El Reino no es solo un thriller con tintes políticos, es más que eso; la proyección de una horrible realidad que recae sobre España. Con un guión impecable, una trama que cuida hasta los detalles más insignificante y una actuación apabullante, Sorogoyen consigue atraparnos con una película auténtica, inteligente e intensa. Sin duda, de los mejores largometrajes del año.

''Green Book'' es, sin lugar a dudas, una de las películas favoritas del año. Aunque está cargada de cierta previsibilidad, y en ocasiones con algún que otro cliché del género, todo ello queda completamente eclipsado por la riqueza del guión y la magnifica actuación de los protagonistas, que son capaces de transmitir, a pesar de sus diferencias, un ''buen rollo'' al espectador que a ninguno dejará indiferente. En definitiva, Peter Farrell consigue regalarnos 130 minutos de emoción, reflexión, y sobre todo, de amistad. Muy recomendada.

El film se desarrolla en una atmósfera envolvente, con una historia de misterio, cuya ambientación, decorado y música siguen una una fiel línea recta, la cual, se tuerce maravillosamente en un final rompedor y sorpredente que consigue poner los pelos de punta, aunque empleando un recurso propio de una magistral película cuyo nombre es mejor no revelar. Por suerte o por desgracia, el único secreto que esconden los Marrowbone es conseguir descifrar a qué género pertenece su historia; es un elegante popurrí de “terror”; misterio, amor y drama.

Es indudable la satisfacción que produce el ver como Blade Runner 2049 respeta tanto la esencia del primer film, con múltiples referencias a ese ambiente futurista y distópico que con excelentes técnicas representa Scott en 1982. Y es cierto, no me quejo; me encanta sentir como podemos disfrutar y sumergirnos en la ciudad oscura iluminada por carteles de colores, los suburbios, los diálogos intensos y pausados, etc. Sin embargo, todo ello pierde fuerza cuando apreciamos la despiadad frialdad con la que Dennis V. y Ryan Gosling (qué también contribuye) lo muestran. Y aunque no cabe duda de que la naturaleza de una distopía no es más que representar las miserias de la sociedad, en el primer film se arrojaba algo de luz en esa oscuridad, a través un amor puro que rompía con los esquemas de la película, pero, en este film, no hay lugar para conmovernos y salir de la “rutina cazareplicantes”. En definitiva, un film más oscuro y menos completo que su predecesor, aunque digno de ser su secuela.

Con un toque sutil, Denis Villeneuve demuestra en uno de sus films más arriesgados, las miserias y tristezas de las personas; de cómo todos, alguna vez a lo largo de nuestras vidas, entramos en contradicción con uno mismo luchando contra nuestro ser interior. La película es sorprendente y siempre tendrá al espectador a la espera de un nuevo acontecimiento sorprendente, sin embargo, flaquea en su argumento a la hora de explicar lo que vemos; se requiere filosofía de nuestra parte para entenderlo. Sin duda, he disfrutado viéndola y me ha transmitido un mensaje que no me ha dejado indiferente.