Finalizo hoy mismo el capítulo 8 y con un regusto muy satisfactorio me dispongo a escribir unas modestas lineas, con una sensación que hace años no tenía y que reconozco con gran agrado ya que la disfruté por primera vez en aquel muy muy lejano 1977.

Recuerdo cuando Lucas sorprendió a aquel crío con aquellas letras oblicuas, con aquellas naves que se perseguían, con aquellas explosione imposibles, con aquellos personajes legendarios , nos abrió una puerta a un sueño, a una maravillosa fantasia,nos enseñó a soñar.

Comencé a ver esta serie sin demasiadas expectativas , las precueia y secuela de los episodios IV, V y VI no han sido demasiado satisfactorias y sin embargo ,poco a poco, casi por sorpresa, la serie me fue enganchando.

Episodios repletos de ritmo, casi autoconcluyentes que se ven en un suspiro y que me han dejado siempre con un muy buen sabor de boca,

No es el Mandaloriano el personaje que yo hubiera elegido para protagonista, pero ciertamente te va ganando y la "escondida" interpretación del siempre sobrio Pedro Pascal resulta muy convincente,grandes secundarios, buenos efectos,buenas localizaciones, entretenimiento constante, buen guión y una música que al poco ya casi te resulta familiar.

Con su estética de casi western , la serie va creciendo, con sus buenos sus malos y sus grises... lo cierto es que Favreau ( quien lo diría) y colaboradores han hecho un trabajo esplendido, teniendo como tenían el listón muy alto y dejandonos con muchas ganas de más.

La verdad es que despues de dos series decepcionantes como Watchmen (sesuda y liosa) y The Witcher (pobre y fallida) en las que yo tenía grandes expectativas, gracias a este Mandaloriano he cargado pilas y aunque siga pensando que cualquier tiempo pasado fue mejor por fin he vuelto a creer ( aunque sólo sea temporalmente)

Todos aquellos que aún podáis soñar por favor disfrutad de esta pequeña joya.

Hoy entendí toda la admiración que unos viejos amigos profesaban por esta gran obra, y a ellos en cierta manera van dedicadas estas palabras, en ocasiones solo con el tiempo consigues descubrir maravillas que en el pasado habían discurrido ante ti de forma inadvertida.

No era la primera vez que me enfrentaba a Moonfleet, la primera como adolescente pretendiendo disfrutar de una cinta de aventuras que para mí se quedaba corta, la segunda una década después con mayor atención, pero seguramente con muchos sueños aún en la cabeza, en ambas ocasiones la disfrute de forma pasajera, rápida, intrascendente, sin sentir el verdadero mensaje de Lang,

En esta madura aproximación, como cambian nuestros ojos con los años y las vivencias, y sí en esta ocasión se abrió ante mí un nuevo mundo, una nueva narrativa, en la que evidentemente había aventura, pero esa no era lo esencial, lo importante, era el encuentro, la amistad entre el niño y el adulto que llevaba a ambos a ese viaje vital, a ese crecimiento mutuo, a ese entendimiento y a ese desarrollo que lleva a ambos a no ser la misma persona cuando termina el largometraje.

Seguramente a nosotros nos pasa lo mismo, mejoramos con el film, crecemos interiormente, nos sentimos identificados, con el pícaro, el incrédulo, el infantil, el cándido, el sincero, el vividor. el amigo... el padre... por todas las etapas por las que deambulan nuestros personajes.

Stewart Granger soberbio, actor de enorme presencia, que ha dejado 4-5 obras sublimes para la historia del séptimo arte, el niño Jon Whiteley por supuesto espléndido, y George Sanders gran actor un tanto desaprovechado.

La ambientación Victoriana-Gótica sublime, ahumando suspense a la narración, a lo que sumamos la espléndida partitura del gran Miklos Rozsa,

Para concluir, Moonfleet es una vuelta a la niñez, a los cines de reestreno, a ese nerviosismo que producía la sorpresa para ir madurando conforme avanza la película.

Gran oda a la aventura, a la amistad y por supuesto una la vida, a las ganas de tomar la vida por las solapas y sacudirla con fuerza.

Gracias

PD: Perdón amigos por llegar tan tarde y no entenderlo en su momento... nos volveremos a encontrar.

Me acerqué a esta pelicula con cierto temor -lo reconozco- no soy amante de campañas orquestadas ni de musicales vitalistas, aunque es cierto que hay algunos maravillosos,

Pero lo cierto es que este musical desde su arranque engancha, con un buen sentido del ritmo y con una excelente banda sonora.

Tiene un regusto a cine del de antes , a ese Hollywood dorado que tanto nos sorprendía, con un elenco cumplidor, que pese a no ser bailarines ni cantantes cumplen el objetivo con nota. Gosling rompe de esta manera su encasillamiento y seriedad,

La película no deja de ser una bonita metáfora de la vida, con sus etapas, algunas luminosas, otras brillantes, algunas apagadas, unas pocas duras...como si de las cuatro estaciones se tratara.

Ahh y esas malditas decisiones que nos hacen tomar caminos que nos unen o separan...

Me arrepiento de haber tardado tanto en verla, sin duda de lo mejorcito del 2021.

Me alegro de que sigan quedando grandes guionistas y directores valientes como Arnold que sepan plasmarlo a la pantalla.

Sufro con la rudeza de la historia, y lo dura/injusta que es en ocasiones la vida.

Vivo las peripecias de los protagonistas con desasosiego, entiendo sus condenas, las entiendo, los perdono, los admiro, las sufro...

Respeto a la gente sin doblez, que acepta sus culpas, y se reinventa, gran ley de vida, no hay otra forma de vivir.

Tras estas pequeñas reflexiones recomiendo esta gran serie, te hace pensar, sentir, creer, emocionarte y darte cuenta de que pese a todo la vida siempre te da una segunda oportunidad.

Cine de verdad que llega a lo mas hondo.

Hacía mucho tiempo que no disfrutaba una película con tanto agrado, por momentos he vuelto a ese cine de siempre, a esa maravilla capaz de hacernos reir, emocionar , llorar, en definitiva estar vivos.

Historia de una amistad en el peor momento de su carrera profesional, de dos personas diferentes , con pocos puntos en común pero que por encima de todo se quieren, se respetan , se admiran , y se necesitan para crecer , para enriquecerse mutuamente.

John C. Reilly y Steve Coogan están fabulosos en su recreación de los maravillosos Stan & Ollie, dotándoles de una humanidad maravillosa, de un gran sentido del humor y también como no de dudas y contradicciones, como todo ser humano.

Película pequeña, hermosa, emotiva, cinefila cual Cinema Paradiso ... un canto a los viejos tiempos, que te insufla positivismo, ganas de salir corriendo cual George Bailey en Bedford Falls.

Absolutamente maravillosa , de esas pelicpelículas que te reconcilian con el séptimo, envidio a quienes vayan a verla hoy por primera vez,

Como decía Mae West el sentido del humor es el que ayuda a sobrellevar los otros cinco.

Hasta pronto y disfrutadla.