Haz click aquí para copiar la URL
España España · Barcelona
Voto de JulesVincent:
9
Thriller. Intriga. Drama Benjamín Espósito es oficial de un Juzgado de Instrucción de Buenos Aires recién retirado. Obsesionado por un brutal asesinato ocurrido veinticinco años antes, en 1974, decide escribir una novela sobre el caso, del cual fue testigo y protagonista. Reviviendo el pasado, viene también a su memoria el recuerdo de una mujer, a quien ha amado en silencio durante todos esos años. (FILMAFFINITY)
22 de diciembre de 2023
Sé el primero en valorar esta crítica
Campanella roza la exquisitez con esta sabia mezcla de thriller policiaco y drama romántico. El gran punto fuerte de esta historia es el tremendo guion que trenza con finura elementos como el amor, la lealtad, la venganza, el humor, la esperanza y el miedo al atrevimiento. Una lograda cuadratura del círculo que hace que todo case a la perfección y haga que sea imposible no encontrar compasión con los protagonistas y sentirse identificado con ellos. Porque lo que nos cuenta esta película no es más que un reflejo de un poso de sensaciones y sentimientos que el paso de los años va dejando en todos nosotros y que un enorme Darín (como de costumbre) y una sorprendente Soledad Villamil consiguen transmitir en pantalla a la perfección. LLegamos a conocerles como si fueran de nuestra propia familia hasta el punto de entender lo que desean solo por medio de sus miradas, aunque estén callados o hablen tan rápido y con acento tan marcado que pueda incluso hacerse difícil su literal comprensión (che pibe, ¿oíste?).

Mención especial para Ricardo Darín como la figura de esa persona a la que se le han ido acumulando unos sentimientos encerrados que no ha sido capaz de expresar por miedo, exceso de prudencia o temor a las consecuencias. Atormentado en silencio, tan cuidado por fuera como destruido por dentro, obsesionado en la búsqueda de una paz interior que nunca llegó a alcanzar a pesar de las oportunidades que tuvo. Una forma de decirnos que el hombre propone y Dios dispone y que las cosas, nos guste o no, vienen cuando vienen. Y es que siempre hay algo que puede ir zancadilleando caprichosamente una relación amorosa, especialmente la hijoputez humana que cuando quiere se desata y huye por piernas.

Me gusta mucho la forma tan sutil de meternos el humor con calzador en una historia que en el fondo no deja de ser un auténtico drama para todos los personajes. Su director se dedica a abofatearles sin compasión y se entretiene en ir creando heridas para luego regocijarse metiendo sus dedos en ellas, pero a pesar de eso no solo no nos deja mal cuerpo sino que incluso llega a resultar amable. De hecho, ver a Espósito con su ebrio compañero de trabajo nos deja momentos más cercanos a un "Arma Letal" o a un "Tango y Cash" en versión de andar por casa que no a algo que quiera mostrar la inmensa porquería moral en la que de verdad se están enmerdando con sus investigaciones. Aspecto que alcanza su clímax con un recital de alineaciones futboleras en un momento de tremenda lucidez alcohólica de barra de bar, donde Campanella se acaba desatando con un impresionante plano secuencia por la Liga de fútbol Profesional Argentina para deleite de la hinchada que disfruta de dicho pasaje. Y si hace falta, no dudará en sacarse el cimbrel y exhibir atributos ante quien haga falta para demostrar que esta película tiene los cojones suficientes para partirte la cara con una ostia de absoluta sinceridad.
Y es que la corrupción está a la orden del día y aquello en lo que Gerard Butler se quiso ciscar y se ciscó en "Un ciudadano ejemplar", aquí sus protagonistas se lo comen con patatas, aunque siempre nos quedará a todos la figura mesiánica del tipo que, aunque no quiera, nos guiará involuntariamente en la búsqueda de esa pieza que nos falta para recomponer nuestro malherido corazón.

A mí me ha encantado. Es una historia redonda, plagada de situaciones mágicas por su tremenda sencillez y sinceridad y perfectamente escrita e interpretada. Me putea un poco no tener el oído demasiado fino para seguir con soltura los diálogos cuando los personajes hablan rápido, pero esto ya es una cuestión de acento y de inoperancia del que escribe esta humilde crítica. Culpa mía.
JulesVincent
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow