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Voto de PETER COHELET:
3
Comedia. Romance El guion, obra del dramaturgo Bert V. Royal, es una versión moderna y en clave estudiantil de “La letra escarlata”, la novela de Nathaniel Hawthorne. Narra la historia de una joven que decide fingir que lleva una vida promiscua, creyendo que así obtendrá algún tipo de beneficio. Sin embargo, las circunstancias se volverán en su contra. (FILMAFFINITY)
1 de abril de 2011
4 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
En Bilbao, a... de... de...

Mi ángel, mi todo, mi yo mismo:

Cerrar podrá mis ojos la postrera sombra que me llevare el blanco día,
Y podrá desatar esta alma mía hora a su afán ansioso lisonjera,
Pero a Dios pongo por testigo y juro por todos sus profetas que,
Si bien todo lo demás espirara, mi esclavo amor por vos jamás muriera.

No importa la distancia ni el camino –oh, dondequiera que estoy, tú estás conmigo-
No importa el paso del tiempo, ¡no habrá olvido!
Mi alma fiel no teme sino aplaude el correr sin piedad de los segundos,
Para así poder con vos antes fundirme en un abrazo
Sin fin en el reino del espíritu.

Cuando escuchéis, ángel mío, rumores acerca de la mala calidad de la película,
No creáis, no, que son mentiras, pues amén de un rancio puritanismo hipócrita,
Vuestra obra carece de fuerza y es poco divertida.

Pero en esos momentos, amor mío, no desfallezcáis; mirad la hermosa naturaleza y consolad vuestra alma sabiendo que éste vuestro humilde siervo ha creído desfallecer de placer en escenas como las del baño, cuando impúdicas gotas de agua resbalaban lascivamente por vuestro rostro y vuestro cuello forjados en el Olimpo. Pensad también, mi corazón y mi todo, que no son quimeras de este loco enamorado cuando dice que la divina chispa que vuestro interior esconde, esa gracia, ese donaire, esa elegancia, incólume permanece a pesar de los pesares.

Sin embargo, ángel de amor, confieso que lloro de dolor e impotencia por vuestra culpa. Saber que debo compartir no sólo el nombre sino también la mujer que amo con ese saltimbanqui vanidoso, con ese insecto inmundo de ocho patas, me desespera hasta casi volverme loco. Saber que para satisfacer su vulgar y plebeyo gusto vuestra hermosa cabellera rojiza, mi adorada Lilith, ésa que potenciaba el hechizo de vuestra mirada, se teñirá de un color amarillo pajizo, me hace desvariar. Nada me satisface, nada me calma, todo me lastima. Sólo busco la muerte.

Por eso estoy decidido, amor mío, aún consciente de sus poderes, a batirme en duelo con ese trepamuros repugnante. No tengo esperanza pero tampoco miedo. Viviré o moriré, de los hados depende, es ya lo mismo, pues mi determinación es de hierro y, tanto si vivo como si muero, habré vencido. Así lo creo.

No estéis triste si escucháis que he caído, ni hagáis duelo
Pues más allá de la vida, al otro lado del mundo, os espero.

Eternamente vuestro. Peter Cohélet.
PETER COHELET
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