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Voto de Cinemagavia:
4
Intriga. Fantástico Como consecuencia de un accidente, a Ana deben colocarle una prótesis metálica en uno de sus antebrazos. Días después de la operación, advierte algo extraño: como si su brazo fuese una antena, empieza a recibir mensajes en código morse. Las señales se repiten todos los días, pero con una frecuencia distinta. Con una pequeña ayuda de sus amigos, la joven pasa los días tratando de descifrar el enigmático código que sale de su cuerpo. (FILMAFFINITY) [+]
8 de marzo de 2024
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
*Ondas disonantes

En Los tonos mayores somos transportados al mundo de Ana, una adolescente de 14 años que vive con su padre y afronta la vida con alegría un misterio. Siente unas vibraciones en la placa de metal que tiene en su brazo, provocado por un accidente que tuvo de pequeña. Un punto de partida muy particular que encierra mucho más de lo aparente, pero que no acaba de despegar.

Ana deja a un lado su realidad para resolver el misterio, ¿qué significan esas vibraciones? Un joven militar y demás momentos provocan que, poco a poco, vaya descubriendo su significado a la vez que lo hace el espectador. Un camino tortuoso que anticipamos como espectadores revelándose ante nosotros como algo previsible. Sin embargo, su mayor interés reside en el tono de la obra y en el carisma de su protagonista.

Afrontar nuestros problemas con madurez es algo que se va adquiriendo con el paso de los años, por ello, es bonito observar la inocencia de una niña que está en pleno proceso de pubertad, donde lo real y lo imaginario se mezclan y provocan que nuestro universo se distorsione, sobre todo, por ese cóctel de hormonas, representadas por las ondas que recibe el bazo de Ana.

*Las flores de nuestra vida

Los tonos mayores funciona como algo que no se ve, pero que acaba repercutiendo en nosotros. El dolor y el sufrimiento tras la pérdida, es una sensación que todos hemos sentido o sentiremos alguna vez, algo muy humano que nos acerca a esta película de una forma muy personal. Muchas veces nos entretenemos con otros elementos para poder dejar a un lado nuestros problemas, cuando, verdaderamente lo que deberíamos hacer es confrontarlos para poder superarlos.

Superar la muerte de un familiar cercano es complicado y todo nuestro entorno se ve afectado por ello. En esta ocasión, Ingrid Pokropek, ha decidido retratarlo desde el realismo mágico, empleado de forma sanadora, buscando modificar distintas realidades. La fantasía realista se apodera de Ana con un tono algo infantil, que, aunque interesante, sobre todo queda reflejado en la banda sonora y en algunos gags inocentes que conforman su estructura.

Y es que su mayor problema no reside en el tono, ya que está tratada de una forma que se nos revela como interesante, sino que la temática y los giros de guion, aparte de obvios y predecibles, se nos van mostrando con tanta sutileza que estamos pensando constantemente que hay algo que se nos escapa, cuando no es así. Además, redunda constantemente en las vibraciones, pero no llega nunca a salir de este tema y generar experiencias distintas para Ana que le hagan sentir y adentrarse en esta aventura vital.

*Conclusión

Con Los tonos mayores la directora Ingrid Pokropek ha querido adentrarse por primera vez en el cine arriesgando con audacia sobre un tema tan importante como es la salud mental y la superación de un duelo, tratado desde el punto de vista de una niña y, empleando el realismo mágico, sin embargo, todo esto no ha acabado resultando verdaderamente interesante, ya que falta profundidad y organización estructural.

Cuando somos pequeños y fallece alguien de nuestro entorno la muerte se nos revela como algo misterioso y profundo, pero, si conseguimos superar este bache, nos damos cuenta de la madurez que hemos conseguido. Escuchar a ‘’los mayores’’ en ocasiones es más beneficioso de lo que nos pensamos.

Escrito por Santiago Varela Antúnez
Cinemagavia
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