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Estados Unidos Estados Unidos · Bon Temps (Louisiana)
Voto de RandolphCarter:
7
7,5
1.569
Documental Sam Dum es antropólogo y fan del metal, él se embarca en un viaje épico al corazón del heavy, su misión es descubrir el porqué este tipo de música ha sido desde siempre esteriotipada y condenada a la vez que ha sido aplaudida apasionadamente por millones de fans. (FILMAFFINITY)
22 de mayo de 2010
11 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bueno, pues estamos ante un documental hecho por y para fans del metal, que falta hacía ya. El ostracismo social al que se ve abocado este estilo musical a causa de su controvertida estética y sonoridades extremas, que gustan poco de complacer a los tímpanos poco curtidos en estas lides, es mostrado para comprender las causas de su soterrada pero a la vez masiva existencia.

Y así es: las bandas llenan estadios, sin necesidad de grandes campañas publicitarias, amén de los múltiples y multitudinarios festivales alrededor del mundo, con millones de fieles seguidores que acuden a los directos cada año sin apenas cobertura por los medios. ¿Somos una secta, o es que hay que cuestionar el sobrevalorado papel de la publicidad?

El director, Sam Dunn, es un licenciado en antropología que pretende emprender un análisis serio del tema, pero la pasión le puede. La objetividad está fuera de juego al resultar poco crítico o teorizar sin hipótesis constatadamente empíricas y demasiado complacientes con sus ídolos, pero bueno, dicha parcialidad es la única pega a un documental bien realizado, bien montado, entretenido hasta para los profanos que quieran aproximarse a tan vedada música antirradioformularia.

Se diserta sobre sus orígenes, su impacto en la cultura popular y sus controversias, siendo lo mejor el episodio donde el cantante de Twisted Sister, Dee Snider, sale leyendo su refinada e irrefutable declaración en un juicio contra la letra de una de sus canciones, de la que le acusan tener connotaciones sadomasoquistas, frente a la cara de pasmarote de los estirados miembros del tribunal, entre los que se encuentra un Al Gore alucinado y dialécticamente indefenso ante el inesperado lenguaje culterano y la claridad expositiva del melenas.

Aparecen figuras legendarias como Bruce Dickinson, Alice Cooper, Tony Iommi, Lemmy Kilmister , Kerry King, Rob Zombie y el recientemente malogrado Dio, opinando sobre las distintas cuestiones que se plantean sobre la música en sí y su alcance mundial. Especial mención a los chalaos satanistas quemaiglesias de Finlandia y demás países nórdicos, que tan diabólica fama han exportado al resto de la comunidad heavy (resulta que sus desvaríos delictivos no son causados por alguna especie de control mental proveniente de la música, es que por esos desolados lares poco más puedes hacer para divertirte que meterte a terrorista satánico y deshuesar carneros vírgenes en sacrificios paganos, o lo que sea que hagan).

(Acaba en spoiler por falta de espacio)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
RandolphCarter
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