Sin ser ningún hito del género, ni siquiera ser realmente una gran película, Dungeons & Dragons: Honor entre ladrones, encuentra el equilibrio perfecto entre humor blanco y entretenimiento. Y visto lo visto a día de hoy no es tan fácil ni tan común encontrarse con este tipo de trabajos tan bien acabados. Tiene una duración larga, pero su correlación de secuencias airadas junto con el tono familiar y divertido del mundo que propone hace que no te aburras que no desconectes de su universo. Además encuentro que el reparto está muy bien escogido. Más allá de los tópicos que son bastantes mediante los cuales se construye el guion hay algo novedoso, de aire de nueva saga, que me gusta, y que además construye las escenas como si del propio juego de rol se tratase en dónde el espectador es prácticamente participe, o por lo menos, cómplice de sus hazañas. Sin pedir peras al olmo, más que un pequeña dosis de entretenimiento, la verdad es que es una película bien hecha y que me divirtió.