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Voto de JaySherman:
1
6,0
19.234
Thriller
Simon (James McAvoy), un empleado de una casa de subastas, se asocia con una banda criminal para robar una valiosa obra de arte. Pero, tras recibir un golpe en la cabeza durante el atraco, descubre, al despertarse, que no recuerda dónde ha escondido el cuadro. Cuando ni las amenazas ni la tortura física logran arrancarle respuesta alguna, el líder de la banda (Vincent Cassel) contrata a una hipnoterapeuta (Rosario Dawson) para que le ayude a recordar. (FILMAFFINITY) [+]
22 de junio de 2013
72 de 118 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un argumento sólido se construye sin que veamos el esqueleto que lo sustenta, te deja llevar y, como las vías del tren, si hay fisuras simplemente se nota. Pues bien, esta película descarrila apenas despegar y las bofetadas de un guión marcadamente infantiliode en su planteamiento hace pensar que fue escrito sin demasiada conciencia de lo que es una historia. Ni bien ni mal contada, simplemente de lo que es una historia.
No ahondaré en resúmenes o sinopsis del argumento, dado que podría llevar a engaño. Tal y como hace la propia película. El argumento, en verdad, es una inmenso e intragable macguffin que se hincha cada vez más para explotar con cada giro de guión, o en este caso, con cada torcedura de tobillo.
Poco queda por decir cuando lo esencial de una película, su alma, su motivo de ser, el argumento, es de una pobreza tal que mendiga pidiendo clemencia a medida que avanza el metraje. Vergüenza ajena en diálogos supuestamente adultos e intelectuales que se desenvuelven como papel de regalo estridente que no esconde nada debajo. Giros argumentales que no sirven más que para que dejar en evidencia la falta de ideas. Explicaciones inverosímiles para tapar con arena agujeros en la trama que quedan, todos y cada uno, expuestos al aire. Una construcción de matrioskas donde al final ya nada importa, detrás un nuevo giro, habrá otra sorpresa difícil de creer, así hasta llegar al final de la película, cuando ya todo te da completamente igual.
El resultado solo puedo considerarlo de estafa. Intelectual y económica.
No ahondaré en resúmenes o sinopsis del argumento, dado que podría llevar a engaño. Tal y como hace la propia película. El argumento, en verdad, es una inmenso e intragable macguffin que se hincha cada vez más para explotar con cada giro de guión, o en este caso, con cada torcedura de tobillo.
Poco queda por decir cuando lo esencial de una película, su alma, su motivo de ser, el argumento, es de una pobreza tal que mendiga pidiendo clemencia a medida que avanza el metraje. Vergüenza ajena en diálogos supuestamente adultos e intelectuales que se desenvuelven como papel de regalo estridente que no esconde nada debajo. Giros argumentales que no sirven más que para que dejar en evidencia la falta de ideas. Explicaciones inverosímiles para tapar con arena agujeros en la trama que quedan, todos y cada uno, expuestos al aire. Una construcción de matrioskas donde al final ya nada importa, detrás un nuevo giro, habrá otra sorpresa difícil de creer, así hasta llegar al final de la película, cuando ya todo te da completamente igual.
El resultado solo puedo considerarlo de estafa. Intelectual y económica.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
A continuación, agujeros de gruyer en el argumento más llamativos (todos me es físicamente imposible) en orden de más tolerables a "qué narices hago en esta sala de cine":
-El plan para robar el cuadro es en sí mismo bastante pobre, pero funciona como escena. Con todo, uno de los atracadores se hace confundir entre el público asistente echándose gas lacrimógeno encima. ¿El motivo? Nunca se explica.
-Una furgoneta llena con matones de videojuego custodia la sala de subastas en caso de que las cosas se compliquen. No tienen conductor. Si alguien obstruye la salida trasera de la furgoneta no pueden salir. Aleluya, hermano.
-De todas las clínicas de hipnosis, de todo el mundo, ha tenido que venir al mío. Justo lo que el guión necesitaba, fíjate tú que casualidades tan oportunas.
-Hola, soy capaz de conducir una furgoneta que atropelle a un tipo que a su vez se lleve por delante un coche en llamas que justo pase por una puerta de salida y frenar a escasos centímetros de caerme al mar. Me saqué el carné de conducir a la primera y freno así en todos los stops.
-Y bueno, como no, la explicación final, el pastel, la guinda de la crema de la cremal, el subidón, el último escalón antes de gritar de éxtasis: el final. Madre del amor hermoso, no sé si seré capaz de contener los improperios o la risa, o todo a la vez, pero lo voy a intentar:
Resulta que el protagonista es hipnotizado para, atención, entre otras muchas cosas (barrer la casa, olvidarme, hacer un sudoku) robar un cuadro. Ahí es nada. Pues bien, el hipnotizado roba el cuadro, pero ojo, no lo hace bajo la influencia de una orden, lo hace para saldar una cuenta... ¿como? Sí, sí, es que en la hipnosis también le debió añadir eso de "y juega hasta quedarte en calzoncillos y luego robas un cuadro". Ah, vale, si es así.... Pues no, no es así. Pero es igual, en esta parte sobran explicaciones, ¿para qué?
