Es la primera palabra que viene a mi mente cuando pienso en esta serie (que no sé si debería portar ese nombre).

Había escuchado en otros sitios que la serie abusa de estereotipos, que se fomentan valores superfluos y peligrosos y que otorga a los espectadores una visión distorsionada de la realidad adolescente. ¡Y es que es verdad!

Por no hablar de las dotes interpretativas del elenco, que salvo casos contados... mal, muy mal.

Y en cuanto a decorados y vestuario, pues bueno... nada que no se haya visto con otras series españolas.

1) ¿Cómo es posible que no haya ningún/a gordo/a, atacado por el acné y demás? Es que parecen todos modelos profesionales.

2) Si bien es cierto que hay casos de profesores/as unidos sentimentalmente por alumnos/as, ¿por qué tienen que frivolizarlo como lo hace esta serie?

3) ¿Cómo puede haber esa relación tan estrecha entre profesores y alumnos? ¡Venga ya!

4) Estoy de acuerdo en que en la adolescencia los jóvenes puedan iniciarse en el sexo, pero... ¡¿hacerse tríos?!

Creo que son argumentos suficientes (aunque hay más) para darse cuenta que lo único que se pretende con este producto comercial es provocar una revolución hormonal en el público adolescente para satisfacer sus instintos más primarios.

En definitiva... No tengo más que añadir.

¡Adiós!