Haz click aquí para copiar la URL
España España · Valencia
Voto de Carorpar:
6
Intriga. Ciencia ficción Un joven profesor sufre un accidente que le hará permanecer cinco años en coma. Al despertar, descubre que posee poderes extrasensoriales, por lo que la policía pedirá su colaboración para resolver una serie de asesinatos. (FILMAFFINITY)
16 de septiembre de 2017
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una cosa llama mi atención cuando llevo un rato viendo “The Dead Zone”, y es que, salvando el correoso grano de la imagen y el más que discutible aliño indumentario típicos de la época, ha envejecido bastante mejor que tantas otras cintas coetáneas. Lo mismo que su protagonista, Christopher Walken, quien además, y pese a encarnar un personaje surgido de la febril inventiva de Stephen King, entrega una de las interpretaciones más mesuradas que le recuerdo. Claro que, esa insólita fisonomía suya no se presta precisamente al comedimiento. Razón de más para encomiar su trabajo.
La película toda es un ejemplo de aristotélico culto al término medio, lo cual no deja de resultar sorprendente habida cuenta de a quién adapta y que David Cronenberg no es un director caracterizado por la moderación, más bien todo lo contrario. De hecho, el elemento sobrenatural aparece muy matizado por el (melo) drama de ese profesor que lo ha perdido todo en la vida excepto, justamente, esta última y que, quizá por eso mismo, lucha con denuedo por salir adelante. Por si fuera poco, encontramos en “The Dead Zone” una crítica, en absoluto velada, a cierta querencia del electorado americano por un tipo de político, jactancioso y populista, que cíclicamente salta a la palestra para, en algunas ocasiones —siempre demasiadas—, alcanzar incluso la presidencia. No en vano, la película se estrena en pleno primer mandato de Reagan y la novela en que se basa había sido publicada cinco años después de la dimisión de Nixon. La prueba definitiva de tan enfermizo fetichismo la encontramos el noviembre pasado, cuando salió elegido ese atentado contra el buen gusto que constituye Donald Trump.
En fin, y volviendo a “The Dead Zone”, es evidente que el cine de terror admite algo más que portazos y cortes de luz. Sólo hace falta tratar al espectador como el adulto que efectivamente es, detalle que parece olvidar buena parte de los autores dedicados hoy al vapuleado subgénero. Veremos qué le ha hecho a “It” Andrés Muschietti, uno de los más conspicuos perpetradores de bodrios en dicho campo. Miedo me da, y no del bueno.
Carorpar
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow