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Voto de francisarrabal:
5
Romance. Drama La historia tiene lugar en el siglo XIX y explora las relaciones entre los miembros de la alta sociedad rusa. Ana Karenina, una mujer de la alta sociedad que se enamora del joven y apuesto oficial Vronski, abandona a su esposo y a su hijo para seguir a su amante. Nueva adaptación de la novela de León Tostói. (FILMAFFINITY)
10 de abril de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Por No es País para Críticos

Tom Stoppard ha sido el encargado de volver a adaptar para la gran pantalla 'Anna Karenina', la obra homónima de León Tolstói. Un drama romántico desarrollado en la Rusia zarista del siglo XIX en el que Anna Karenina (Keira Knightley), una mujer de alta sociedad casada con un ministro del gobierno (Jude Law), se enamora del joven y apuesto oficial Vronski (Aaron Johnson).

La película tienes sus luces y sus sombras. Es muy llamativo el nuevo enfoque que le da a la obra Joe Wright ('Orgullo y prejuicio', 'Expiación, más allá de la pasión'), tantas y tantas veces llevada al cine, una mezcla entre teatro y musical (guarda muchos parecidos formales con 'Moulin Rouge' y 'Hugo'), las cámaras giran y giran ante los personajes, que entran y salen de la escena como si se estuviera representando la obra en directo ante nuestros ojos. Las transiciones de escenas son más que reseñables, dotando a la película de un gran aspecto visual y mucho ritmo (si bien lo segundo se encaya en la segunda mitad del film). Como si del propio Bolshói se tratase, todo está cuidado hasta el mínimo detalle. Unos escenarios preciosistas, barrocos, donde desfilan maravillosos trajes con una banda sonora como telón de fondo que acompaña a la perfección y nos trasladará de un salto a la época.

Si bien en estos apartados la película queda por todo lo alto, en otros deja mucho que desear. El guión no consigue definir del todo a los personajes ni las situaciones, se pierde en las historias de los secundarios y se aprecian saltos que nos dejarán picuet, logrando entretener los primeros cuarenta y cinco minutos de film, pero cayendo estrepitosamente a partir de ese punto. Keira Knightley está muy forzada y no le podremos ver un repertorio más amplio en toda la película que el de dos gestos (estoy feliz, estoy triste), además de una falta total de química con Aaron Johnson (Vronski), y si de ésto trata el fondo del asunto, mal vamos. Jude Law (Karenin) muy sobrio en el papel, parece haber entendido a la perfección la mentalidad de su personaje y es lo mejor del elenco junto a Domhnall Gleeson (Levin), Alicia Vikander (Kitty) y Matthew Macfadyen (Oblonsky), encargado de darle un toque más ligero a la película.

Recomendable para los locos empedernidos de los dramas románticos de época y para los que les baste con el aspecto visual y el enfoque que se le da a la obra, no intenten pedirle mucho más.
francisarrabal
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