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Críticas ordenadas por utilidad
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8
4 de noviembre de 2009
4 de noviembre de 2009
21 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
La capacidad creativa de Hollywood en su época dorada no ha tenido parangón en la historia del cine. Tal afirmación, rotunda y sin paliativos, se justifica con producciones como “Stranger on the Third Floor” donde, a pesar de las pocas pretensiones, de la brevedad del metraje o de los humildes recursos con los que cuenta, nos presenta una muestra inmejorable del film noir. En este caso, prestando atención a esas situaciones de la vida que hacen dudar al ciudadano de a pie, poniéndolo en una diatriba que lo equipara al peor de los asesinos.
El planteamiento inicial es sencillo: joven periodista, Michael Ward, es testigo de un asesinato. Su declaración es crucial para condenar al acusado quien proclama su inocencia contra viento y marea. Tras la fatal condena, las dudas comienzan a invadir a Mike. Cada momento que pasa está menos seguro de su testimonio, de sus recuerdos. Todo se complica definitivamente cuando aparece asesinado en similares circunstancias el vecino de Mike, el señor Chen. La animadversión pública entre ambos, la confusión del protagonista, su presencia en el anterior asesinato y una terrible pesadilla (terrible y magníficamente rodada) lo convierten de inmediato en posible sospechoso ante los ojos del espectador y de la policía. Se inicia así la resolución de la intriga de una manera tan rápida como efectiva.
Bien dirigida y bien fotografiada, los planteamientos finales del film van más allá de la propia trama. La ambigüedad moral que se exhibe o la delgada línea que separa el comportamiento criminal del racional, son temas candentes y llevan tanto al protagonista como al espectador a una situación límite donde ambos tendrán un encuentro memorable:
El planteamiento inicial es sencillo: joven periodista, Michael Ward, es testigo de un asesinato. Su declaración es crucial para condenar al acusado quien proclama su inocencia contra viento y marea. Tras la fatal condena, las dudas comienzan a invadir a Mike. Cada momento que pasa está menos seguro de su testimonio, de sus recuerdos. Todo se complica definitivamente cuando aparece asesinado en similares circunstancias el vecino de Mike, el señor Chen. La animadversión pública entre ambos, la confusión del protagonista, su presencia en el anterior asesinato y una terrible pesadilla (terrible y magníficamente rodada) lo convierten de inmediato en posible sospechoso ante los ojos del espectador y de la policía. Se inicia así la resolución de la intriga de una manera tan rápida como efectiva.
Bien dirigida y bien fotografiada, los planteamientos finales del film van más allá de la propia trama. La ambigüedad moral que se exhibe o la delgada línea que separa el comportamiento criminal del racional, son temas candentes y llevan tanto al protagonista como al espectador a una situación límite donde ambos tendrán un encuentro memorable:
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Peter Lorre.
¿Por qué eres tan bueno Lorre? Quince, quizás veinte minutos son su cuota de pantalla. Suficiente. Suficiente cuando eres un actor enorme e inigualable. Cuando tu rostro es capaz de inspirar los peores augurios o cuando tu voz hace sentir verdaderos escalofríos. No les diré más. No vean la película entera si quieren o si no les convenció la crítica pero, por favor, no se pierdan el ratito de este tipo. Elevado por siempre a los altares de la interpretación.
¿Por qué eres tan bueno Lorre? Quince, quizás veinte minutos son su cuota de pantalla. Suficiente. Suficiente cuando eres un actor enorme e inigualable. Cuando tu rostro es capaz de inspirar los peores augurios o cuando tu voz hace sentir verdaderos escalofríos. No les diré más. No vean la película entera si quieren o si no les convenció la crítica pero, por favor, no se pierdan el ratito de este tipo. Elevado por siempre a los altares de la interpretación.

