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Voto de Juan Rúas:
6
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Serie de TV. Ciencia ficción. Thriller. Terror. Drama
Serie de TV (2024-). 1 temporada. 6 episodios. Cuando unos misteriosos y violentos parásitos, alojados en huéspedes humanos, se hacen con el poder, la humanidad deberá alzarse para combatir esta temible amenaza. Versión live-action inspirada en el manga "Parasyte", con cambios con respecto al manga original. (FILMAFFINITY)
7 de abril de 2024
13 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Llega Parasyte: Los grises. Adaptación de un manga con el mismo nombre.
Luego de una caída de esporas, diversos organismos parasitarios se filtran entre los seres humanos, tomando anfitriones en los que puedan vivir. Un inicio que da para todo, y que Sang-ho explota a medias, utilizando las bases del manga pero redireccionando la propuesta.
Estamos claramente ante una serie de ciencia ficción, que utiliza muchos elementos del drama, la acción y el suspense para ir variando los tonos. Junto con un guión cuidado, lo primero que llama la atención es la sobriedad de la propuesta. Solo se siente más rocambolesca cuando los parásitos se muestran en pantalla, explotando un cgi efectivo que gana en matices por el uso de escenarios nocturnos. Cuando las limitaciones técnicas se disfrazan de virtudes estilísticas, aquí es claro y está conseguido. Por momentos la cámara se muestra nerviosa, moviéndose más de la cuenta incluso en situaciones donde el plano fijo hubiera dado más fuerza a la imagen. Esto hace que varias escenas de acción se sientan confusas, con ganas de haber visto mejor, y con mayor nitidez.
El guión perfila el arco argumental en torno a cuatro protas con roles y personalidades bien definidas. Por lo menos al principio, luego van apareciendo otros personajes que ganan en relevancia. Si bien en el manga existe un personaje femenino al que se le da prioridad (dada la relación peculiar con su parásito), en la serie el foco tiende a ser más coral. Centrarse en el género policial hace que la trama avance de pista en pista, encarrilando las peripecias de la historia con elegancia y ritmo rápido. No existe un volantazo del guión, ni giro sorpresa como tal: el devenir de la trama va desarrollándose en torno a caminos posibles ya sembrados con anterioridad. No es una serie que juegue al gato y al ratón con el espectador.
Imposible no destacar el apartado político/sociológico/filosófico que se desprende con respecto a los parásitos. "A los humanos les cuesta verse a sí mismos como entidades independientes". Curiosamente, son estas entidades las encargadas de reflexionar durante la historia, con el fin de poder adaptarse al mundo humano (y, porqué no, conquistarlo). Ésto ya es debatible pero, en lo personal, la sensación de que la sociedad se enfrenta a una "amenaza diferente" va diluyéndose en mí conforme avanzan los episodios.
Vale, la idea es, justamente, crear paralelismos: esos monstruos no son tan monstruos y podemos serlo tanto como ellos. Pero hay una distancia entre encontrar similitudes a presentarlos casi como iguales...
El resto a spoilers.
Luego de una caída de esporas, diversos organismos parasitarios se filtran entre los seres humanos, tomando anfitriones en los que puedan vivir. Un inicio que da para todo, y que Sang-ho explota a medias, utilizando las bases del manga pero redireccionando la propuesta.
Estamos claramente ante una serie de ciencia ficción, que utiliza muchos elementos del drama, la acción y el suspense para ir variando los tonos. Junto con un guión cuidado, lo primero que llama la atención es la sobriedad de la propuesta. Solo se siente más rocambolesca cuando los parásitos se muestran en pantalla, explotando un cgi efectivo que gana en matices por el uso de escenarios nocturnos. Cuando las limitaciones técnicas se disfrazan de virtudes estilísticas, aquí es claro y está conseguido. Por momentos la cámara se muestra nerviosa, moviéndose más de la cuenta incluso en situaciones donde el plano fijo hubiera dado más fuerza a la imagen. Esto hace que varias escenas de acción se sientan confusas, con ganas de haber visto mejor, y con mayor nitidez.
El guión perfila el arco argumental en torno a cuatro protas con roles y personalidades bien definidas. Por lo menos al principio, luego van apareciendo otros personajes que ganan en relevancia. Si bien en el manga existe un personaje femenino al que se le da prioridad (dada la relación peculiar con su parásito), en la serie el foco tiende a ser más coral. Centrarse en el género policial hace que la trama avance de pista en pista, encarrilando las peripecias de la historia con elegancia y ritmo rápido. No existe un volantazo del guión, ni giro sorpresa como tal: el devenir de la trama va desarrollándose en torno a caminos posibles ya sembrados con anterioridad. No es una serie que juegue al gato y al ratón con el espectador.
Imposible no destacar el apartado político/sociológico/filosófico que se desprende con respecto a los parásitos. "A los humanos les cuesta verse a sí mismos como entidades independientes". Curiosamente, son estas entidades las encargadas de reflexionar durante la historia, con el fin de poder adaptarse al mundo humano (y, porqué no, conquistarlo). Ésto ya es debatible pero, en lo personal, la sensación de que la sociedad se enfrenta a una "amenaza diferente" va diluyéndose en mí conforme avanzan los episodios.
Vale, la idea es, justamente, crear paralelismos: esos monstruos no son tan monstruos y podemos serlo tanto como ellos. Pero hay una distancia entre encontrar similitudes a presentarlos casi como iguales...
El resto a spoilers.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Llegado un momento, la única diferencia real eran sus tentáculos. Hacer que reflexionen y actúen tan parecido difumina las barreras. Cerca del desenlace, todo se antoja como una mera cuestión de negociaciones fallidas y conflicto de intereses entre dos bandos enfrentados. Algunos humanos se venden a la causa contraria, mientras que el parásito simbionte de la prota decide apostar por la humanidad.
Pese a sus reflexiones, a veces minuciosas, sobre la naturaleza humana, el nudo del asunto termina decantándose de manera ultra terrenal y mundana. Lo interesante es que la mirada narrativa parece no establecer una posición definida, simplemente expone la tensión entre ambas partes y analiza, racionalmente y en tercera persona, las motivaciones entre ambas fuerzas.
Parasyte queda así plasmada como una serie que arriesga (y en buena hora) a la hora de reflexionar, logrando conceptos ricos para desgranar. Pero volviéndose por otro lado mucho más específica de lo que realmente parece contar.
Pese a sus reflexiones, a veces minuciosas, sobre la naturaleza humana, el nudo del asunto termina decantándose de manera ultra terrenal y mundana. Lo interesante es que la mirada narrativa parece no establecer una posición definida, simplemente expone la tensión entre ambas partes y analiza, racionalmente y en tercera persona, las motivaciones entre ambas fuerzas.
Parasyte queda así plasmada como una serie que arriesga (y en buena hora) a la hora de reflexionar, logrando conceptos ricos para desgranar. Pero volviéndose por otro lado mucho más específica de lo que realmente parece contar.