Marco (Alejandro Awada) un hombre de 52 años acaba de terminar un tratamiento, su médico le dice que debe buscar algún hobby por lo que decide ir a la Patagonia para pasar unos días de pesca y de esa forma también aprovechar para visitar a su hija, a la que no ve desde hace mucho tiempo y con la que no mantiene mayor relación.

Carlos Sorín es un experto en presentar historias de personas comunes, aquí no es la excepción, con un elenco debutante como es su costumbre -salvo los dos protagonistas (padre e hija)-, aquí hace gala de un pulso preciso para dirigir una historia que es más de lo que aparenta, una dirección formidable.

La película se desenvuelve con un ritmo plácido, el único posible para una obra de esta índole, Awada está en un estado de gracia con su interpretación y llevando el peso del film, quizá a la película se le extraña un poco más de momentos dramáticos, pero esto se solventa con la realización tan excelsa que tiene.

Días de pesca es una bella película, la fotografía por parte de Julián Apezteguía es preciosa, al igual que la correcta musicalización por parte de Nicolás Sorín, bien hecha e interpretada que tiene como trasfondo un tema bastante fuerte, pero que presenta una resolución muy esperanzadora.