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España España · Barcelona
Voto de freefaker:
8
Drama Tony Montana es un emigrante cubano frío e implacable que se instala en Miami con el propósito de convertirse en un gángster importante, y poder así ganar dinero y posición. Con la colaboración de su amigo Manny Rivera inicia una fulgurante carrera delictiva, como traficante de cocaína, con el objetivo de acceder a la cúpula de una organización de narcos. (FILMAFFINITY)
29 de agosto de 2018
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Con esta provocativa y atrevida frase un aún iniciático Tony Montana deja claro al todopoderoso Alejandro Sosa de la madera que está hecho: un hombre impulsivo y decidido, valiente hasta la médula e agresivo en grandes dosis. Pero bajo ese abanico de adjetivos que señalan las cualidades de un gángster canónico encontramos un virus que con el paso del film crece casi inadvertidamente, y en su punto álgido se vuelve inderrumbable: La autodestrucción.

Más allá de ser un clásico del cine moderno y de ver una clase de actuación del mejor Al Pacino, hemos de saber ver lo que De Palma nos quiere hacer entender con uno de sus mejores ejercicios fílmicos: el hombre es corruptible y no se da cuenta de ello hasta que está en el estómago del lobo. Es así, y su final es la mejor prueba de ello. Un final quizás impopular, pero sin duda romántico y idealizado basándose en la idea antes mencionada de la autodestrucción más pura, la personalidad de Montana y el contexto e escenario en que ocurre dicho desenlace.

Si dejamos atrás las valoraciones morales y nos centramos en la parte más epidérmica y ambiental, hablamos de un buen vestuario y excelente ambientación en la Miami de descapotables, pura extravagancia y desfase que Don Johnson más tarde haría idílica para la televisión y la cultura popular, pero poco más. Las actuaciones de Pfeiffer y a mayor medida Murray Abraham están por debajo de sus capacidades, ya sea por su poco tiempo en pantalla o por la poca incidencia que sus personajes tienen en la historia realmente , (remarcando sobre todo a Abraham).

Diciendo esto, la película no puede considerarse obra maestra en su totalidad, quedándose en un muy respetable nivel de película mítica, atemporal y icónica para la industria por las grandes frases que deja y, como he dicho antes, la magistral actuación de Pacino y el enorme mensaje moral que nos entrega a nosotros, los espectadores.

Por otro lado, un factor que valoro bastante del film y ayuda a que se aúpe con un merecido 8 es el no recurrir al tópico de la voz en off omnipresente y persuasiva que tanto ama el público medio para una película de esta temática. De Palma consigue que sea igual de atractiva o más sin ella, algo que habla mucho del gran director que es.

El mundo es tuyo, pero para de serlo cuando realmente ya lo tienes.
freefaker
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