La película gira entorno a Jamie (Michael Cera) un joven turista estadounidense que llega a Chile con la intención de drogarse con un cactus conocido como “San Pedro”, por lo que recurre a este viaje con un grupo de amigos chilenos y Crystal (Gaby Hoffman), una chica que conoce en una fiesta.

A lo largo de cien minutos vemos el recorrido que hacen estos por encontrar el cactus y prepararlo, vamos conociendo la personalidad de los dos protagonistas que mencioné previamente, que resultan ser tan distantes y diferentes como se puede concebir.

De ahí en más Crystal Fairy & the Magical Cactus no presenta gran cosa, es realmente decepcionante, no emociona, no interesa, no hay un conflicto dramático que despierte un interés real en lo que vemos, divierte en un par de momentos pero aburre en la mayoría.

En síntesis un film poco llamativo, que huele a cine independiente y a improvisación, que intenta ser profundo pero que no lo consigue, que tiene como aspectos positivos los paisajes y la dirección en sí de Silva, una road movie que desilusiona con ganas pero que parece sin pasión.