Bryan Singer dejó el cierre de trilogía en manos del tío que trajo la magistral El dragón rojo por hacer Superbostezos Returns. Una lástima que cerrasen la trilogía en una película que tenía buenas ideas, cambiaba de registro pero tanto que eliminaba personajes interesantes como Rondador nocturno o dejaba todo el peso en Jean Grey, crucial en la 2 para ser aquí la villana de turno porque sí, porque se ha vuelto rebelde y quiere todo lo malo, ni Magneto apenas puede controlarla por mucho que parezca. En esta ocasión Magneto y Charles lo intentan, sus personajes carecen de profundidad en esta ocasión al igual que Lobezno que aparcan toda su historia personal para seguir cerrando el tema romántico que estaba inmiscuido también Cíclope donde queda como un peón en el primer tercio de la historia. Aparece Kitty Pride para poner a una Pícara más egoísta, celosa y despechada y aunque las actuaciones no sangran, bueno Vinnie Jones como Juggernaut está un tanto sobreactuado. La banda sonora de John Powell no le pongo pegas aunque finalmente la de Ottman es la que ha prevalecido en la saga. Hugh Jackman está correcto en su rol como Lobezno. Pasan muchas cosas, muchos personajes y aunque el espectáculo de acción está garantizado, hay personajes que vienen y van como Ángel que es el recurso Deus Ex Machina de turno como lo fue Gambito en Orígenes Lobezno. La cinta es entretenida y mantiene el interés y el ritmo, arriesga en varios momentos y aunque deja momentos memorables y emotivos con una buena fotografía también, no llega a romper emocionalmente como se podría haber propuesto ya que no da tiempo a empatizar ni profundizar, a pararnos en que nos importe alguno de los personajes ya que de por sí Cíclope en las anteriores era un personaje bastante plano y vacío. La peor de la trilogía y de las peores de la saga aunque sigue siendo una película palomitera para desconectar y disfrutar. Interesante.