6,6
416
9
17 de julio de 2008
17 de julio de 2008
20 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Repaso a los acontecimientos más importantes en la vida del gángster más famoso de todos los tiempos de la mano de Richard Wilson. Tenía mucho interés en ver esta cinta, no muy conocida pero bastante atractiva por tratarse de quien se trata: el inmortal Alfonso Capone. Y como suele suceder en muchas ocasiones cual es mi sorpresa cuando me encuentro otro título fascinante, cargado de interés y que refleja perfectamente lo que fue y ha significado este personaje en la historia criminal de los Estados Unidos.
Pero todos los piropos y buenas sensaciones que deja la cinta tras su visionado se deben en gran, grandísima parte al Rod Steiger. Como titulo en la crítica a partir de ahora la cara de Alfoso Capone no será para mi la de Robert de Niro en "Los Intocables de Elliot Ness", sino la de Rod Steiger en la película biográfica del de Brooklyn. Soberbio, inolvidable papel lleno de fuerza, personalidad y reflejo fiel de lo que tuvo que ser el gángster en la realidad. Seguro que Gandolfini vió este film cuando le pasaron el papel para hacer de Tony Soprano. Además Richard Wilson lo dirige perfectamente y, en un tono de casi documental, hace un recorrido por el ascenso y caida de un "tipo" que creo una nueva clase de delincuencia organizada que hoy todavía sigue en vigor.
Completada con una buena fotografía, un mensaje interior tremendamente moralista en contra de esa manera de vida, por buenas escenas de acción y por acontecimientos recordados por todos e históricos (la matanza del día de San Valentín, condena por evasión de impuestos, huida a Florida, nacimiento del gran gángaster gracias a la ley seca, etc) esta película es una cita obligada para los amantes del género. Si difrutásteis con Hampa Dorada, Los Violentos Años Veinte o más recientemente con Uno de los Nuestros o Érase una Vez en América no dejéis de ver este fiel retrato del que fue sin duda The Big Boss, el gángster entre los gángster Alfonso Capone.
Pero todos los piropos y buenas sensaciones que deja la cinta tras su visionado se deben en gran, grandísima parte al Rod Steiger. Como titulo en la crítica a partir de ahora la cara de Alfoso Capone no será para mi la de Robert de Niro en "Los Intocables de Elliot Ness", sino la de Rod Steiger en la película biográfica del de Brooklyn. Soberbio, inolvidable papel lleno de fuerza, personalidad y reflejo fiel de lo que tuvo que ser el gángster en la realidad. Seguro que Gandolfini vió este film cuando le pasaron el papel para hacer de Tony Soprano. Además Richard Wilson lo dirige perfectamente y, en un tono de casi documental, hace un recorrido por el ascenso y caida de un "tipo" que creo una nueva clase de delincuencia organizada que hoy todavía sigue en vigor.
Completada con una buena fotografía, un mensaje interior tremendamente moralista en contra de esa manera de vida, por buenas escenas de acción y por acontecimientos recordados por todos e históricos (la matanza del día de San Valentín, condena por evasión de impuestos, huida a Florida, nacimiento del gran gángaster gracias a la ley seca, etc) esta película es una cita obligada para los amantes del género. Si difrutásteis con Hampa Dorada, Los Violentos Años Veinte o más recientemente con Uno de los Nuestros o Érase una Vez en América no dejéis de ver este fiel retrato del que fue sin duda The Big Boss, el gángster entre los gángster Alfonso Capone.

6,6
2.458
8
23 de enero de 2009
23 de enero de 2009
23 de 27 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vuelve el maestro Lang a sumergirse en las mentes de sus personajes, a utilizar las teorías de Freud para dar al espectador un utensilio con el que ser capaz de sentir los miedos y las fobias ocultas que esconden los protagonistas de esta historia. Camino este ya recorrido anteriormente por él mismo ("La Mujer del Cuadro") u otros como el propio Hitchcock ("Suspicion"). Por cierto comparte con esta última, a parte de otras cosas, a Miklós Rózsa, responsable de una escepcional música de la que sin duda se aprovecha Lang para crear esos ambientes casi góticos de los que presumían sus películas de suspense. Y esta no es menos.
