Película para televisión realizada por Lars von Trier con guión escrito por el grandísimo Carl Theodor Dreyer, donde menciona que es una interpretación personal y un homenaje al maestro danés, el trabajo está hecho en base a la tragedia griega que le da nombre al film escrito por Eurípides.

Medea (Kirsten Olesen) prepara una venganza luego de haber perdido a su esposo Jason (Udo Kier), quien la ha abandonado y se ha casado con Glauce (Ludmilla Glinska) la hija de Creonte (Henning Jensen), rey de Corinto.

Este film es el tercer largometraje de Von Trier, de las obras de su primera etapa es el que me parece mejor conseguido, al punto de ser de mis favoritas de él, importante aclarar que es evidente que hay una gran diferencia entre este trabajo y su trilogía de Europa.

Para quienes no conozcan la historia, el inicio puede resultar confuso, pero pasados esos minutos la trama toma forma, el excelente trabajo en dirección nos sumerge en todo lo que va sucediendo, hermosos planos y secuencias, en una ambientación que se antoja post-apocalíptica, visualmente esplendida.

La obra en sí tiene un contenido sumamente fuerte, aquí todo es expresado de forma fría pero muy calculada, setenta y seis minutos aprovechados al máximo, una gran realización de alguien con mucho talento.