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Voto de Daverunner:
9
Aventuras. Comedia Brancaleone es un mísero caballero medieval al que siguen un puñado de patéticos servidores con el objetivo de conquistar el feudo de Aurocastro. El film hila gags a cuento del saqueo de una villa o del miedo mortal a la peste. (FILMAFFINITY)
4 de abril de 2020
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
La picaresca, género literario muy característico de la literatura española, tendría en Brancaleone di Norcia un excelente representante. Un peculiar caballero medieval al que siguen un grupo de patéticos buscavidas que le hacen la función de sirvientes con el objetivo de conquistar el castillo de Aurocastro.

Este caballero, tan valeroso como desastroso encontró en Vittorio Gassman el mejor intérprete posible. Y dirigiendo al inolvidable actor italiano, Mario Monicelli. ¿Qué podía salir de la tercera colaboración de estos dos genios del cine transalpino? Pues una comedia redonda repleta de momentos desternillantes.

La armada Brancaleone es una sucesión de situaciones hilarantes. Pequeñas aventuras que el estrafalario grupo de protagonistas tiene que afrontar, perfectamente hilvanadas por un hábil guión escrito por Furio Scarpelli, Agenore Incrocci y el propio Monicelli. Un Monicelli que no solo demostraba su buen hacer tras las cámaras, sino también creando historias.Un maestro no del todo reconocido pese a tener auténticas maravillas en su curriculum -La gran guerra, Rufufu o La escapada, entre muchas otras-.

Sin perder un ápice de comedia y en muchos momentos rozando la parodia, la película es a su vez un retrato de la vida en la Edad Media. Peligros constantes acechan a la cuadrilla de Brancaleone, ya sea por invasiones de otros pueblos, por justas entre caballeros o por la estremecedora presencia de la peste, ese enemigo invisible que arrasó naciones y a la que muchos hacen tristemente alusión en la actualidad.

También la influencia de la Iglesia por un lado y el pecado por otro, ambos conviviendo y hostigando a la sociedad de la época. En este caso tanto el pecado como la religión están tratados desde un punto de vista satírico,con un monje que a pesar de gozar de pocos minutos de metraje, protagoniza alguno de los mejores momentos. O con las aventuras amorosas en las que Brancaleone se verá inmerso.

Picardia, vis cómica y carisma, algo de lo que Vittorio Gassman andaba sobrado. Su impetuosa y alocada interpretación viene a demostrar que ha sido, por méritos propios, uno de los más grandes en esto del cine.

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Daverunner
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