Entretenido castillo de arena por parte de Ajax Pino en el que hospeda seguramente los personajes mas vacíos de la historia del cine y no se corta a la hora de mostrar toneladas de sangre, mutilaciones, alucinaciones, balones de silicona bailando la sardana sobre el agua, y cerebros cenicero sin interés en resolver raíces cuadradas.

Con una imaginación rozando el descabello al igual que tranchete, pero dando sus grandes dosis de ketchup que durante unos 20 minutos roza la carnicería más salvaje para el disfrute del respetable, yo incluído, que he gozado más que en Tranchete, desde luego.

Ajax Pino rinde un bonito homenaje a la ruta del bakalao rozando la excentricidad mas descomunal con un final digno de Jarra y pedal, sin maravillarme, sin asombrarme lo he pasado bien, aquí sí hay desmebramientos y chorros de sangre sin pausa, aquí sí.

Se despide desde su local de ensayo.

Ray Liotta doblegando a la multitud con un recital circense de su ibanez rg550.