Con la voz en off de Celia (Joan Bennett), un adinerada joven soltera de New York, comienza ese relato que con el avanzar de los minutos se va llenando de misterio y de porqué no también terror. Harta de los insulsos pretedientes que la rodean en la gran ciudad viaja hasta Méjico donde conocerá a Mark (Michael Redgrave) un hombre misterioso del cual Celia quedará inmediatamente enamorada. Tras un rápido matrimonio, Matt y Celia irán vivir a la casa familiar de él y en donde Celia empezará a descubrir los inumerables secretos que esconde Matt y que quedarán al descubierto desde el principio con extraños comportamientos. Conocerá a David, el hijo de Matt y Eleonor, su difunta esposa; a Miss Robey (Barbara O’Neil) la enigmática secretaria de Matt y a la hermana de este Carrie (Anne Revere), una mujer que desde el primer momento deja constancia de su"poder" e "influencia" dentro esa casa.
Pero también verá asombrada como su la relación entre padre e hijo, joven hijo, está sumida en la violencia e incomprensión. De como Miss Robey guarda un terrible secreto y aguna que otra pasión oculta...o como Matt colecciona habitaciones, replicas exactas de otras donde se cometieron crímenes espantosos. En este camino de misterio y suspense el espectador acompañará a Celia en sus dudas, en sus angutias, en sus ganas de que triunfe su matrimonio y el gran amor que siente por Matt. En ese camino es donde Lang utiliza a Freud con todas sus consecuencias, consecuencias que pueden ser fatales para Celia. Llevando este psicoanálisis de los personajes hasta el extremo, Lang consigue sin esfuerzo (recordar que no se puede considerar esta como una obra culmen del director alemán) un clima asfixiante y que acompaña perfectamente con una muy buena puesta en escena que alcanza sus momentos más logrados en el desenlace.
Interesantísima pues cinta de encuadre complicado (mezcla de melodrama, drama psicológico, tintes negros y bastante de suspense), llena de simbolismo y personajes misteriosos y que sin duda proporcionan al público momentos para agarrarse al sillón y de mucha incertidmbre. El interesantísimo reparto y la mano de un maestro hacen el resto. El espectador solo tiene que abrir sus ojos y sus oídos y pasar un buen rato disfrutándola.
Con la voz en off de Celia (Joan Bennett), un adinerada joven soltera de New York, comienza ese relato que con el avanzar de los minutos se va llenando de misterio y de porqué no también terror. Harta de los insulsos pretedientes que la rodean en la gran ciudad viaja hasta Méjico donde conocerá a Mark (Michael Redgrave) un hombre misterioso del cual Celia quedará inmediatamente enamorada. Tras un rápido matrimonio, Matt y Celia irán vivir a la casa familiar de él y en donde Celia empezará a descubrir los inumerables secretos que esconde Matt y que quedarán al descubierto desde el principio con extraños comportamientos. Conocerá a David, el hijo de Matt y Eleonor, su difunta esposa; a Miss Robey (Barbara O’Neil) la enigmática secretaria de Matt y a la hermana de este Carrie (Anne Revere), una mujer que desde el primer momento deja constancia de su"poder" e "influencia" dentro esa casa.
Pero también verá asombrada como su la relación entre padre e hijo, joven hijo, está sumida en la violencia e incomprensión. De como Miss Robey guarda un terrible secreto y aguna que otra pasión oculta...o como Matt colecciona habitaciones, replicas exactas de otras donde se cometieron crímenes espantosos. En este camino de misterio y suspense el espectador acompañará a Celia en sus dudas, en sus angutias, en sus ganas de que triunfe su matrimonio y el gran amor que siente por Matt. En ese camino es donde Lang utiliza a Freud con todas sus consecuencias, consecuencias que pueden ser fatales para Celia. Llevando este psicoanálisis de los personajes hasta el extremo, Lang consigue sin esfuerzo (recordar que no se puede considerar esta como una obra culmen del director alemán) un clima asfixiante y que acompaña perfectamente con una muy buena puesta en escena que alcanza sus momentos más logrados en el desenlace.
Interesantísima pues cinta de encuadre complicado (mezcla de melodrama, drama psicológico, tintes negros y bastante de suspense), llena de simbolismo y personajes misteriosos y que sin duda proporcionan al público momentos para agarrarse al sillón y de mucha incertidmbre. El interesantísimo reparto y la mano de un maestro hacen el resto. El espectador solo tiene que abrir sus ojos y sus oídos y pasar un buen rato disfrutándola.

3,9
176
2
24 de junio de 2010
24 de junio de 2010
22 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los que le recuerdan en el ring hablan de un juego de piernas magnífico que le daba la posibilidad de boxear sin apenas cubrirse. Puro movimiento. Viendo peleas suyas, como la final contra Howard Winstone en el ´68, uno puede entender aquello de “no se desplazaba por el cuadrilátero, volaba”. Al brujo galés le cayeron hasta en el cielo de la boca. Extenuado y con un ojo tapado totalmente por un potente crochet de derecha, no tuvo más remedio que ceder el cetro de campeón mundial del peso pluma a nuestro José Legrá. Velocidad de la luz para un artista del boxeo, el Curro Romero de los guantes, enseñado en la escuela cubana más estilista y que derrochaba clase allá donde peleara.
Nacido y criado en Cuba (Baracoa, 1943) José Legrá vivió una época donde ser niño significaba también trabajar: limpiando botas, repartiendo periódicos, guiando a los turistas. Ya desde muy pequeño sus dotes pugilísticas salieron a la luz comenzando su carrera como amateur en La Habana. Luego llegó Castro, los comités de defensa de la revolución y la prohibición del deporte profesional. José se tuvo que ir a México y luego a Miami, donde coincidió con un jovencito llamado Classius Clay y que empezaba a enamorar por entonces practicando el “vuela como una mariposa, pica como una abeja”. Después, su preparador Kid Tunero, lo trajo a España desde donde creció como púgil hasta llegar a convertirse en un campeonísimo. Y de ahí…a El Pardo donde Franco recibió a un negro (aunque él siempre se consideró mulato) con honores de héroe. Grande.
Hace poco salía en un semanal una entrevista donde las reflexiones de un hombre curtido, sufridor de su profesión, un jornalero de los guantes, lo destapaban como un tipo tranquilo, sereno y amansado por el paso de los años. Ahora, por lo visto, es relaciones públicas de una empresa de seguridad y anda tranquilo por una vida que en otros tiempos, en los difíciles, fue frenética. Como confiesa al periodista Vítor Rodríguez en la entrevista publicada en el Magazine de El Mundo de Noviembre de 2008 “de salud estoy bien; de dinero, regular, y de amor, mejor que nunca”. Pues eso, un gigante de los cuadriláteros que merece ser recordado, aunque sea en una pantalla de cine.
¡Ah! la película: un mojón. No pierdan el tiempo. Váyanse a Youtube y vean a don José Legrá boxear. Les merecerá la pena.
Nacido y criado en Cuba (Baracoa, 1943) José Legrá vivió una época donde ser niño significaba también trabajar: limpiando botas, repartiendo periódicos, guiando a los turistas. Ya desde muy pequeño sus dotes pugilísticas salieron a la luz comenzando su carrera como amateur en La Habana. Luego llegó Castro, los comités de defensa de la revolución y la prohibición del deporte profesional. José se tuvo que ir a México y luego a Miami, donde coincidió con un jovencito llamado Classius Clay y que empezaba a enamorar por entonces practicando el “vuela como una mariposa, pica como una abeja”. Después, su preparador Kid Tunero, lo trajo a España desde donde creció como púgil hasta llegar a convertirse en un campeonísimo. Y de ahí…a El Pardo donde Franco recibió a un negro (aunque él siempre se consideró mulato) con honores de héroe. Grande.
