Una chica despierta una y otra vez en el mismo momento en que es asesinada, repitiéndose siempre el mismo día, el de su cumpleaños. Cada vez irá atando más cabos y fijándose en los detalles para averiguar quién y por qué quieren acabar con ella de una manera tan cruel en un día tan señalado.

El director Christopher Landon escribe y dirige una película entretenida, con algún que otro golpe logrado y que cumple ampliamente con su cometido: Entretener al espectador y hacerle pegar 4 chillos. Es de consumo fácil y no dejará mucho poso en el público, pero para un día frío de invierno de estos que asoman ya por debajo de la puerta y embutido en una manta deborando gusanitos y palomitas, es un planazo. La película tiene ritmo, enseguida te enteras de qué va todo y empatizas con los personajes. Pero a su vez, se hace repetitiva, el asesino y todo lo que le rodea tiene muchos clichés y en el juego de saber quién es…las intuiciones no fallan (al menos a mi no me fallaron) y pronto lo descubres, perdiendo gran parte de emoción. Además, la historia de amor me chirría un poco por evidente y facilona. La protagonista de la cinta y de los déjà vus fatales es Jessica Rothe (que tuvo sus minutilos en La La Land) y que tiene el discutible honor de ser la actriz que más veces muere y resucita en una misma película…e imagino que al término de su carrera querrá ser recordada por algo más que eso, y en ello está. ¡Feliz Cumpleaños!

Sacapuntas de oro: Para el que quiera pasar un rato divertido sin tener que estrujarse demasiado el cerebro. Es original por momentos y le da un soplo de aire fresco al género. El buenrollismo que desprende.

Sacapuntas de madera: La potente musiquilla del tráiler no se repite luego en toda la película. No se nos explica la razón del por qué una vez muerta despierta de nuevo. Se te acaba haciendo larga, con 15 minutos menos la nota hubiera subido.

Nota: 6 Sacapuntas

Cuando un musulmán y una americana se conocen no tenían pensado mantener una relación seria, sino solo unos meros encuentros ocasionales. Pero en el amor lo único seguro es que es una palabra de cuatro letras, todo lo demás es imprevisible.

El director Michael Showalter rueda una comedia agridulce dramática. Es una película simpaticona, se ve con gusto y tiene momentos divertidos, sobre todo a cargo de los cuatro padres que merecen sin duda una película propia. Quizás al principio cuesta entrar en ella porque no empieza aportando nada nuevo al género pero luego te das cuenta que estás viendo algo diferente, algo fresco, algo multicultural. Me gusta el enfoque que se le da a la forma de vivir una relación desde el punto de vista del que cuida a un enfermo, el que está ahí pase lo que pase, truene o nieve, que está a las duras, que de fiesta sabemos (o sabíamos) irnos todos, pero en las malas es cuando afloran las personas que merecen verdaderamente la pena. Y aquí hay una persona así, la intepretada por Kumail Nanjiani, que le pasó esta misma historia en la vida real, él se lo guisa y él se lo come. Posiblemente el éxito y la clave de esta cinta radica en que muestra la historia de dos personas normales, de carne y hueso y sin azúcar ni príncipes azules, que comparten una situación extrema más acorde a la realidad que ese cuento en donde todos acaban comiendo perdices y que nunca suele ocurrir. No es un peliculón ni mucho menos la mejor comedia del año, pero muestra el lado oscuro del amor, el de bajar al barro y ensuciarte. Y sólo por eso merece la pena.

Sacapuntas de oro: Los momentos que él pasa con sus padres indios (esa madre que ni mira a su hijo pero le prepara un tupper es antológica) y la escena con sus suegros de público en su monólogo. Lo bien que muestra el choque de culturas y sus miserias. Para los que crean que el amor es equivocarse, volver a intentarlo y acabar cediendo por el bien de los dos.

Sacapuntas de madera: Se hace un pelín larga, le sobran 15 ó 20 minutos, pero los del inicio, no los del final. Zoe Kazan no me acaba de cuajar. Los amigos de él están poco dibujados e impostados. No termina de creerse a si misma.

Nota: 6,5 Sacapuntas.

Vallecas, años 90. Una adolescente de 15 años debe encargarse de cuidar y criar a sus hermanos pequeños porque su madre está todo el día trabajando en un bar y su padre ha fallecido. Para divertirse y salirse de la rutina, juega con sus amigas a la ouija pero desde ese momento la diversión dejará paso al terror más absoluto.

El director Paco Plaza, coautor de la saga [•Rec] y también de OT:La película, nos quiere meter el miedo en el cuerpo con esta correcta cinta de sustos y de presencias extrañas. Aunque por lo que verdaderamente será recordada dentro de unos años la película será sin duda por ese miedo tremendo a la adolescencia, esos sentimientos encontrados de la protagonista, el crecer demasiado rápido y ver cómo se pierde la infancia como fina arena de un reloj. Ese temor a las opiniones de los demás y a ver como tu padre ya no está y tu madre se pasa la vida trabajando y sin disfrutar de sus hijos. Ese pánico a crecer antes de tiempo. Puede que todo lo que le ocurre a la protagonista, una novicia Sandra Escacena, esté solo en su cabeza y se imagine todo, pero también puede ser perfectamente creíble que haya alguien más ahí, en alguna parte y no seré yo quien lo ponga en duda. Esa mezcla de realidad e imaginación está perfectamente plasmado en la película y los sustos gratuitos brillan por su ausencia, lo que es de agradecer. Un servidor, que no disfruta de las películas de terror y que va a verlas porque su valiente novia le empuja a hacerlo (siempre a regañadientes), debe reconocer que aquí disfrutó porque hay algo más que cuatro chillos, hay una infancia cortada por lo sano y una sensación de soledad marcada a fuego para siempre.

