Salma Zidane (Hiam Abbass) vive sola, es viuda y su hijo trabaja y estudia en Estados Unidos, ha vivido toda su vida en la frontera entre Palestina e Israel, su padre le heredó un terreno donde tiene sembrado arboles de limón con los cuales subsiste.

La calma de su vida se interrumpe cuando Navon (Doron Tavory) el ministro de Defensa israelí se pasa a vivir junto a su esposa justo al lado del limonero, por lo que se da todo un movimiento militar para salvaguardar su integridad.

Pronto la arboleda será vista como una amenaza, con la excusa de que se pueden esconder terroristas palestinos, por este motivo se gira una orden para que se talen. Así Salma iniciará una lucha contra el Estado Israelí por salvaguardar su territorio.

Eran Riklis (realizador israelí) filma esta obra con un alto contenido humanitario, no teme en mostrar el sin sentido que pueden tener algunas prácticas de su gobierno (la película está basada en hechos reales), y por ende las injusticias ante personas apolíticas.

Un trabajo muy bien presentado, con algunos toques de comedia bastante efectivos y una situación amorosa un tanto forzada, la historia central es excelente, porque también representa la visión de dos mujeres, totalmente diferentes entre ellas, con situaciones diversas pero que en el fondo son mujeres y se comprenden.

Etz Limon es cine sencillo, con un mensaje a la vez ciertamente desgarrador pero a la vez positivo, un film que llama a reflexionar sobre muchas cosas entorno a este conflicto, que no toma posición política, simplemente muestra su historia de forma natural, cuenta su verdad.