ha creado esta gran obra anti-socialista, sino que también tiene otra de 2022, en la que denuncia al fraudulento periodista progre Claas Relotius.
Sí, sí, sí. En el norte sigue habiendo demasiados herejes, chicos. Siguen sin respetar la religión de moda. No como nosotros los españoles.
Pero a alguno de los nuestros han tenido que pervertir, dado que ha ocurrido un fallo de seguridad en el botón rojo (Play) de Radio Televisión Espantosa, y se ha colado esta conspicua cinta, entre la miríada de panfletos de propaganda izquierdista. Aunque sólo sea por una semana.
Una vez difundido masivamente el aborregamiento, cambiarlo desde dentro no está al alcance de los pocos rebeldes que haya, y la mejor opción es escapar. Aunque sea muy complicado y peligroso.
¿Cómo se llega a una tiranía así? Controlando el poder judicial. El gobierno que lo consiga puede hacer lo que quiera; la democracia se acaba y empieza la dictadura. Lo consiguió Adolf Hitler, lo consiguió Hugo Chávez, y en España lo está intentando la izquierda, hasta ahora con éxito parcial.
Michael Herbig, una especie de potencial héroe zelenskiano alemán, no sólo ha creado esta gran obra anti-socialista, sino que también tiene otra de 2022, en la que denuncia al fraudulento periodista progre Claas Relotius.
Sí, sí, sí. En el norte sigue habiendo demasiados herejes, chicos. Siguen sin respetar la religión de moda. No como nosotros los españoles.
Pero a alguno de los nuestros han tenido que pervertir, dado que ha ocurrido un fallo de seguridad en el botón rojo (Play) de Radio Televisión Espantosa, y se ha colado esta conspicua cinta, entre la miríada de panfletos de propaganda izquierdista. Aunque sólo sea por una semana.

5,7
2.829
8
18 de enero de 2023
18 de enero de 2023
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
El cine de esta mujer ("En carne viva", "El Piano"...), como el primero de Isabel Coixet por otras vías, eleva eso que algunos llaman "sensibilidad femenina", desprestigiada por culebrones, telefilmes, feminismo, anuncios de compresas o prensa del corazón, a algo realmente valioso.
Hay algo de imaginería timburtoniana barroca y gótica, dotada de sentido, lejos de los "freakismos" o fantasías pueriles del original, que sólo le gana en el mérito del experimentador. El preciosismo y detallismo de sus escenarios y vestuarios, es excelente. Además de la música, y una dirección de actores magistral que demuestra, por ejemplo, las portentosas dotes como musa de Nicole Kidman (atesoradas en sus trabajos para Lars Von Trier o Gus Van Sant, además de la propia Campion), aunque hubiesen sido puestas en duda por artesanos medio echados a perder como Anthony Minghella o Sydney Pollack (qué mal está en sus películas).
Con esa dirección y magnífica ambientación, consigue transmitir sobradamente el torbellino de sentimientos románticos pretendido.
Hay algo de imaginería timburtoniana barroca y gótica, dotada de sentido, lejos de los "freakismos" o fantasías pueriles del original, que sólo le gana en el mérito del experimentador. El preciosismo y detallismo de sus escenarios y vestuarios, es excelente. Además de la música, y una dirección de actores magistral que demuestra, por ejemplo, las portentosas dotes como musa de Nicole Kidman (atesoradas en sus trabajos para Lars Von Trier o Gus Van Sant, además de la propia Campion), aunque hubiesen sido puestas en duda por artesanos medio echados a perder como Anthony Minghella o Sydney Pollack (qué mal está en sus películas).
Con esa dirección y magnífica ambientación, consigue transmitir sobradamente el torbellino de sentimientos románticos pretendido.
Más sobre Lorentz
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here