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Chile Chile · Santiago
Voto de Lawrence:
6
Comedia. Aventuras Jamie (Michael Cera) es un turista estadounidense, de paso por Chile, cuya única ambición es probar el alucinógeno del cactus conocido como "San Pedro". Su deseo, llevado a límites obsesivos, se convierte en una búsqueda por el norte del país junto a tres hermanos y donde aparece de improviso una hippie de San Francisco, Crystal (Gaby Hoffman), cuya relajada y libre forma de ser y pensar choca con Jamie, un tipo neurótico y volutarioso. (FILMAFFINITY) [+]
19 de abril de 2020
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desde su debut en 2007 con la subvalorada "La vida me mata" y en especial con la elogiada y premiada "La nana" y "Gatos viejos", el realizador Sebastián Silva no sólo se ha confirmado como uno de los talentos más valiosos y creativos del cine chileno actual, sino además como uno de los que mayor éxito y repercusión ha tenido a nivel internacional, al menos en el circuito más independiente. Su particular mirada a las relaciones humanas, el humor absurdo, los diálogos certeros y los juguetones giros y observaciones de sus historias, así como su habilidad para potenciar sólidas actuaciones, han dotado de universalidad a historias que a la vez logran reflejar diversas verdades sobre el Chile contemporáneo.

Sin abandonar esas características, Silva desarrolló nuevas perspectivas en sus dos siguientes películas, "Crystal Fairy y el cactus mágico" y su primer thriller, "Magic Magic", y como rara vez ocurre con un cineasta latinoamericano, ambas tuvieron su estreno mundial con pocos días de diferencia en el Festival de Sundance 2013; en esa ocasión la primera, filmada en un breve período de tiempo cuando se retrasó el presupuesto para la segunda, le permitió ser premiado como mejor director en la competencia World Cinema del certamen estadounidense, la misma donde en 2009 fuera ya distinguida "La nana".

Inspirada en vivencias que el propio Silva experimentó hace más de una década, "Crystal Fairy..." tiene una trama muy simple y directa: el viaje al Parque Nacional Pan de Azúcar que un joven estadounidense y tres hermanos santiaguinos emprenden para disfrutar ahí de los reconocidos efectos alucinógenos del cactus San Pedro, se ve alterado cuando se les une una extrovertida, mística y desinhibida hippie, también estadounidense, que se hace llamar Crystal Fairy.

La aparente trivialidad de una anécdota que podría haberse conformado con ser una comedia adolescente del montón, permite a Silva un nuevo avance en la libertad formal que suele estar presente en su cine, desarrollando una película divertida y encantadora, que hace reír y entretiene, pero también provoca y estimula otras sensaciones. Espontánea y fluida, mantiene y cautiva la atención del espectador gracias a la naturalidad de la puesta en escena y la habilidad con que capta y refleja la forma en que dos estadounidenses muy distintos entre sí observan y se relacionan con Chile y su gente. Pero también acierta como sutil y delicado estudio de personalidades, a través de diversos detalles y gracias a las miradas, silencios, risas y desencuentros que comparten los cinco viajeros en este trayecto que como suele ocurrir en las road movies, tiene tanto de recorrido geográfico como de exploración interna de los personajes.

Acá son fundamentales la buena química que se percibe entre el protagonista, Jamie, encarnado por el reconocido actor Michael Cera y los tres hermanos que interpretan los propios hermanos de Sebastián Silva, pero muy especialmente la película se hace inolvidable gracias a la excéntrica Crystal Fairy de Gaby Hoffmann, un rol que en un principio puede ser insoportable y casi caricaturesco, pero por el camino se siente cada vez más humano y entrañable; mérito enorme de la actriz, pero también del director, quien siempre se ha lucido con sus retratos femeninos, particularmente con Claudia Celedón y Amparo Noguera en "La vida me mata", Catalina Saavedra en "La nana" y Bélgica Castro en "Gatos viejos".

Por supuesto que se trata de una película que no es para todos los gustos, y se puede entender que haya gente que no conecte con ella, como se puede ver acá mismo en algunos de los otros comentarios. Además, hay que reconocer que donde Silva no siempre logra convencer a todo el mundo por igual es con los desenlaces de sus películas, y en este caso queda la impresión de que faltó un poco más de desarrollo y profundidad; pero eso no disminuye los méritos de este film en tono menor, refrescante y por momentos lisérgico, que incluye además una certera banda sonora que alterna las composiciones de Pedropiedra con canciones que acentúan la atmósfera de algunas escenas, como la evocadora placidez que transmite la bella y muy clásica "Two for the Road", de Henry Mancini, de la película homónima de Stanley Donen.
Lawrence
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