Si ya la vieron, comprenderán el título de la crítica. Lo cierto es que Olvidada funciona en determinados niveles y en otros parece no saber exponer del todo lo que quiere decir. No porque su idea final no sea entendible, lo es, sino porque no es una peli de mera sorpresa final thrilleresca y a otra cosa. Es una peli que pretende ir más allá de la revelación, generar una suerte de solapada cadena de fantasmas, culpas y sombras. Detrás de un envase lastre de terror actual, con sus típicos efectismos, se guardan símbolos...(spoiler)

El problema es la forma que tiene Schmidt de transformar lo sobrenatural en símbolo: se pasa de rosca y sobreexplicaciones necesarias pero cansinas. Estructuralmente está tan cuidada que peca de producto de aficionado, en donde lo que debe decirse se dice entre comillas, luego sin comillas hasta derivar en una exposición manifiesta de intenciones. Termina anulando la sutileza que buscaba tener, el símbolo final aparece digerido y regurgitado cinco veces. O sea, llega sin fuerza alguna.

No obstante, ya dije que sí funcionaba en otros niveles: esa isla aislada y aislante; esos personajes que van cobrando identidad conforme avanza la cinta, ninguno de ellos es un mero secundario, todos tienen una función que cumplir. Y como fruta del postre una realidad que se va reconstruyendo con la ayuda de cada uno de ellos, no solo con las dos protagonistas. Entre todos construyen la isla: su propio satélite espacial donde erran en soledad, llenos de culpa.

Schmidt no supo que hacer con tanta información dando vueltas. Terminó armando el rompecabezas como pudo. Quedó un producto de imagen comprensible, pero poco nítida de tanto emparche sobre emparche.