Hace poco salía en un semanal una entrevista donde las reflexiones de un hombre curtido, sufridor de su profesión, un jornalero de los guantes, lo destapaban como un tipo tranquilo, sereno y amansado por el paso de los años. Ahora, por lo visto, es relaciones públicas de una empresa de seguridad y anda tranquilo por una vida que en otros tiempos, en los difíciles, fue frenética. Como confiesa al periodista Vítor Rodríguez en la entrevista publicada en el Magazine de El Mundo de Noviembre de 2008 “de salud estoy bien; de dinero, regular, y de amor, mejor que nunca”. Pues eso, un gigante de los cuadriláteros que merece ser recordado, aunque sea en una pantalla de cine.
¡Ah! la película: un mojón. No pierdan el tiempo. Váyanse a Youtube y vean a don José Legrá boxear. Les merecerá la pena.

5,8
2.184
7
5 de marzo de 2008
5 de marzo de 2008
22 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
La que nos presenta Mike Cahill en el personaje de Michael Douglas en lo que es, y después de bastante tiempo, una muy buena interpretación de la megaestrella. Con una barba que le va como anillo al dedo e interpretando a un moderno Quijote, Charlie emprende un camino acompañado de su hija que, y ante la sorpresa de esta, les conducirá a ambos a un reencuentro mutuo, dormido durante años. Camino delirante y excéntrico en ocasiones y que hará poner a prueba la confianza de Miranda en su "desequilibrado" padre.
Está muy bien dirigida. Sin hacer alardes. Dejando hacer a sus protagonistas. Y también está bien escrita, con un guión fresco, original y con buenos diálogos. Evan Rachel Wood acompaña perfectamente a Michael Douglas y la compenetración ante las cámaras de padre e hija termina siendo bastante buena. También hay que decir que los espectaculares ojos azules de la chica le ayudan un poquito.
En general buena comedia que como ocurre en muchos casos (algún usuario recordó Miss Little Sunshine) sin ser nada presuntuosa consigue superar en mucho a las otras comedias del cartel, aunque para ello no necesite un gran presupuesto ni mucha prensa. Frescura recomendable.
Está muy bien dirigida. Sin hacer alardes. Dejando hacer a sus protagonistas. Y también está bien escrita, con un guión fresco, original y con buenos diálogos. Evan Rachel Wood acompaña perfectamente a Michael Douglas y la compenetración ante las cámaras de padre e hija termina siendo bastante buena. También hay que decir que los espectaculares ojos azules de la chica le ayudan un poquito.
En general buena comedia que como ocurre en muchos casos (algún usuario recordó Miss Little Sunshine) sin ser nada presuntuosa consigue superar en mucho a las otras comedias del cartel, aunque para ello no necesite un gran presupuesto ni mucha prensa. Frescura recomendable.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Y es que esos bohemios, locos, Quijotes y devoradores de historias en las que nadie cree suelen ser personajes muy atractivos. Pocas veces llevan la razón. Pero cuando la llevan sorprenden porque es inesperado e increible. Sino mirad la cara que se le queda a Miranda cuando ve a los chinos en la playa.
Además, cosa que no se dice en la película solo se hace de referencia, donde aparece por primera vez el nombre de California es en la novela "Las sergas de Esplandián " (1510) del escritor español Garci Rodríguez de Montalvo. Novela de caballerías de gran éxito en su tiempo. Por si alguno se queda con la curiosidad. Se hecha en falta que lo digan exactamente pero por lo menos es un consuelo que el guionista se halla documentado. Muchos por allí se sorprenderán cuando vean que pusimos nombre donde ellos montaron su Hollywood. Algo es algo.
Además, cosa que no se dice en la película solo se hace de referencia, donde aparece por primera vez el nombre de California es en la novela "Las sergas de Esplandián " (1510) del escritor español Garci Rodríguez de Montalvo. Novela de caballerías de gran éxito en su tiempo. Por si alguno se queda con la curiosidad. Se hecha en falta que lo digan exactamente pero por lo menos es un consuelo que el guionista se halla documentado. Muchos por allí se sorprenderán cuando vean que pusimos nombre donde ellos montaron su Hollywood. Algo es algo.
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