Así pues,efectivamente,el protagonista de la historia roba un cuadro. Pero es que traiciona a quienes le habían ayudado a robar el cuadro para quedárselo él. Espera, espera, espera... ¿pero todo eso se lo dijo en las sesiones hipnosis? No. Según la película la hipnotizadora solo le dice que tiene que robar un cuadro. Cosa que hace. Y una vez hecho, lo vuelve a robar. ¿El motivo? Nunca se explica.Puede que en su casa tuviera una pared vacía con algún poster del playboy de 1984 y quería renovar la decoración. Todo es posible ya que la película jamás explica los motivos que llevan al protagonista a ponerse una soga al cuello.
Con lo que uno, dado que no hay respuestas, se pregunta: ¿Acaso no quería el protagonista saldar su deuda con el robo del cuadro?¿Qué le impulsa a traicionar a unos tipos que le han salvado el pellejo a cambio de ayudarles a robar un cuadro? Es más, ¿qué le lleva a ir más allá de las órdenes dichas por la hipnotizadora? Pues simplemente ni se explica, ni se sabe, ni importa. Porque a esas alturas de la película ya daba todo exactamente igual.
Aun esperaba ver una escena en la que el protagonista despertaba de una sesión de hipnosis y resultaba ser Elvis antes de una actuación en Las Vegas.
Mira, al menos así me habría reído.
-El plan para robar el cuadro es en sí mismo bastante pobre, pero funciona como escena. Con todo, uno de los atracadores se hace confundir entre el público asistente echándose gas lacrimógeno encima. ¿El motivo? Nunca se explica.
-Una furgoneta llena con matones de videojuego custodia la sala de subastas en caso de que las cosas se compliquen. No tienen conductor. Si alguien obstruye la salida trasera de la furgoneta no pueden salir. Aleluya, hermano.
-De todas las clínicas de hipnosis, de todo el mundo, ha tenido que venir al mío. Justo lo que el guión necesitaba, fíjate tú que casualidades tan oportunas.
-Hola, soy capaz de conducir una furgoneta que atropelle a un tipo que a su vez se lleve por delante un coche en llamas que justo pase por una puerta de salida y frenar a escasos centímetros de caerme al mar. Me saqué el carné de conducir a la primera y freno así en todos los stops.
-Y bueno, como no, la explicación final, el pastel, la guinda de la crema de la cremal, el subidón, el último escalón antes de gritar de éxtasis: el final. Madre del amor hermoso, no sé si seré capaz de contener los improperios o la risa, o todo a la vez, pero lo voy a intentar:
Resulta que el protagonista es hipnotizado para, atención, entre otras muchas cosas (barrer la casa, olvidarme, hacer un sudoku) robar un cuadro. Ahí es nada. Pues bien, el hipnotizado roba el cuadro, pero ojo, no lo hace bajo la influencia de una orden, lo hace para saldar una cuenta... ¿como? Sí, sí, es que en la hipnosis también le debió añadir eso de "y juega hasta quedarte en calzoncillos y luego robas un cuadro". Ah, vale, si es así.... Pues no, no es así. Pero es igual, en esta parte sobran explicaciones, ¿para qué?
Así pues,efectivamente,el protagonista de la historia roba un cuadro. Pero es que traiciona a quienes le habían ayudado a robar el cuadro para quedárselo él. Espera, espera, espera... ¿pero todo eso se lo dijo en las sesiones hipnosis? No. Según la película la hipnotizadora solo le dice que tiene que robar un cuadro. Cosa que hace. Y una vez hecho, lo vuelve a robar. ¿El motivo? Nunca se explica.Puede que en su casa tuviera una pared vacía con algún poster del playboy de 1984 y quería renovar la decoración. Todo es posible ya que la película jamás explica los motivos que llevan al protagonista a ponerse una soga al cuello.
Con lo que uno, dado que no hay respuestas, se pregunta: ¿Acaso no quería el protagonista saldar su deuda con el robo del cuadro?¿Qué le impulsa a traicionar a unos tipos que le han salvado el pellejo a cambio de ayudarles a robar un cuadro? Es más, ¿qué le lleva a ir más allá de las órdenes dichas por la hipnotizadora? Pues simplemente ni se explica, ni se sabe, ni importa. Porque a esas alturas de la película ya daba todo exactamente igual.
Aun esperaba ver una escena en la que el protagonista despertaba de una sesión de hipnosis y resultaba ser Elvis antes de una actuación en Las Vegas.
Mira, al menos así me habría reído.