Sacapuntas de oro: La sensación de ver el miedo con tus propios ojos y poder tocarlo. Los actores cumplen, pero es que al pequeño interpretado por Iván Chavero te lo comías literalmente. El pánico que da la Hermana Muerte…hasta que habla. La ambientación de la España de principios de los 90 y su mezcla de progreso y caspa. La escena final pone los pelos de punta.

Sacapuntas de madera: Una banda sonora no es solo que de vez en cuando suene una canción detrás de otra, sino saber seleccionar el tema adecuado y su momento en la cinta. Lo poco originales que son siempre los guionistas y directores al representar al monstruo, todos cortados por el mismo patrón. El tópico de la ouija. Que el policía tenga tan poco protagonismo en el film…¿tendrá más importancia en la segunda parte?

Nota: 5,5 Sacapuntas

Un idílico balneario de los Alpes suizos es frecuentado por muchos hombres y mujeres en edad madura para recibir sus milagrosos tratamientos. Hasta allí acude un joven trabajador de una importante empresa para encontrar y traer de vuelta a la civilización a un poderoso ejecutivo de la compañía para que esté presente y de su consentimiento ante la inminente gran operación que están a punto de cerrar y que hará multimillonarios a todos.

El prestigioso realizador Gore Verbinski, director de la ganadora en 2011 del Oscar de animación Rango, y tras su último batacazo con El Llanero Solitario, vuelve a escena con una muy interesante cinta oscura de thriller psicológico, muy en la línea, en tono y forma, de la obra maestra Shutter Island (asombroso el parecido con Leo Di Caprio del protagonista Dane DeHaan). Es una película que destaca por sus múltiples perspectivas, por su argumento maquiavélico y por escarbar en lo más profundo y terrible del ser humano: caer enfermo sin saber el motivo del mal ni su cura. Pero llega un punto que la cinta se pega un tiro en los pies y va degenerando hasta límites insospechados en un terror gótico mezclado con un spin-off de Terminator: El Origen. Sin tener en cuenta esos minutos finales en donde hay más fuegos de artificio rancio que otra cosa, la película es muy recomendable si quieres jugar con tu mente y ponerla a prueba con los ingredientes que el director te propone. A mi me convenció.

Sacapuntas de oro: Que tiene un universo propio tan deprimente y abstracto que te seduce y cautiva por igual desde el primer instante. Algunas imágenes se te quedan grabadas en la retina a fuego, como la de la cámara acuática. La fina línea que separa la locura de la cordura.

Sacapuntas de madera: Su excesivo metraje, no por innecesario, sino porque llega un punto de no retorno donde empiezan a pasar cosas innecesarias. Su final, poco convencional y estrambótico. Los actores no me acaban de convencer del todo.

Nota: 6,5 Sacapuntas.

Una joven y exitosa empresa dedicada a la moda online decide contratar a becarios jubilados para que den la nota de sabiduría y puedan aportar su visión desde la experiencia obtenida en sus muchos años de trabajo acumulado.

La directora Nancy Meyers, autora de la simpática The Holiday, consigue una muy lograda comedia dramática que no es otra estúpida película americana. Tiene miga, se ve con gusto y trata muchos temas, ninguno baladí. Habla de la amistad verdadera, del dar sin recibir nada a cambio. Del emprendimiento en el trabajo, la ilusión empleada y las infinitas horas invertidas a cambio muchas veces de nada. De las relaciones personales y del cambio de rol en el trabajo, de mujer a hombre amo de casa. De la educación de los hijos marcadas por las ausencias. De las relaciones sentimentales pasados los 60. Del qué dirán y de los chismorreos. Robert De Niro y Anne Hathaway, esa extraña pareja que funciona a las mil maravillas, como un metrónomo. La clase vintage frente a la modernidad cool. En definitiva, una película divertida y sesuda a partes iguales, de la que no esperas gran cosa, salvo por su sugerente reparto, pero que acabas viendo del tirón con la sonrisa en la boca y el corazón encogido. Good job!

Sacapuntas de oro: El buen rollo que desprende desde el primer minuto. La buena interepretación de los actores protagonistas. La gran idea de los becarios senior. La evolución de la historia, que nunca se estanca. Poder disfrutar de tu trabajo tanto como lo que te espera en casa.

Sacapuntas de madera: Quizás le sobran 15 minutillos. La historía sentimental adulta está muy forzada y chirria. El mejor jefe es el que delega y aquí no se lleva a la práctica. Que en este tipo de películas se acabe tirando de manual y de piloto automático.

Nota: 6,5 Sacapuntas.