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Voto de Cinemagavia:
8
Drama Cuatro profesores de instituto se embarcan en un experimento sociológico en el que cada uno de ellos deberá mantener la tasa de alcohol en su cuerpo al mismo nivel, durante su vida diaria, intentando demostrar de esa manera que pueden mejorar en todos los aspectos de su vida. (FILMAFFINITY)
23 de marzo de 2021
7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
*Alcohol, dame tu poder

La vida a veces puede ser monótona y estar enganchado a algo por inercia y haber perdido ese fuego interior tan característico en los jóvenes que emprenden un camino de aventura e ilusión. En este caso, el comienzo de Otra ronda (Druk) es algo parecido dado que te muestra la iniciación de unos jóvenes que van a salir al mundo y posteriormente, a continuación, la de un profesor, Mads Nikkelsen que se ha perdido en sí mismo con los años. Enfrascado en una vida que parece no tener ya sentido.

Es aquí donde aparece el filósofo y psiquiatra noruego, Finn Skårderud, que con su teoría argumenta que tener un cierto grado de alcohol en sangre diario es incluso beneficioso. Con mucho ingenio el director, Thomas Vinterberg consigue frivolizar el consumo de bebidas diciendo que el cuerpo necesita diariamente un 0,5 por ciento de alcohol en sangre para estar más desinhibido y despejado mentalmente, para así poder rendir mejor en el trabajo sea cual sea tu tarea.

Una “excusa” para darle oportunidades a una afición que poco a poco se les va yendo de las manos. Como bien indica el nombre de la película en castellano, otra ronda, justifica al cien por cien su título y es que los cuatro protagonistas metidos de lleno en la crisis de los cuarenta en un país como Dinamarca, que tiene grandes problemas de alcoholismo, intentan rescatar su vida de la miseria con este juego inocente.

*El clásico “Yo controlo”

Una especie de experimento sencillo nombrado anteriormente, altera la percepción de la realidad en la que viven y mediante textos puestos en pantalla a modo de máquina de escribir, nos relatan qué pasos van a seguir en este ensayo de índole científica según propias etiquetas que les ponen los propios personajes de esta increíble historia. Sin duda una forma original aunque usada ya desde los orígenes del cine, de adentrarnos en el peligroso y pantanoso mundo de la bebida y el alcoholismo.

Otra ronda (Druk) se disfruta como un buen vino y con un trago del mejor de los vinos; contagia alegría, buen rollo y una falsa ilusión por algo que despierta en ellos las ganas de vivir. En consecuencia, deja un correcto y afable sabor de boca que se complementa en parte, con su trágico y apoteósico desenlace.

Déjame, que yo controlo. Bajo está tonta y burda premisa casi que se ha sustentado Otra ronda (Druk) que tan buen rato te hace pasar. Raro, pero cierto. De alguna manera, han dejado el control al alcohol para descansar mentalmente de las paranoias mentales que tienen estos cuatro protagonistas. Ese proceso y evolución es espléndido.

*Conclusión

Vinterberg cuenta una historia sobre el alcoholismo, convincente y regular en todas sus partes. Combina sus mejores momentos, es decir, los que se ven envueltos de introspección y desarrollo psicológico de su protagonista Mads Mikkelsen, con acciones tragicómicas que suceden en paralelo y atacan directamente a su tesis para realzar su reflexión final.

Es emotiva y brillante. En Otra ronda (Druk) juegan un papel fundamental los cuatro protagonistas que se entienden a la perfección y encuentran un lugar donde sentirse cómodos para dar rienda suelta y mucha vida a sus alocados personajes.

Escrito por Cristian Urriaga Sepúlveda
Cinemagavia
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